LES VOIX DU CANTE FLAMENCO 3º Edition 2002 Grenoble, 30 octubre a 3 noviembre, 2002
Estela Zatania
El enamoramiento del público francés con el flamenco tiene una larga historia que en el siglo veinte desemboca en la enorme popularidad en Francia de bailaores como la Argentinita o Vicente Escudero, y posteriormente un arraigado culto en torno a la figura del cantaor José Menese que se convirtió en ídolo para la elite de músicos, pintores y escritores franceses. En los últimos diez años diversas ciudades del país, notablemente Mont-de-Marsan y Nimes, han fundado festivales de flamenco que compiten con la mejor oferta española. El festival Les Voix du Cante Flamenco de Grenoble que acaba de celebrar su tercera edición, es el proyecto más nuevo y ambicioso de este tipo.
Cuatro trenes y veinticuatro horas después de salir de Andalucía, llegué a Grenoble, provincia de Isère, Francia, hermosa ciudad y paraíso alpino para los amantes de los deportes de invierno. Una compleja red de colaboradores, voluntarios, amigos y familiares hicieron posible esta edición del festival que ya no goza del apoyo económico de la Unión Europea debido a diversos problemas administrativos. No obstante, gracias a los esfuerzos de una asociación encabezada por Dominique Jégou, aficionado empedernido y trabajador incansable, el festival pudo tener lugar por tercera vez desde 1999 con cinco días intensivos de talleres, presentaciones y proyecciones, conferencias, exposiciones de fotografía y pintura, y cómo no, las actuaciones en vivo.
Siendo un empeño privado, casi casero, hubo ciertos fallos de organización, pero también un ambiente ameno y desenfadado que al final contribuía a la buena marcha de un festival que entregaba todo lo que pretendía y más. La convivencia de los artistas en el hotel, en las comidas y los traslados convirtieron la experiencia en una especie de excursión flamenca para este puente de Todos los Santos en la cual una servidora tuvo el placer de participar.
ACTUACIONES:
La espina dorsal del festival ha sido los recitales ofrecidos cada noche por los artistas invitados, un amplio surtido entre veteranos consagrados y jóvenes promesas, hermoso panorama del paisaje flamenco actual. La organización pretende destacar el papel del cante en el flamenco a pesar de la dificultad que pueda tener un público no español para asimilar una musicalidad exótica y versos que no pueden comprender. Los organizadores explicaron que cuesta trabajo convencer al público francés que puede haber flamenco sin que haya baile, y efectivamente, las noches de solamente cante fueron menos concurridas. No obstante para la gala final acudieron casi dos mil personas para disfrutar del baile de Juan Antonio Tejero e Irene Carrasco, además del grupo instrumental de Paco Cepero con el cante del joven Ezequiel Benítez [leer entrevista].
La tarde del miércoles día 30 se inauguró el festival en el ayuntamiento de Grenoble con la actuación de Ezequiel Benítez, además del baile de Ángel López, el cante de Lorenzo Ginés, y la guitarra de Alberto Torres, tres españoles afincados en Lyon. La reacción positiva casi desorbitada del público ya auguraba el recibimiento que tendrían los artistas invitados en días sucesivos.
ENTREVISTAS:
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«Basarse en pura técnica, es un síntoma de impotencia» Paco Cepero
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