El viernes 26 Rocío Márquez y el músico de electrónica Bronquio presentan los temas del disco Tercer cielo, en la Sala B del Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial.
El bailarín y coreógrafo Carlos Rodríguez estrenará el domingo 28 de agosto en el marco del Festival Internacional de Verano de El Escorial (FIVE) su nuevo espectáculo, ETERNO, un homenaje flamenco a Pablo Picasso. La obra, que contará con música original interpretada en directo, se representará en el Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial.
En este montaje, Carlos Rodríguez se sumerge en el mundo pictórico de Picasso y rompe las normas de un espectáculo de danza al uso, desde una voluntad rupturista y renovadora, deconstruyendo el proceso creativo del artista español. Para ello aborda su figura desde múltiples perspectivas, asumiendo las tesis del artista de que el arte es una gran mentira que utilizamos para contar la verdad y destruimos para poder crear.
El espectáculo se divide en dos piezas, un primer acto de raíz flamenca y espíritu contemporáneo y un segundo acto experimental y ecléctico que rescata la estilización de la danza española, aportándole frescura escénica e innovación.
La voz de la nueva generación jonda
Encumbrada por la prensa como “la voz de la nueva generación del cante jondo”, Rocío Márquez (Huelva, 1985) lleva más de una década labrando una sólida carrera artística que hoy desborda el panorama flamenco, donde es ya un claro referente y figura consolidada.
Su personalidad inquieta y su enorme curiosidad quedan patentes en su discografía, que de manera transversal muestra tan gran amor por la tradición flamenca como imperiosa necesidad de ensanchar los límites de esa tradición, explorando y experimentando con melodías, instrumentación, arreglos y letras.
A esta voluntad experimental pertenece Tercer cielo, un disco labrado en alianza con el creador jerezano Santiago Gonzalo (Bronquio), joven músico de tradición punk y una de las sensaciones de la escena electrónica española. Bulerías, verdiales, tangos, seguiriyas… pasan por un proceso de transformación a través de la música electrónica de Bronquio, acoplada a la voz flamenca de Márquez.