Rafa Ros

Rafa Ros - Peña Flamenca Cartagena

Rafa Ros - Peña Flamenca Cartagena

Peña Flamenca Cartagena

 

Mi tocayo y antiguo compañero-competencia* del top manta del Cante de las Minas, me invita a participar en la campaña #miAñoFlamenco, allá vamos.

Comenzamos con mi tierra, Cartagena, y un hecho clave, que fue el que la Peña Flamenca de Cartagena «Antonio Piñana», en la que no participaba activamente dedicase su Ciclo a la Provincia de Cádiz, lo que me hizo dar un paso adelante, metiéndome de lleno en su cruzada flamenca, realizando presentaciones, metiéndome en la directiva, e inscribiéndome como alumno en la escuela de flamenco, escuela que ahora también coordino con los maestros Antonio Ayala “el Rampa” el cantaor más largo de toda la Región de Murcia y el guitarrista Antonio Piñana, posiblemente el mejor tocaor de la historia en cuanto a Cantes de Levante se refiere.

Con el Ciclo tuvimos la oportunidad de presenciar el excelente estado de salud del flamenco en Jerez y Cádiz, y tuve el placer de alternar y echar buenos ratos con artistas como Jesús Méndez, José Mijita,  Pepe del Morao, Perico «el Pañero» o  Juan Fajardo «el Momo» y disfrutar de su cante y sus vivencias.

También pude comprobar de primera mano el gran trabajo desinteresado que hay detrás de una peña, reuniones, montaje de escenarios, programaciones, trasnoches,  disgustos y mucho tiempo y dinero invertido por poner un granito de arena en acercar el flamenco al pueblo, trabajo que no se ve desde fuera, y que quiero agradecer tanto a mis compañeros de directiva y colaboradores como a nuestros vecinos  del Malacate Flamenco de la Unión, Peña Flamenca de Murcia, y a los distintos Peñistas de la geografía española.

Mención aparte merece la citada Asociación Cultural “El Malacate Flamenco” colectivo multidisciplinar con sede en la Unión que está  haciendo un trabajo magnífico fomentando el flamenco en la Comarca de Cartagena, y que me hizo disfrutar de una de las noches flamencas del año, que no fue otra que la ofrecida por Pedro «el Granaino» y Patrocinio Hijo, en un marco incomparable como es el interior de la Mina Agrupa Vicenta, indescriptible.

Hablando de Peñas tengo que destacar la labor realizada por la Peña de la Bulería de Jerez, que desde la Plazuela lucha con uñas y dientes, defiende e incentiva el flamenco en todas sus facetas, ejerciendo al mismo tiempo la función de anfitriones del flamenco en Jerez.

Visita obligada, en la que además del cariño con el que te reciben sus directivos y peñistas, podrás coincidir con artistas como el Capullo de Jerez, Tio Alfonso Mijita, Antonio Agujetas  y un largo… Este verano he podido acudir en dos ocasiones a sus noches flamencas «en el patio de la Bulería», dos noches inolvidables con grandes amigos y artistas.

Estas dos ocasiones en las que acudí a Jerez este verano coincidieron con el I Festival Gran Reserva (homenaje a Moraito Chico) y el 50 aniversario de la Fiesta de la Bulería.

En el primero disfrutamos de grandes maestros como Juan Villar (que venía en sustitución del recientemente fallecido Manuel Moneo) y Pansequito, ecos de Jerez como La Macanita, Felipa la del Moreno, Tía Juana la del Pipa,  David Carpio y el Capullo (como siempre cerrando la noche), la regularidad y dulzura de Antonio Reyes,  el baile puro y señorial de la diosa gitana Manuela Carrasco (soleá de Alonso Rancapino incluída),  y el reencuentro con los grandes escenarios  de Remedios Amaya, la camarona.

Quisiera destacar, no por nivel sino por proyección, puesto que aún les queda un largo recorrido (leed los nombres anteriores e imaginaos en el escenario tras cualquiera de ellos…) las figuras incipientes de Manuel de la Nina, Rafael del Zambo y Enrique Remache, con estos tres «niños» Jerez tiene asegurados muchos años de flamenco.

De la fiesta de la Bulería  desctacar (con perdón de Antonio de la Malena y José Mijita ¡vaya dos cantaores!) que si los tres «niños» citados anteriormente demostraron su nivel, dos niñas rompieron todos los moldes y demostraron que no estamos hablando de promesas sino de presente, que el flamenco está muy vivo y por muchos años.

Estas niñas son, como no podía ser de otra manera, Lela Soto, hija de Vicente Soto Sordera, y María Terremoto, hija de Fernando Terremoto. ¡Qué presencia en el escenario! ¡Qué tablas! Estas niñas además de CANTAORAS, han nacido ARTISTAS, y son sin duda la gran esperanza del flamenco.

Dejamos Jerez, y nos vamos a la Unión, al Cante de las Minas, del que destacamos la gala protagonizada por el debutante Jesús Méndez, y la bailaora trianera Manuela Carrasco, la diosa del baile flamenco- gitano.

Jesús Méndez, acompañado por su fiel escudero Manuel Valencia, demostró ser una de las primeras figuras del flamenco, y ahora le toca dar un paso adelante y coger el testigo de los Manuel Moneo, Manuel de los Santos Agujetas y compañía, porque Jesús lo tiene todo para ocupar el trono del cante.

En el concurso, Alfredo Tejada fue justo ganador de la lámpara, demostró que es mucho más que un cantaor de «atrás» consagrándose como figura, y abriéndose un camino que le será mucho más facil con dicho hito en su currículum.

Con septiembre, vuelta al cole, volvemos a la Peña Flamenca de Cartagena, programación dedicada a Málaga «la cantaora» obra y gracia de la gran aficionada Dori del Valle, con nombres propios como la Lupi, Antonia Contreras o Cancanilla, programación ambiciosa, cumplimentada con un Ciclo de Cine Flamenco, la escuela, presentaciones de libros, charlas, coloquios, conferencias, viajes y un largo… porque Cartagena es flamenca todo el año.

Hasta ahora hemos disfrutado de tres recitales, el  primero el protagonizado por  Amparo Heredia «la Rempompilla», ilustrado por el investigador y presidente de la Fundación Antonio Mairena, Ramón Soler, con el que compartimos grandes momentos, hicimos buenas migas, y rara es la semana en que no nos envíemos algún archivo por whatsapp, pues somos dos enfermos de esto del flamenco. Ramón vino acompañado de un grandísimo aficionado como es Rafael Ruiz ¡qué necesarios son para el flamenco aficionados como éste!.

En octubre tuvimos al maestro Sebastián Heredia «Cancanilla de Málaga», el más «artista» de todos los flamencos de hoy día, además de un cantaor largo y con un dominio sobrenatural del compás, que nos dió dos recitales en uno (dos horas largas…), demostrando estar en plena forma y con un nivel para que se acuerden de él en todos los grandes festivales.

El año tuvo un broche de oro con la actuación de Susana Lupiñaez «la Lupi», con la guitarra de Curro de María y el cante de José  Astárida «el Pechuguita», entregados en cuerpo y alma, haciendo las delicias de la afición cartagenera, la cual había agotado las entradas con semanas de antelación, pues aquí nos gusta lo bueno, y la LUPI no es buena, es mejor. Como escribía la flamencóloga Genesis García en el chat de los socios de la peña “La Lupi, un fenómeno. Ni la academia pudo con el ancestro jondo”.

Para terminar,  el último patriarca del cante de la Plazuela, nos dejaba el pasado 19 de diciembre, triste noticia para cerrar el año, como lo hiciera el 31 de diciembre de 2013, su hermano Juan. 

Nos deja Manuel Moneo, mi cantaor, para irse con su Torta y su Barullito, y el flamenco no será lo mismo sin él, pero por nos espera un 2018 cargado de flamencura, con los nuevos valores tirando la puerta abajo, con nuevos e interesantes proyectos, porque esto no se acaba y por suerte quedan muchos años de flamenco.

 

* Rafa Ros -Discos Carrots- ha tenido durante varios años un puesto de Cds flamencos , en competencia con nuestro puesto de Cds flamencos de DeFlamenco.com en el Festival Internacional del Cante de las Minas. 


 

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