Más de una década después de la publicación de su obra histórica acerca de los cantes por soleá y por siguiriya del maestro Antonio Mairena, los investigadores Luis Soler Guevara y Ramón Soler Díaz han vuelto a sacar un libro sorprendentemente riguroso y completo que algunos expertos están describiendo como el más importante jamás escrito sobre el flamenco. La siguiente reseña fue preparada en exclusiva para Deflamenco por Norman Paul Kliman.
“Los cantes de Antonio
Mairena
(comentarios a su obra discográfica)” Luis Soler Guevara y Ramón Soler Díaz
Ediciones Tartessos 2004.
Luis y Ramón Soler han confeccionado otra obra repleta de cultura
flamenca. Los autores son tío (Luis) y sobrino (Ramón) con
larga experiencia en el fomento y el análisis de nuestro arte.
En su libro de 1992, “Antonio Mairena en el mundo de la siguiriya
y la soleá”, analizaron un conjunto de 2.000 cantes de 130
artistas. Limitando el ámbito estilístico de su análisis
a las siguiriyas y las soleás, contaron con una extensísima
base de entrevistas, documentación y colaboradores. Con su nuevo
libro, afrontan una labor parecida aunque con distintos parámetros:
los 202 registros en unos 30 estilos que grabó Mairena en disco.
Pero su análisis también abarca lo que él cantó
en películas, televisión, festivales, reuniones privadas
y recitales. Entreverando las circunstancias de cada grabación
con las de la vida del artista, los autores consiguen un retrato completísimo
de Antonio Cruz García, y debido a la magnitud de la obra grabada
del de Mairena, tratan una amplia parte del flamenco. El análisis
de cada registro contrasta las versiones de letras y de música
grabadas por otros artistas antes y después, ofreciendo así
un panorama temporal para con el arte y el propio Mairena. Con esta comparativa,
el flamenco retrata a Mairena, y Mairena retrata al flamenco.
Ya en su primera página, los autores manifiestan su objetividad,
declarando su voluntad de evitar “la pasión ciega o el deseo
de desacreditar, extremos que aparecen frecuentemente a la hora de acercarse
a su figura”. Afirman que su trabajo “trata, por tanto, de
analizar de forma detallada la obra grabada de Antonio Mairena; de averiguar,
en la medida de lo posible, de dónde parte Mairena para elaborar
sus cantes, qué les aporta, y qué influencia tiene su obra
en los cantaores posteriores a él”. También se confiesan
incapaces “de explicar con justeza un cante por siguiriya o bulerías
del maestro (…), pero lo que sí podemos intentar es ayudar
a conocer mejor las circunstancias que se aliaron en su nacimiento”.
“El flamenco es un mundo de pasiones
que suele cegar a muchos”
Es obvio que los autores son grandes admiradores del objeto de su análisis,
pero una obra de estas dimensiones quizás requiera tal condición.
Lo fundamental es la objetividad, o más bien el deseo de mantenerla
en los aspectos más importantes, y en este sentido los Soler salen
más que solventes. Muchos aficionados seguramente ya tienen una
idea preconcebida del contenido de los dos libros que estos autores han
escrito sobre Antonio Mairena. Es importante señalar que los Soler
han utilizado la obra y figura del artista como un espejo en el cual el
flamenco queda reflejado, sobre todo en su primer libro. En este segundo
libro, han pretendido confeccionar un retrato -más bien una radiografía-
de Mairena, pero su compromiso con la objetividad ha evitado que sea panegírico,
como indica su intención de “hacer un análisis que
recoja las luces y sombras” del artista. Así, los autores
compaginan críticas hacia las grabaciones y aspectos menos afortunados
de Mairena con elogios hacia lo que son para ellos las mejores virtudes
y registros sonoros del maestro. Buenos ejemplos de esta objetividad se
encuentran entre las nueve páginas de conclusiones sobre su estudio:
“El flamenco es un mundo de pasiones que suele cegar a muchos”.
O este párrafo merecedor de reproducción íntegra:
“La actitud de los que han asumido sin más todas las
teorías del cantaor sin reflexión ni crítica ha
sido más perjudicial que beneficiosa para Mairena. En cambio,
la investigación que ha puesto en duda con argumentos sólidos
algunos juicios de Mairena con conocimiento y sin descalificaciones
ha ayudado a entender mejor los avatares de esta música y esta
cultura. Pero desgraciadamente abundan las críticas que han entrado
en el terreno de la descalificación sistemática, rayana
a veces en la mala educación. Desde luego que era de esperar,
aunque no deseable, que una figura de la talla de Mairena arrastrase
tanto a acólitos incapaces de poner en cuestión algunas
valoraciones o interpretaciones del cantaor, como a francotiradores
dispuestos a desacreditar al maestro”.
En 33 capítulos, los autores repasan las 30 tandas de grabaciones
que constituyen la discografía de Antonio Cruz García. Comienzan
con un resumen de sus primeros años, pasan a detallar las circunstancias
y el contenido de cada una de sus grabaciones, y terminan con las conclusiones
del estudio y un índice alfabético de los primeros versos
de las 800 letras que grabó en disco. Siguiendo esto, hay tres
apéndices que contienen unos datos de gran interés. El primero
es un inventario de las letras cantadas por Mairena en grabaciones no
comerciales provenientes de reuniones privadas, festivales y recitales,
y las de los registros sonoros en películas y vídeos. Los
primeros versos de todas las letras aparecen ordenados cronológicamente
y por estilos, y con letra cursiva se indican las letras que no aparecen
en los discos. El segundo apéndice es un índice de unas
600 letras completas que el maestro cantó pero no grabó,
ordenadas por estilo y alfabéticamente. El tercer apéndice
pone en orden cronológico las referencias de cerca de 500 artículos
de prensa e Internet dedicados a Mairena a lo largo de casi 50 años.
Finalmente, hay referencias detalladas sobre la discografía y videografía
citadas de otros artistas, ordenadas por año de publicación,
desde cilindros de principios de siglo hasta las editadas en 2003. Estas
referencias ocupan 20 páginas del libro y forman un pequeño
y valioso catálogo de grabaciones de enorme interés.
Se refleja una gran parte de la evolución
del flamenco antes, durante y después de su vida
Siguiendo
con el dualismo de su obra de 1992, los Soler analizan cada letra y melodía
cantada por Mairena. Trasciende el amor de los Soler por la literatura.
Los comentarios sobre cada registro rastrean igualmente música
y letra, y el libro tiene tanto contenido musical como literario. La variedad
y adecuación de las letras cantadas por Mairena es un tema muy
señalado por los autores, y la afición literaria de ellos
queda igualmente patente. Se analiza cada grabación en orden cronológico,
con comentarios sobre aspectos biográficos, musicales, literarios
y discográficos, así vinculando las grabaciones de Mairena
con su vida y su pasado, presente y futuro. El resultado es un importante
compendio de letras y de referencias sobre estilos, grabaciones y literatura.
Pero, como ya se ha dicho, no se limita estrictamente a la obra grabada
de Mairena, sino que refleja una gran parte de la evolución del
flamenco antes, durante y después de su vida.
Es preciso señalar que la impresionante envergadura y profundidad
del análisis de los Soler no se presenta a los lectores con una
organización totalmente satisfactoria. No hay desglose por estilos
de las grabaciones en disco, y la única manera de localizar en
el libro los comentarios sobre un cante determinado es a través
del índice alfabético de los primeros versos de las letras.
Como consecuencia, hay por lo menos dos graves inconvenientes: (i) Si
el lector busca los comentarios sobre un cante determinado de Mairena
pero no recuerda con exactitud su primer verso, es fácil que se
vea obligado a una frustrante búsqueda página por página.
(ii) Si al lector le interesa estudiar un estilo determinado que grabó
Mairena en varias ocasiones, le costará bastante trabajo localizar
todos los comentarios correspondientes. Lo que es realmente sorprendente
es que no hay mención en todo el libro de la cantidad de estilos
que grabó Mairena. Teniendo en cuenta que la misión del
estudio es más analítica que biográfica, son fallos
casi inexplicables, sobre todo porque esta carencia referencial contrasta
con el nivel de desarrollo de la forma y el fondo del análisis
de los autores, pues tejen una densa red de datos que refleja la actividad
cantora de Mairena, aportan los últimos avances en la investigación
flamenca, y se expresan con precisión y elegancia. Donde falla
el libro es en la vertebración del conjunto de grabaciones de Mairena
para que el estudio sirva como referencia práctica. No obstante,
esta red de datos junto con un corpus de datos secundarios proporciona
una perspectiva realmente privilegiada sobre una parcela de considerables
dimensiones y sienta las bases para futuras investigaciones.
En resumen, es un libro muy bien documentado y escrito desde varios puntos
de vista. Aunque los autores son claros admiradores de Antonio Cruz García,
el libro no cae en el encomio. El estudio examina hondamente los aspectos
biográficos, musicales, literarios y discográficos relacionados
con cada grabación de Mairena y los enmarca en el estado de desarrollo
del arte de cada época. Es un libro de lectura obligada tanto para
los incondicionales del cantaor como para los que deseen aproximarse a
su obra y figura. No obstante, se puede decir que la mayor aportación
de este libro seguramente será para aquellos que ya tengan una
idea clara de Mairena, pues contiene abundantes y sorprendentes datos
y anécdotas que ponen al trasluz la trayectoria, las características
y las intenciones de uno de los artistas de mayor importancia de la historia
del flamenco. Es sólo cuestión de acercarse con la mente
abierta, tal y como ha sido el planteamiento de los autores.
