La bailaora madrileña estrena un espectáculo en el que explora los códigos socioculturales de los complementos del vestuario, dirigido por Rafael Estévez.
Especial XIX Festival de Jerez – Toda la información
Claudia Cruz y Marina Valiente traen el baile de Cádiz y Sevilla en Sala Compañía y los alumnos del CAD mezclarán disciplinas de danza en Sala Paúl
Los complementos del vestuario flamenco –mantón, bastón, abanico, castañuelas, entre otros- toman el protagonismo en el espectáculo que se estrena mañana martes día 3 de marzo en el Teatro Villamarta, en el marco del XIX Festival de Jerez. La bailaora Concha Jareño abrirá ‘El baúl de los flamencos’ y, a través de un recorrido histórico, mostrará cómo llegaron a este arte y el uso que adquirieron dentro de la amplia gama de palos.
El baile, aunque como muestrario geográfico, estará presente en ‘Cádiz-Sevilla ¡Qué maravilla!’ que pondrán en escena la gaditana Claudia Ortiz y la sevillana Marina Valiente en Sala Compañía. Antes llegarán los jóvenes talentos del Centro Andaluz de Danza con dos coreografías –‘Aires’ y ‘Marismas’– en Sala Paúl.
“Comienza el espectáculo en 1850, en la época preindustrial. En esta primera escena la música en off recuerda al sonido de las máquinas textiles. Una época en la que el vestuario flamenco era muy pesado”. Así se presenta ‘El baúl de los flamencos’ ante el público, según señaló Concha Jareño ante los medios de comunicación.
El año 1850 marca el arranque histórico de esta propuesta que se estrena en el Festival de Jerez, bajo la dirección compartida del bailarín y coreógrafo Rafael Estévez, “un artista por excelencia y referente absoluto para mi generación”, añadió la bailaora. “Ha aportado mucho en conceptos, ideas y coreografías”, dijo Concha Jareño sobre la implicación de Estévez en este trabajo.
Sin embargo, este recorrido histórico viene marcado por los complementos del vestuario flamenco, al tiempo que sirve de pretexto para llevar a cabo una sucesión de coreografías que, aunque de otros tiempos, están ideadas desde la perspectiva del siglo XXI.
En ‘El baúl de los flamencos’ podrá verse “cómo el peso del vestuario impedía ciertos movimientos de las bailaoras y, a medida que el vestuario se convierte en más liviano, también cambia su baile”, indicó Concha Jareño. Sin embargo, la idea central gira en torno a los complementos y estos son analizados desde una óptica socio-cultural. “Damos por sentado que esos complementos siempre han formado parte del flamenco, pero muchos de ellos se crearon para usos muy distintos”, explicó la bailaora madrileña.
A la hora de exponer sobre el escenario el momento de su introducción en el baile del abanico, el mantón, el bastón u otros complementos, Concha Jareño reconoció que, en algunos casos, “hemos recurrido a la fantasía”, puesto que “no hay una certeza documental de cómo llegan al flamenco”. No obstante, se ha buscado su encaje en el espectáculo “desde la coherencia para mostrar cómo han llegado a ser parte de la danza”.
De algún modo, Concha Jareño –y también la de Rafael Estévez- establecen un paralelismo evolutivo entre el baile y el vestuario y sus complementos. En opinión de ambos, “todos estos complementos y vestuarios mantienen su estética inicial y, paradójicamente, están en constante evolución hacia otras formas y patrones al igual que el arte al que viste”.
A Concha Jareño le acompañará al baile como artista invitado Adrián Santana. Otro de los invitados es Ana Salazar –cante y baile-, a los que se suman la guitarra de Juan Antonio Suárez ‘Cano’ –autor de la música-, el cante de Manuel Gago y David Sánchez ‘El Galli’, la percusión de Bandolero y las palmas de Torombo.
‘El baúl de los flamencos’ está estructurado en doce escenas. Algunas de ellas con coreografía de Concha Jareño; otros cuentan con el sello de Rafael Estévez y Valeriano Paños. Bulerías, tangos de Cádiz, guajiras, cantiñas, soleá y peteneras son palos por los transita esta propuesta, tomando como referencias históricas a Pastora Imperio, Antonio Chacón o Carmen Amaya.
Entre Cádiz y Sevilla
El camino que va de Cádiz a Sevilla y viceversa lo recorrerán Claudia Cruz y Marina Valiente a través de sus bailes en su espectáculo ‘Cádiz-Sevilla, ¡Qué maravilla!’, que podrá verse en Sala Compañía dentro del ciclo ‘De la raíz’. Los aires marineros de la Caleta los pondrá Claudia Cruz, mientras que la femenidad y elegancia del baile sevillano estará representado por Marina Valiente. Para ello, contarán con Moi de Morón y Pepe de Pura al cante y la guitarra de Román Vicenti.
“Nos admiramos mucho como artista y persona y, por eso, decidimos hacer algo juntas”, indicaron tanto Claudia Cruz como Marina Valiente. “Somos mucho de nuestra tierra”, apostilló Claudia Cruz, que definió este montaje como “muy flamenco, con mucha frescura y muy alegre”.
La bailaora gaditana comenzó su despegue en 2008 participando en el espectáculo ‘Cádiz’ y formando parte de la Compañía de Antonio El Pipa hasta 2013. Aquel año fue cuando bailó en el Teatro Villamarta de la mano del bailaor jerezano en la reposición de ‘Vivencias’. En solitario presentó su pieza ‘Con alma’ en 2009 en la Central Lechera de Cádiz, una senda que iniciara dos años antes debutando en el Corral del Carbón de Granada.
Marina Valiente ha forjado su personalidad en el baile, curtiéndose en tablaos como Los Gallos de Sevilla y el Cordobés de Barcelona. ‘Galvánicas’ de Israel Galván, ‘Puente de Triana’ de Rafael Campallo, ‘Cádiz de la Frontera’ de Andrés Peña y Pilar Ogalla y ‘Los invitados’ de Belén Maya son algunos de los espectáculos en los que ha participado.
Por otra parte, la intención de integrar varias especialidades de la danza es el propósito del Centro Andaluz de Danza a la hora de sus alumnos interpretaran las coreografías ‘Aires’ y ‘Marismas’ en Sala Paúl tanto el martes día 3 de marzo (17 horas) como el miércoles día 4 de marzo (12 horas).
En ‘Aires’ se pondrán en escena dos coreografías, una de danza española con músicas contemporáneas y otra realizada por los alumnos de danza neoclásica interpretando una soleá por bulerías.
En cambio, ‘Marismas’ está basada en la idea original y coreográfica de Ramón Oller e inspirada en aires flamencos y de danza española, que se estrenó en octubre de 2001, a la que se le ha incluido, junto a las originales de Ramón Oller, nuevas piezas de flamenco y danza española, de la mano de Rocío Coral y Rubén Olmo, y en la que participan alumnos de las especialidades de danza contemporánea y española.