Estela Zatania
El año 2004 fue el año de Antonio Mairena. Para conmemorar el vigésimo aniversario de su desaparición, el XXXIII Congreso Internacional de Arte Flamenco fue celebrado en Mairena bajo el lema “Mairena y la reivindicación flamenca” con exposiciones, conferencias y recitales. El histórico libro “Mundo y formas del cante flamenco” de Ricardo Molina y Antonio Mairena fue reeditado por la Bienal de Flamenco, el Festival Flamenco de Cáceres fue dedicado al maestro en su trigésima edición y Luis y Ramón Soler publicaron un nuevo trabajo magistral después de catorce años desde su anterior obra: “Los cantes de Antonio Mairena” . Es una muestra pequeña de los múltiples actos y gestiones organizados en torno a la figura de Antonio Mairena a lo largo del año.
La generación actual tiene quizás un concepto algo confuso del cantaor. Por un lado, algunas de sus ideas más extremadas han sido atacadas y hasta ridiculizadas, pero muchos aficionados de la época antes de Camarón y Paco lo tienen como el maestro más grande que ha conocido el flamenco. Entre un polo y otro, sabemos que Mairena fue el antídoto a los excesos de la época conocida como la ‘ópera flamenca’…después de cuarenta años de frivolidad, superficialidad, fandangos populacheros, milongas y vidalitas, el cante recuperó su dignidad gracias, en gran medida, a la labor y genio de Antonio Mairena. Su contribución más importante fue la identificación, atribución y catalogación de numerosos estilos de soleá y de siguiriya como queda magnífica constancia en el libro “Antonio Mairena en el mundo de la siguiriya y la soleá” (Málaga, 1992) de los Soler.
Muchos jóvenes aficionados ignoran el lado festero de Antonio Mairena. Los que hemos tenido el privilegio de haberlo conocido y escuchado en vivo, lo recordamos como un gran festero e inspirado bailaor. En particular el famoso baile del pañuelo que muchos veteranos atribuyen al jerezano Juan Mojama, fue una especialidad de Antonio que pudo haberlo aprendido directamente de Mojama.
Estas imágenes inéditas de Antonio Mairena en plena fiesta fueron cedidas a Deflamenco por el aficionado Manuel Pérez, y documentan una reunión en Morón de la Frontera por el año 1969. De la autoría de las fotos sólo sabemos que se trata de dos hermanos, Dionisio y Tomás, muy aficionados a la fotografía y entre los primeros del pueblo en adquirir una “máquina de fotos”.
En algunas de las imágenes aparece el guitarrista moronense Paco del Gastor, además del bailaor y cantaor Miguel Funi de Lebrija, Curro Mairena y Manuel Mairena, hermanos de Antonio, y diversos personajes del ambiente de Morón en aquellos años.
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