'FLAMENCOS JAPONESES'

Sonia Martinez Pariente

En las últimas semanas profesionales del flamenco japonés han estrenado sus espectáculos en nuestro país. Especialmente destacable es el trabajo de la directora y coreógrafa japonesa Yoku Komatsubara, que ha presentado su nueva obra, con Lola Greco como protagonista y Carmen Ledesma, como invitada especial, entre otros artistas.

Aunque todavía se nos haga un poquito raro ver a japonesas con moño, peineta y tocando las castañuelas, o a un japonés cantar por seguiriyas solo es cuestión de tiempo el acostumbrarse a contemplarlo. La semana pasada la localidad madrileña de Leganés, ofrecía el espectáculo «Del Alba al Amanecer», creado e interpretado por profesionales del flamenco japonés.

Liderado por la bailaora, Mika Kato y acompañada por el bailaor apodado, Jaru, al cante por Taka y a la guitarra por Yagi, todos ellos becados por el ministerio de cultura de su país y que han culminado sus estudios en el nuestro. En su modesto espectáculo, se percibe el respeto que los nipones tienen a nuestro arte. Sabido es que el flamenco seduce fuera de nuestras fronteras, pero en Japón es donde más. Una de las figuras que más han contribuido a difundir allí este arte es Yoko Komatsubara, una vieja conocida en el mundillo del flamenco español. Yoku ha representado, durante ocho jornadas su nueva obra «Flamenco, pasado, presente y…» en el teatro Calderón de Madrid.

En esta obra se hace un repaso de la historia del flamenco, desde sus orígenes en la fragua o el campo, donde destacan las voces de Jesús Heredia y Gaspar de Utrera, pasando por un patio doméstico en el que se canta y baila por tangos y bulerías y una café cantante por el que desfilan diversas actuaciones: sevillanas boleras, el vito (bailado por japonesas) y una seguririya, realizada por la siempre flamenquísima Carmen Ledesma. La segunda parte esta dedicada a la actualidad del flamenco y su proyección en el futuro.

Mucha presencia tiene en este porvenir la fusión de estilos y él como pueden hermanarse la danza contemporánea y el baile flamenco quedó magníficamente reflejado en dos coreografías. La Primera, representada por dos mujeres: Carmen Ledesma y Lola Greco en unas alegrías. No hay nadie como Lola que funda la danza actual y el flamenco, de una forma tan bella y particular. Junto a la jondura de Carmen la unión resultó preciosa. En la mima línea fueron las seguiriyas, ejecutadas por Juan Ogalla y Juan Carlos Lérida. Este ultimo realizó una mezcla de flamenco y contemporáneo con conocimiento. Se puede decir que de lo mejorcito y recibió muchas ovaciones del público, pues ambos lograron momentos de gran intensidad.

La parte más flamenca, además de en Carmen, recayó en Curro de Bromuros y el cuadro flamenco entre bailes, que estaba integrado por japonesas. Toda la compañía aunó sus diversos estilos por tangos y tientos, constatando el buen hacer de Yoko, en este espectáculo con instantes brillantes y que dejó patente que el flamenco tiene mucho futuro, pues la mezcla de géneros y también de razas, le hacen un arte, aun más universal.


Salir de la versión móvil