Jesús Méndez 'Jerez sin Fronteras'

Reseña del disco.

Estela Zatania

Había un tiempo en el que decías “cante”, y todo aficionado sabía a qué se refería.  Pero los tiempos han cambiado, y nos dicen que ahora “cante” lo es cualquier cosa, que nadie es quién para imponer definiciones elitistas, mucho menos decirle a joven qué debe o no debe cantar.  Abierta a la evolución, y sin ánimo de estropear la fiesta, intento aplicar la palabra a una diversidad de ofertas.   Pero claro, entonces tenemos que manejar el dilema de cómo designar el cante, y la solución a menudo es tan sencilla como repetir la palabra.  Como en una hipotética conversación que podría mantener con el joven jerezano Jesús Méndez:

– “Oye, Jesús, me dicen que has sacado un disco en solitario…”
– “Así es….se llama ‘Jerez sin Fronteras’ “
– “Pero…” [con mirada suspicaz] “¿…es cante cante?”

Damas y caballeros, tengo el gusto de comunicarles, si es que a estas alturas alguno no lo sepa, que Jesús Méndez, de la noble estirpe plazuelera de su tía doña Paquera, ha grabado un disco de cante cante.  La afición respira jondo del alivio, el honor de San Miguel está a salvo y una vez más las grandes discográficas se quedan rascándose la cabeza colectiva ante un mercado pequeño pero constante, que sigue exigiendo flamenco de calidad, sin disfraces ni superficialidades.

El maestro Gerardo Núñez que lleva a Méndez en sus actuaciones, pone su pincelada en la bulería que cierra el CD.  El producto también viene avalado por las excelentes guitarras de Moraíto (aquí figura como Morao de Jerez), Diego, el hijo del mismo, José Manuel León y Santiago Lara, un surtido de primera para una interesante primera grabación.

Jesús llegó relativamente tarde al cante.  En una entrevista comenta que no cantó en reunión – el lugar donde un cantaor perfecciona su arte y adquiere vivencias – hasta los dieciséis años.  Pero se tapa muy bien con una afición auténtica, un excelente metal de voz y conocimientos recibidos en familia mediante la transmisión oral.  El resultado es una grabación francamente respetable, basada en el cante más clásico, aderezado con detalles contemporáneos.

El disco abre con la única “concesión”, una zambra de Antonio Gallardo, “Soleá de mis pesares”, cantada por bulería sin pena ni pesares.  Inmediatamente nos rescata la inspirada guitarra de Moraíto para acompañar la jerezanísima soleá por bulería de Méndez, con algunos momentos de gran calidad, terminando con la soleá de Carapiera, herencia de los Moneo y los Agujeta.

[Autor- 2009]

1. Soleá de mis pesares (zambra)
2. No consigo que me digas (soleá por bulerías)
3. Tres días después (cantiñas)
4. Si me llamas Dolores (bulerías)
5. Mírame a la cara (seguirillas)
6. Qué corta es la vida (soleá)
7. Que no se pierdan los cantes (toná)
8. Sueño el Barrio (bulerías)

Cante clásico con detalles contemporáneos…afición auténtica y un excelente metal de voz.

Normalmente el decir jerezano pisa demasiado fuerte para hacer justicia a las delicadas cantiñas que nacieron a tan pocos kilómetros, pero Jesús domina su angustia jerezana para ofrecer una visión propia, y el acompañamiento de José Manuel León es airoso y brillante.

Bulerías, el palo más relevante y dinámico de nuestra era, el cante que vuelve a nacer diariamente en mil bocas, aquí encuentra a un intérprete ideal, con Moraíto a la guitarra nuevamente.  Por siguiriyas, con el acompañamiento de Diego del Morao, los mejores esfuerzos del cantaor no pueden con el toque contemporáneo y veloz que asume protagonismo y deja al cante en segundo lugar.  A palo seco la velocidad no estorba (recordemos a aquella Periñaca haciéndose compás con el bastón en Rito y geografía del cante), pero opino que cuando la guitarra adopta la misma velocidad, el cante pierde peso y el duende huye asustado.

Por soleá, Jesús nuevamente debe exigir la atención que le corresponde, y la sexta cuerda bajada que Santiago Lara normalmente administra con buen paladar, aquí suena con excesiva insistencia para mi gusto…no hay que abusar de los juguetes nuevos, o se estropean.  Por tonás, estilos clásicos con versos de David Lagos, y Méndez deja fluir el decir mairenero tan admirado en San Miguel.

El CD se despide por bulerías a palo seco, una moda casi convertida en tradición.  Unas frases musicales de Gerardo dejan constancia de su maestría y arropan el aire clásico con sonidos de los más actuales.

Admirable trabajo de Jesús con su cante cante, valiente planteamiento cuando estamos llegando al final de la primera década del nuevo milenio.

Mas información:
Jesús Mendez en DeFlamenco.com


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