Arzapúa: Antonio Mairena, una perspectiva

¡Qué maravilla que nos abran los ojos a tantos equivocados que en el mundo somos! ¡Qué suerte poder llegar a sentenciar con esa seguridad que da la experiencia y sabiduría acumulada en tan pocos años de moverse en el mundillo flamenco!

Los peritos (¿en lunas?) modernos nos dicen lo que vale y lo que no vale en el cante, nos muestran las risitas de suficiencia a la mera mención de algún cantaor que demostró de sobra su valía en persona y en grabaciones pero que ellos deciden que no sirve. Así, de un plumazo. Y to'l mundo en su mutis. Y los propios flamencos, que son los que verdaderamente saben sobre el asunto, se acojonan por la fuerza que creen o piensan que tienen estos expertitos actuales cuyo conocimiento del compás se limita al tamborcito que en su día les regalaron los Reyes Magos.

-Pero oiga usté…lo noto ligeramente cabreao…

¿Y no voy a estarlo? La crítica siempre ha sido saludable, necesaria, un filtro equilibrante, pero las cosas que se vienen escuchando no caen en lo que se ha conocido siempre como crítica…son opiniones plenamente subjetivas e indemostrables desde un punto de vista técnico, flamencamente hablando. Porque, mire usté…ahora resulta que Antonio Mairena no sabía cantá…?amos, «que no sabía abrí la boca» como se escucha por ahí.

-¿Y quién dice esto, se pué sabé?

Pue sí, lo dicen algunos autodenominados ehpertos que memorizan fechas, nombres, estilos…pero que en cuanto rascas un poco te das cuenta que están como gaviotas en Burgos. Claro, después de eso no podrá extrañarnos que algunos clamen que Einstein no tenía la menor idea sobre matemáticas ¿verdad? Nooooooo, a eso no se atreve nadie…ni el mismísimo Hawking, con todo ese talento que le ha permitido criticar, con sentido, algunos postulados del buen Albert. Pero las altas mates son una cosa, y el flamenco es otra. Muchos dijeron, en su tiempo, que Einstein apestaba como violinista. Muchos hemos dicho, en su tiempo, que Mundo y Formas del Cante Flamenco estaba lleno de afirmaciones gratuitas y frutos de ciertos prejuicios maireneros que lo hacían poco fiable…o confiable. Ese es Mairena como escritor tratando de llevar agua pa' su molino (para lo que se apoya en Molina), en lugar de seguir el consejo antiguo de «zapatero a tus…» ¿Pero Mairena cantaor, muerto ahora hace veinte años….?

«Y de esto», decía el propio Mairena, «el
que más sabe, sabe un diez por ciento».

Volvemos a lo mismo…

-A mí ese tío no me gusta como canta, o como toca, o como baila.
-¿Por qué, 'quillo?.
-Poh porque no, ea.
-Poh vale, no digo na?.
-Porque no me llega, me paese frío.
-Poh güeno, tú te lo pierdes.

 

 

Contra eso no se pué discutir, digo yo. Pero que alguien que se lea cuatro libros, escuche veinte CDs, tome dos o tres cafés con tal o cual cantaor y tal o cual tocaor, tenga la…¿cómo se diría esto sin ofendé demasiao?…güeno, digamos que la cara de cemento armao pa? decir, no opinando sino afirmando además, que Antonio Mairena no sabía cantá…? Y encima suelen acusarle de inventarse cantes. Cantes que todos cantan ahora con la mayor tranquilidad (y nombran con las etiquetas que colocó él), como si eso fuera tan fácil, como si eso lo hiciese cualquiera, y encima fuera algo para avergonzarse.

Convencido estoy de que Mairena puso mucho más de su cosecha que lo que siempre admitió en muchos de los cantes que, afortunadamente, dejó grabados pa' los restos. Eso, sencillamente, lo hace más grande todavía. De sobra sabía, porque no era tonto, que el decir que tal o cual cambio, o tercio, o cante completo que hacía era creación personal, le iba a acarrear las suficientes críticas como para que no se aceptara ni se siguiera cantando. Al achacárselo a un viejo gitano o gitana, muerto hacía mucho, el escollo de la envidia se saltaba con cierta facilidad. El orgullo del creador supeditado a la permanencia de un estilo de cante…qué fácilmente se dice esto.

Claro, el consuelo es que ese filtro del tiempo pone a cada cual en su lugar…a los sabiondos, a los flamencólicos, a los que se las saben to?as…a los que tienen tirria o envidia y emiten sus sentencias senequianas como si supieran… «Y de esto», decía el propio Mairena, «el que más sabe, sabe un diez por ciento».

Sin que esto quiera decir, como siempre, que no se trata de una opinión personá…

 

Arzapúa

Columna de opinión ke bajo ningún consesto representa la del jefe

 


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