En defensa de las letras maltratadas
«¡Salsa será tu tía!» Siempre he pensado que con todo lo bellas y poéticas que puedan resultar, las letras podrían ser totalmente prescindibles en un cante…es decir, que si quien canta dijera palabras inconexas, sin el menor sentido o congruencia las unas con las otras, el cante tendría la misma fuerza de expresión, la misma belleza que al usarse una letra conocida o rancia dentro de los estilos de que se trate. Es obvio que, como condicionante, tendría que interpretarse con toda la emoción que normalmente se requiere. He visto en innumerables ocasiones la reacción, emotiva hasta las lágrimas, en alguien que escucha un buen cante sin hablar o entender una sola palabra del idioma. Pero resulta por demás risible, ridículo, que al consignar letras clásicas en libros o publicaciones varias, y no pudiendo descifrar con claridad lo que el cantaor o cantaora en cuestión pronuncia, se cometa el error, se tenga a veces la mandanga, la poca seriedad, de transcribir tonterías o barbaridades. ¿Por qué no preguntar a quienes, por su edad, profesión o cercanía con quien grabó tales cantes, serían los más indicados? ¿Es que no es de sentido elemental?
Me viene a la mente aquello que cantaba Pastora Pavón «En lo alto del cerro de Palomares, hay un gañán arando, con….»… Para mi sorpresa, resulta que el gañán que araba en lo alto, lo hacía con «cinco paules»…o para más morbo, con «cinco pobres»…¿no será un verso desos contestatarios?…es que arar con pobres habiendo bestias…. ¿Es posible que el autor o autores que escriben semejantes disparates no se cuestionen la lógica (o ausencia de ella) del resultado? Es cierto que no siempre se distinguen claramente las letras, palabras o frases en grabaciones de determinados cantaores o cantaoras, pero inventárselas de este modo, sacarse de la manga un absurdo resulta mucho peor que dejar en blanco los espacios, en cualquier caso. Quien haya tenido la menor familiaridad con las labores del campo en Andalucía en tiempos pasados sabe que se usaban dos, tres, cuatro, cinco PARES…(o más) de bueyes o mulas para la labranza. No es obligación conocer esto, indudablemente… pero sí es obligación, si uno va a emprender la tarea de consignar en libros las letras que grabó fulano o zutana, el hacer la investigación necesaria y, en esto del flamenco, no hay nada como ?preguntar a los viejos', a los mismos que cantan, a los que oyeron personalmente o conocieron al artista…y será el sentido común el que ayude finalmente a clarificar términos o frases oscuras. Luego nos dicen, «nunca se ha escrito sobre flamenco con el rigor que hoy se hace». Por falta de ejemplos no será… Citando otra, una siguiriya en voz de Caracol, que dice de manera casi lorquiana: A las doce o la una, Comparemos esto con la más bien incoherente 'transcripción' que se nos proporciona: A las doce o la una ¡Cómo estaría la sin conocimiento cuando vi el viento, ojú! Otra más, ahora una soleá cantada por Cayetano Muriel: Ya sale la luna llena ¿»De tu camisa morena»? ¿Tendrá algo que ver una camisa, nada menos que «morena», con que salgan los resplandores? Más surrealista imposible. Si no se entiende que el de Cabra dice «de tu carita morena», sería preferible dejar ese verso en blanco, vacío, con un signo de interrogación, con una X, con un letrero de «se alquila»…en lugar de herir sensibilidades con tamaño atentado. ¿O no? ¿Y qué tal aquello de «Eres ?salsa? y yo m'enreo»? ¿No es un primor llamar «salsa» al objeto de tu deseo en lugar de ?zarza?? ¡Y encima «enrearse», ¡no te digo! (Y si no, prueba con la parienta, a ver qué tal reacciona…por los clavos de…..) Alguien dijo que «la calidad es la suma de aciertos». Se podría añadir que la ausencia de calidad es la suma de meteduras de pata tan fáciles de corregir en su momento.
Pero güeno…esa es mi opinión, na' má…es como aquello de las lentejas…
Arzapúa . |