La fe en el
amor se pone en juego en alguno de los momentos de este Spain Again.
En la comunicación humana. En la amistad. El disco es un viaje
de vuelta. Tomatito se vuelve hacia la luz mediterránea de su solar
natal. El guitarrista épico se hace íntimo, lírico.
Los tres han habitado otras regiones. Este disco a dúo está
protagonizado por un trío. El cantante dominicano Juan Luis Guerra
aporta un tema, Amor de conuco, y una interpretación magistral,
asombrosa, plena de garra y emoción. La fe en el amor, la confianza
en el otro. Lo que el hombre civilizado ha perdido y se empeña
en reencontrar. Es una aventura, una épica de otro calibre, hacia
adentro. Lo que James Joyce o Kafka narraron en su fase intermedia, en
su paso por el infierno.
1. El Día que Me Quieras
Tributo a Piazzolla:
2. Libertango
3. Fuga y Misterio
4. Adiós Nonino
5. Stella By Starlight
6.Twilight Glow
7. A Los Nietos
8. La Tarde
9. La Fiesta
10. From Within
11. Amor de Conuco (con Juan Luis Guerra)
Tomatito ha luchado con la velocidad del mástil de su tiempo.
Con las armonías viriles. Ahora ha alcanzado la serenidad del que
sabe que a veces las batallas se ganan dejándose caer, sostener,
por la tierra.
Michel Camilo pone el poderoso tumbao caribeño y la melodía,
la capacidad de seguir avanzando en el vacío con una nueva variación.
Y pone también el intimismo de una composición propia tan
fascinante como Twilight glow, que avanza hacia adentro sobre
un sencillo pero efectivo arpegio. Hoy sí sabemos que lo más
sencillo es verdadero.
Spain again es otra Spain, muy diferente a la de hace
seis años. Es un disco en donde todo está finamente hilado,
enlazado. En el que todo fluye con la naturalidad de lo vivo, con la certeza
y la quietud de las estaciones. El tango porteño, de Piazzolla
a Gardel, sumergido bajo las aguas atlánticas. Tomatito, el responsable
de la inspiración tanguista de este disco, sigue al pie de la partitura
a Astor Piazzolla, mientras que se lleva a Gardel a las dunas luminosas
de la mano de un arreglo de Luis Salinas. El tango deja la noche y el
arrabal y camina con los pies descalzos de los instrumentos acústicos
desnudos, a pleno sol.
Lo que propone Tomatito como composiciones propias son dos temas que,
situados en la antípoda rítmica, están unidos por
un mismo espíritu, una luz interior. La bulería abierta A los nietos: la guitarra es una orquesta del alma y el piano
los brazos del espíritu del mar. La intimidad sin remilgos. El
virtuosismo sin aspavientos, para adentro. Y La tarde o la emancipación
de la guitarra flamenca contemporánea, libre por completo de filiaciones
estilísticas. Con aire de improvisación, entre la mínima
molécula de H2O y la inmensidad del océano.
Y dos estándares: Stella by Starlight y La Fiesta,
una bulería portentosa de Chick Corea, uno de los momentos de mayor
felicidad del disco que, en parte, se dirige a este tema. Una simple modulación
a tono mayor nos puede elevar al cielo de la melodía, que es lo
mínimo que se le puede pedir a una modulación.
El final es una explosión de felicidad y nostalgia, un ejercicio
de madurez y de amistad, de fe en el otro. Tres amigos haciendo música
del alma. Un éxito de Juan Luis Guerra, Amor de conuco.
La fe en el amor, la naturalidad del que está desnudo, porque se
ha despojado. Una canción, tan simple como esto: una melodía
brillante, un texto directo y tres maestros en plena madurez técnica
y creativa. Esa es la facultad de los clásicos, renacer, desnudos,
de sus cenizas. En Amor de conuco se puede ser más feliz,
se lo aseguro. También más desgraciado, como consecuencia
de la toma de conciencia de que nuestros dolores no siempre nos justifican,
de la asunción de lo que fue. No deje pasar de lado esta felicidad
sencilla de dejarse poner al sol.
Para concluir, traigo una cita de memoria de otro porteño ilustre,
Borges, amante de la milonga más que del tango, y que no se permitió
dejarse llevar por el flamenco, una tarde sevillana y primaveral en el
barrio de Santa Cruz (¿cabe más regocijo?): en mi juventud
amé la noche, el arrabal y la desdicha; hoy prefiero la mañana,
el centro, la serenidad.