Amor por los siete costados

Ayer se presentó la programación de ‘Málaga en Flamenco’.

Texto: Juan Vergillos

Málaga lujuriosa y espléndida. El sueño de la afición. Siete ciclos de espectáculos que contienen siete espectáculos cada uno: 49 recitales entre el 25 de agosto y el 30 de septiembre. Un concepto, un pretexto argumental que rompe con la lógica imperante de mera sucesión o yuxtaposición de conciertos. Una idea, el siete. Un número mágico, cabalístico.

El prólogo es un ritual iniciático: un macroconcierto que se inicia a las 0 horas del día 25 de agosto, en el Dolmen de Mega de Antequera, a la espera de que salga el sol, a las siete: siete recitales con Inma la Bruja, Estrella Morente al que seguirán otros seis conciertos temáticos (femeninos, geográficos, etc.) en teatros de Málaga, Marbella y Mijas.

‘Son de Málaga’, el segundo ciclo, queda explícito en su título: el cante, el toque y el baile malagueño de hoy, de ayer, de mañana: homenajes a Eduardo Ocón en Torrijos, a la Repompa en su aniversario y a la malagueña, ese género flamenco tan dulce como radical. Desde los grandes Cancanilla de Marbella o Antonio de Canillas hasta los jóvenes Luisa Palicio o La Divi.

‘Siete caracolas’, el número tres, significa siete disparates mayores: un homenaje al maestro Caracol y un espectáculo de El Junco. En Málaga, Marbella, Mijas, Velez-Málaga.

Cuatro: ‘Siete producciones nuevas’ elegidas en público concurso con los nombres de Javier Barón de un maravilloso y enloquecido libro de David Pielfort, ‘El gitanito esquizofrénico’. Todo en el Teatro Las Lagunas de Mijas.

El cinco se llama ‘Siete discos’ o la representación de siete grabaciones discográficas de las producidas en 2007, que son: Encarna Anillo, Cañizares. En teatros y espacios al aire libre de Málaga, Álora y Antequera.

El seis son ‘Siete maravillas’ u otros tantos conciertos en siete espacios paradigmáticos de la naturaleza o la historia malagueña:Carmen Linares con músicos magrebíes y verdiales en el Castillo de Fuengirola, y el homenaje a Antonio el Bailarín en la plaza de toros de Ronda.

Y el siete, el acabose, el músico flamenco más internacional: Tomatito, Benavent, Pardo, etc.

Es decir, un festival que son muchos, una explosión de la creatividad actual de este arte. Un arte adulto, grande, hermoso, lúdico y sentimental, enjundioso y vario. ‘Málaga en flamenco’, por gracia de José Luis Ortiz Nuevo, y no es nuevo lo que digo, amplía el flamenco y lo proyecta a otros universos: la piedra y la orquesta sinfónica, el agua y la voz, la historia y el futuro. Imaginación, solera, creatividad, experimentalismo y experiencia, valentía. Y sobre todo amor, mucho amor a este arte. Eso es lo que rezuma el programa de ‘Málaga en flamenco’ por los cuatro, digo los siete, costados.

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