Adiós a Miguel Ochando, alma de la guitarra flamenca de Granada

Miguel Ochando

Miguel Ochando

La madrugada del 10 de enero de 2025, el flamenco perdió a uno de sus grandes guitarristas. Miguel Molina Martínez, conocido artísticamente como Miguel Ochando, falleció en Granada a los 59 años. Nacido el 24 de marzo de 1965 en la ciudad nazarí, Ochando dedicó su vida a un instrumento que en sus manos se transformó en poesía.

Desde que tomó la guitarra por primera vez a los 10 años, Miguel mostró un talento precoz que lo llevó a debutar apenas un año después en la Peña Flamenca «La Platería», cuna de su formación como acompañante al cante. Su maestro, el granadino Manuel Cano, lo guió en el camino de la guitarra solista, abriéndole puertas en festivales y concursos nacionales, donde cosechó destacados reconocimientos, como el II Premio del Concurso Nacional de Guitarra Flamenca de Jerez (1983) y La Unión (1983 y 1984).

Miguel Ochando fue mucho más que un virtuoso de la técnica: fue el alma que acompañó con maestría a voces tan grandes como Enrique Morente, José Mercé, Carmen Linares, Antonio Núñez «Chocolate» y Miguel Poveda, entre otros. Su sensibilidad y capacidad para entender el cante lo hicieron merecedor del Primer Premio de Acompañamiento al Cante en el programa «Gente Joven» de TVE en 1985.

En el ámbito internacional, Miguel llevó su guitarra desde los escenarios de España hasta países de Europa, con hitos como su colaboración con Carmen Linares en la gira de Canciones Populares Antiguas de Lorca y Falla, o su actuación junto a Enrique Morente en el emblemático Patio de los Arrayanes de la Alhambra. En 1999, con la Orquesta Ciudad de Granada y Morente, presentó la obra flamenca Alegro Soleá, marcando otro momento inolvidable en su carrera.

Su discografía es testimonio de su talento y versatilidad, destacando su participación en álbumes como Morente-Lorca de Enrique Morente, Macama Jonda de José Heredia Maya, y obras clásicas como La vida breve de Manuel de Falla junto a la Orquesta Ciudad de Granada.

Además de su brillante carrera, Miguel Ochando será recordado por su compromiso con la tradición y la innovación, y por haber sido un puente entre los grandes maestros del flamenco y las nuevas generaciones.

Salir de la versión móvil