Brillante concierto de guitarra en el festival de Músicas Sagradas
¿Es posible hacer una crónica de un concierto de un solista de guitarra sin citar a Paco de Lucía?
Sin lugar a ninguna duda y, además, es justo y necesario para refrendar el fabuloso panorama actual de nuestra guitarra.
Estábamos en el inmenso escenario del Bab Makina del festival de músicas sagradas de Fes con un público entregado a la reencarnación de Zyryab cuando Rafael de Utrera entonó los versos de “Requiem” encadenando preguntas con respuestas de la guitarra del Amigo conmocionado por la temprana muerte del maestro. Era el último bis fundido con “Roma” un instrumental cocinado a fuego lento por la guitarra de Vicente. Hace falta “bemoles” para acabar así un concierto por la parte lenta de la vida, con el éxtasis desbordando los sentidos de los oyentes.
Hay una foto de Paco Manzano en la que aparecen Manolo Sanlúcar, su hermano Isidro Muñoz y Paco de Lucía templando la guitarra de Vicente Amigo que había ofrecido su instrumento para escucharlo en las manos del prodigio. Vicente siempre será en la historia del flamenco “la siguiente generación”, el primero de los alumnos destacados, el delfín; así que no importa lo grande que sea Vicente Amigo, si le mencionas a Paco de Lucía siempre, siempre, te hablará de la inmensidad y profundidad de su estela. Su antecedente, en palabras de Rubén Blades.
EL ZARPAZO Y LA SANGRE
El concierto empezó con la guitarra en solitario encadenando toques y melodías y un zarpazo que arrancó el aplauso de un respetable cautivado por la excelencia técnica del guitarrista, en el siguiente zarpazo el personal se quedó en silencio esperando a ver si salía sangre o qué. Los espectadores no eran los únicos asombrados. “Llevo 20 años de gira con Vicente y nunca le había visto así, le salía todo” dijo después uno de sus músicos. Ese “todo” incluye los triples saltos mortales sin red en el circo de los guitarristas. Pero no todo era técnica sobresaliente, en los entresijos de su música se podía percibir la presencia de duendes y escalofríos. Nadie dijo ¡OLE! porque estábamos sin aliento.
“Estoy muy contento de volver a Fes, una de las ciudades más bonitas del mundo” y lo dijo sin intentar la traducción simultánea, sin esperar el aplauso… sin mencionar su anterior concierto en el mismo lugar hace siete años acompañado por una orquesta inadecuada. Luego contó que le quería dedicar una bulería al lugar donde jugaban al futbol sus compañeros de colegio, un lugar donde iba a ensayar y a estudiar con su guitarra “me llevé más de un balonazo” añadió sin precisar si era una metáfora de un niño que prefiere jugar con guitarras en lugar de con amigos y balones.
¿Fue un concierto perfecto?
Fue impecable desde el punto de vista de la guitarra pero dificultoso para los músicos acompañantes situados en media luna en un escenario en el que cabe medio campo de fútbol. En un extremo el bajista “Popo” al borde de la distorsión con su quinta cuerda; al lado de Paquito González un percusionista de precisión que toca con muchísimo gusto, en el otro extremo Rafael de Utrera cantaor de múltiples talentos y a su lado Daniel Navarro que parecía destinado a sostener el compás hasta que sacó los pies a pasear y nos ofreció una lección de armonía desde la planta del pie al tacón.
Pocas veces hemos visto a Vicente Amigo tan contento y es la primera vez que lo vemos con babuchas, quizás sea la reencarnación de Zyryab aquel músico que llegó a Córdoba hace muchos siglos y revolucionó el arte de tocar, la música y los modos y maneras de sentarse a comer.
LA ACADEMIA DEL PLACER y PALESTINA
La reforma de museo Batha nos ha dejado, esta edición, sin el escenario fundamental de la tarde con unos conciertos debajo de un roble inmenso que reflejan el verdadero espíritu del festival. En su lugar se programó a la Accademia del Piacere en los jardines Jman Sbill bajo un calor sofocante y con todos los músicos vestidos de negro. La Academia hace música antigua y cuenta con dos flamencos reconocibles: el percusionista Agustín Diassera y el guitarrista Dani de Morón, uno de los grandes del instrumento que, en este contexto, se empeña en no sonar flamenco. Ya indagaremos cómo esa manera de trabajar e investigar en el pasado interviene en el futuro del flamenco. Es preciso mencionar a la cantante Ghalia Ben Alí que nos habló de Jerusalen como “la ciudad habitada por TODOS los profetas” antes de que los hombres comenzaran a matar en el nombre de DIOS. Actriz y cantante de una expresividad contagiosa se bailó todas las canciones armada con tres plumas con los colores de Palestina y fue acompañada por el público local y el asombroso sonido de las violas de gamba dirigidas por excelso Fahmi Alqhai y un coro que pudo desfallecer al sol.
FESTIVAL DE MUSICAS SAGRADAS DE FES. BAB MAKINA. VICENTE AMIGO
Vicente Amigo, guitarra; Antonio Fernández «Añil» 2ª guitarra; Paquito González, percusión; Rafael de Utrera, cante; José Manuel Posada Oviedo «Popo», bajo; Daniel Navarro, baile
Fotos & Vídeos: @Manjavacas.flamenco
ACADEMIA DEL PIACCERE. JARDINES JMAN SBIL FES
Fahmi Alqhai · Vihuela de arco y dirección; Ghalia Benali · Canto; Sonsoles Espinosa · Canto; Quiteria Muñoz · Canto; Marta Huarte · Canto; Marisol Boullosa · Canto; Ana Olaso · Canto; Christian Roca · Canto; Jose M. Bustamante · Canto
Jose Antonio Hoyos · Canto; Dani de Morón · Guitarra; Rami Alqhai · Vihuela de arco; Johanna Rose · Vihuela de arco; Javier Núñez · Órgano positivo; Agustín Diassera · Percusión
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