El guitarrista flamenco y la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia mostraron anoche con ‘Rubato’ que el alma del flamenco se puede entrelazar con la música clásica en un buen espectáculo en el Mercado de La Unión.
Carlos Piñana, ‘Bordón Minero’ 1996, regresó con emoción y responsabilidad al escenario de la ‘Catedral del Cante’ nueve años después de su presentación de ‘El Cuidado de una esencia’. En la quinta jornada de la 63ª edición del Festival Internacional del Cante de las Minas, el guitarrista evocó la figura de su abuelo y los tiempos en que su padre fue guitarrista oficial del concurso. “El Festival siempre está en mi corazón por su significado para mi familia. Desde niño lo viví como espectador y estar aquí ahora es impresionante”, expresó Piñana al público.
La primera parte del espectáculo fue exclusivamente flamenca. Con la colaboración de Miguel Ángel Orengo en la percusión, José Antonio Chacón al cante, Rainer María Nero como segunda guitarra y el bailaor Cristóbal Muñoz, el público disfrutó de bulerías y tangos que destacaron la habilidad de Piñana, incluyendo referencias a grandes obras y maestros como el Concierto de Aranjuez y Entre dos Aguas. Siguiriya, jaleos y taranta, esta última en homenaje al premio máximo al toque que ganó hace casi 30 años, dieron paso al baile de Cristóbal por alegrías.
Los músicos de la OSRM, dirigidos por César Álvarez, se unieron entonces al escenario. Comenzaron con la pieza ‘Prefiero Sentir’ deleitando con guajira, continuaron con farruca (‘Poema para guitarra’ con la voz de Chacón), bulería y un fin de fiesta por rumba que levantó al público de la ‘Catedral del Cante’ en aplausos.
Fotografías Fundación del Cante de las Minas
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