Nuevo CD de Manuel Moreno «El Pele»
Estela Zatania La receta es ocho guitarras, un piano y una personalidad cantaora sorprendente a la vez que veterana, dentro de un panorama discográfica que últimamente carece de sorpresas y veteranía. Manuel Moreno Maya, cordobés, nace cuatro años después de Camarón, y uno antes que José Mercé: esa generación bisagra entre lo clásico y lo contemporáneo, cantaores con empaque, respetuosos del arte jondo y ansiosos de explorar sus posibilidades. Esta nueva grabación llamada “8 Guitarras…y un piano”, del cantaor llamado “El Pele” es el producto de ese historial. Hace años, en una entrevista, El Pele denunció las condiciones que le imponían las discográficas, pero aquí viene a demostrar que un cantaor con personalidad, conocimientos y compás, respaldado con buena música, no necesita hacer más que cantar como él sabe para sacar una de las mejores grabaciones de los últimos años. La interesante moda de emplear a una variedad de tocaores, que aquí da titulo al disco, aporta vitalidad y dimensión a un trabajo hecho con honestidad y cariño. Se abre con taranta y cartagenera con el hermoso acompañamiento de Miguel Ángel Cortés, y ya estamos inundados del característico decir del Pele. El eco es de Caracol, sí, pero plasmado de manera absolutamente personal, con una inquietante dulzura que se vuelve agria cuando menos te lo esperas, y una cuidadosamente cultivada inestabilidad psíquica muy apta para el flamenco y que es el carné de identidad de este cantaor.
Tema |
El punto creativo solapado con el lenguaje del cante clásico.
Una canción balada por bulería, “Alfonsina y el mar”, con el acompañamiento del joven Daniel Méndez, y luego, Juan Carlos Romero pone la guitarra para soleá, un cante que Pele despacha con la sabiduría de un anciano y los detalles novedosos que le caracterizan. Bulerías dedicadas a Vicente Amigo, huelen a Jerez, principalmente gracias a la guitarra de Moraíto, y nuevamente Pele encuentra el punto creativo solapado con el lenguaje del cante clásico.
Fandangos personales, y nunca mejor dicho, con Moraíto a la guitarra otra vez. Seguiriya y cabal a velocidad acelerada y las cuerdas transportadas, así viene el paquete seguiriyero en el año 2008, y el sabio guitarrista cordobés, José Antonio Rodríguez, lo hace funcionar. La velocidad está disimulada de manera que aporte tensión sin restar jondura, aunque sobra algún que otro acorde de jazz.
Se me antoja decir “cantiñas de autor” para lo que hace el Pele con este palo. ¿Quién no recuerda aquello de “Sobre la playa llueve…” que ha quedado como uno de los nuevos clásicos de un cante que admite poca actualización? Diego del Morao pone la guitarra y Pele el ‘ange’.
Una canción a lo Caracol pero en contemporáneo, cantada al piano mencionado en el título, el de David Peña “Dorantes”, con la colaboración de María Toledo, es el tema más comprometido, entre compás libre y de amalgama, y la grabación se despide con una malagueña titulada “Carihuela”, acompañada por Niño de Pura y cantada con sorprendente delicadeza – Pele tiene un decir para cada cante – y un coro femenino remata con una estilizada rondeña.
Hace años que el Pele es figura de culto en ciertos círculos, pero todavía es un cantaor a descubrir para muchos. “8 Guitarras…y un piano” es un excelente vehículo para conocer el particular mundo inquietante de este sorprendente cantaor.
Más informacion
El Pele en la Bienal de Amsterdam