EFE
El cantaor gaditano Juan Ramírez Sarabia Chano Lobato recibió el pasado viernes en Jerez de la Frontera (Cádiz) el Premio Nacional de Honor a la Maestría Flamenca, dentro de las distinciones que anualmente otorga la Cátedra de Flamencología de Jerez.
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Desde los tablaos de su ciudad natal y de su barrio de Santa María, Chano Lobato se trasladó muy joven a Madrid para formar parte del ballet de Alejandro Vega. Su trayectoria continuó en 1952 en el pasaje de El Duque, en Sevilla, cantando para varios bailaores. Posteriormente, sus arte rebasó las fronteras nacionales para llegar a Francia, Italia y Gran Bretaña. Tras casi 20 años en el Ballet de Antonio, actuó por los cinco continentes junto a Manuel Morao, El Serna y otros destacados artistas.
En un breve discurso, Chano Lobato dijo que se siente «especialmente agradecido y orgulloso» por este galardón que supone el reconocimiento de todo el estamento flamenco. El cantaor subrayó la emoción que supone alcanzar este tipo de distinciones a su edad y dedicón el premio a «todos los monstruos de su tierra, cuyo arte es desconocido por el público».
Otros artistas distinguidos con premios Nacionales de Flamenco han sido: Manolo Franco, al toque de guitarra; la Asociación de Profesores de Danza Española y Flamenco de Madrid, premio a la enseñanza flamenca. Cilindros de cera, editado por el Centro Andaluz de Flamenco de la Junta, ha sido distinguido como la Mejor Obra Fonográfica y el Nacional de Investigación ha sido par el Tratado de la Bata de Cola, de Matilde Coral, Ángel Álvarez Caballero y Juan Valdés, con la colaboración de Rocío Coral.
Carmen Linares y Cristina Hoyos, premiadas por su cante y su baile, no pudieron asistir a la ceremonia. También se entregaron el viernes los premios locales Copa de Jerez, a José Vargas El Mono, Mercedes Ruiz, Antonio Higuero y Ana María López en los apartados de cante, baile, guitarra y enseñanza flamenca.