Josema Polo – Revista El Olivo, nº 100
Tercer trabajo del guitarrista murciano Carlos Piñana este Palosanto, quizá su obra definitiva hasta el momento, donde comienzan a fructificar sus ideas y a definirse su personalida a través de un sonido más flamenco, contundente y matizado que muestra una interesante progresión.
Todavía, su talento parece sentirse aún mucho más capaz en los toques libres que en los rítmicos.
Nos deja una bellísima rondeña, ampliando el horizanto que tras paco de Lucía han seguido Tomatito y otros. Y una taranta de emocionante calor lírico ajustado a los patrones clásicos del estilo, respetados por el guitarrista de forma muy efectiva y natural. En otros temas sin embargo, puede quizá demandarse mayor despliegue rítmico y otras soluciones técnicas más estudiadas en los cortes y en la ejecución del compás. En alegrías por ejemplo, donde por otra parte encontramos un puente central ingeniosamente modulado al que Curro Piñana pone voz en su cierre, demostrando que también es un guitarrista de amplio sentido musical. Algo puesto también de manifiesto en el tema Tarde de inspiración, balada de arreglos cuidados y elegantes.
Destacar el notable equipo de músicos que acompañan su guitarra en la grabación: Lázaro Issaqui, Jorge Pardo, Carlos Benavent –que deja un solo impresionante en la rumba que abre el disco- o su hermano el cantaor Curro Piñana, que pone su voz junto a Eva durán en los tangos Nace una rosa o en Llega la calma, un divertimento lírico que cierra un cante libre donde pueden escucharse melismas que parecen rescatados de la vidalita que Mayte Martín recrea en su último disco.