Capitulo 1 ¡Ase-re-jé! (la versión original)
En el flamenco no existe la categoría de “rap” ni en los cantes ni en los palos. En el hip hop no existe la categoría de flamenco. Empate. Y sin embargo, sabemos que existe el rap flamenco (y el flamenco rap).
El Museo nacional de antropología de Madrid (frente a la estación de Atocha) ofrece hasta el 1 de noviembre del 2022 la exposición gratuita “Todo empezó en el ochenta y cuatro. Orígenes del graffiti en España” en la que se documenta el nacimiento y desarrollo del hip hop en nuestro país. Ya saben, primero fue el baile (break dance) y luego llegaron el graffitti y el rap.
Los primeros síntomas del contagio de la fiebre del hip hop procedente de Nueva York se manifestó a través de las bases militares americanas (el mismo lugar por donde entró el rock and roll). El fenómeno del break dance se extendió por los barrios populares del mundo occidental y llegó al barrio de Santiago en Jerez donde un monaguillo llamado Tomasito empezó a rapear por bulerías los anuncios de la tele y las oraciones de la misa. En Barcelona Ramón Giménez hace break dance muchos años antes de convertirse en el guitarrista de Ojos de Brujo. También destaca un grupo que baila hip hop en el barrio de Gracia donde Gato Pérez se cayó de culo ante los misterios de la rumba catalana.
Antes de que los amantes del flamenco clásico arruguen el entrecejo y los aficionados al jazz comiencen a calificar de demoniacos al trap y al reguetón debemos señalar que el flamenco ha convivido con el rap en los últimos cuarenta años. Pared con Pared.
Paco de Lucía y su grupo ofrecen en 2012 un concierto en la Bahía de San Francisco (Oakland, Estados Unidos), tienen la adrenalina por las nubes y un agujero en el estómago. Los de la asociación flamenca de San Diego acompañan a los músicos hambrientos hasta un puesto de hamburguesas callejero cerca de allí. Paco se va al hotel y los demás hacen cola, durante la espera, se desencadena el mecanismo cuando aparece un rapero…
BREVE HISTORIA DEL RAP
El rap nació oficialmente en la calles de Nueva York en los barrios negros y latinos (especialmente el Bronx). El primer tema que sonó en las radios fue «Rapper’s Delight» de The Sugar Hill Gang, publicado en 1979. Así que los veteranos nos acordamos, del tema y sus efectos. ¿Alguna conexión flamenca? ¿Recuerdan la letra?
“I said-a hip,
hop, the hippie, the hippie
To the hip hip hop-a you don’t stop the rock
It to the bang-bang boogie, say up jump the boogie
To the rhythm of the boogie, the beat”
Prueben con un acento más cerrado, como un negro aunque sea de origen latino (y no se preocupen del mensaje):
“A-se-re-jé,
jop…”
Exacto, aquello que nació en Nueva York llevaba prendido en la solapa el ADN de la juerga, el barullo y el compás. Pero eso no lo sabía nadie excepto Lola Flores -¿cómo me las maravillaría yo?- que una noche en Jerez dijo. “¡Que llamen a Tomasito y nos de gloria!
Por aquellos tiempos el niño Tomás Moreno Tomasito (Jerez, 1969) era monaguillo y rapeaba los anuncios de la tele (Mister proper) y los cánticos de la misa con un compás que nunca nadie ha podido aguantar (y la lista es muy larga: desde Wynton Marsalis a las doce tribus de Sudáfrica).
Los barrios de las grandes ciudades de todo el mundo empiezan a ver extraños símbolos en las paredes, pero lo que de verdad empezó a tener color fueron los vagones del metro.
Asociados a pintar trenes y a darle compás a las palabras había un baile espectacular (el break dance) que se practicaba en los mismos barrios y que los chavales llevaban al centro de las ciudades en exhibiciones donde cada grupo de cada barrio retaba al vecino por superar en talento y espectacularidad. Esa fue la puerta de entrada a la música de Ramón Giménez (cofundador del grupo Ojos de Brujo) o Yumitus de la Payoya (sobrino de Peret, hijo de la Payoya, cantante y teclista, rumbero y salsero junto a Gato Pérez). En ambos casos no hay ninguna duda de que su destino habría sido musical con o sin rap. Pero fue con rap como al resto de su generación, muy influida también por los pasos de Michael Jackson. ¡Thriller! (1982) que incorporó pasos de baile del “break dance” como el “moonwalk”.
El hip hop había prendido en todo el mundo occidental y en España aparecía en la tele en los concursos de baile y los programas de actualidad.
Desde entonces las bibliotecas de los museos de arte moderno pusieron en custodia los libros de fotografías de los murales al mismo tiempo que las tiendas de sprays encadenaban los botes de pintura. El documental del fotógrafo neoyorquino Henry Chalfant “Style wars” (1983) se convirtió en un tesoro para los estudiosos y una pesadilla para la policia y los servicios de limpieza de los trenes suburbanos de las grandes ciudades que comandados por el alcalde de Nueva York proclama que “el graffitti es un crimen” y aquellos chavales artistas que lo practican, unos peligrosos delincuentes.
En 2018 Suso 33 organiza la exposición “El graffiti no es un crimen” en homenaje a Henry Chalfant en el CEART de Fuenlabrada Madrid. En la inauguración nos regalan unas linternas y entramos a la expo como quien entra clandestinamente en los talleres del metro. Desde la primera planta Henry Chalfant llora emocionado.
A estas alturas el graffitti ya ha entrado (a regañadientes) en los museos de arte contemporáneo. En 2019 Suso 33 repite la exposición en el museo del Bronx (Nueva York) ante el asombro del mundo del arte contemporáneo y el agradecimiento de la comunidad del hip hop, incluido el director de cine Spike Lee que le dice: “Gracias por mostrarnos nuestra cultura”.
Suso33 ha comisariado en el CEART de Fuenlabrada una exposición sobre el Arte Urbano. Los que hace unas décadas eran detenidos, multados y estigmatizados ahora embellecen las ciudades a lo grande. No me digan que no les suena flamenco. Claro que este año el ayuntamiento de Madrid ha anunciado que va a endurecer las multas por hacer graffittis y ha borrado murales que había autorizado el anterior equipo municipal.
SUSO 33 Y ENRIQUE MORENTE
En 2008 Suso 33 colabora con Morente en la presentación del disco “Pablo de Málaga” en Guernika. El graffitero recuerda: “para los músicos más jóvenes de Morente yo era una especie de héroe que había pintado las paredes y los trenes de su barrio”. Tras aquel primer encuentro el cantaor prepara una colaboración más orgánica con los aerosoles que se desvanece por causa mayor. Enrique llega a tontear con el rap en su concierto grabado en el Liceo de Barcelona en septiembre de 2010 en el que bromea en la presentación con un sampler antes de cantar unas seguiriyas que te parten el alma. “Yo quité el sampler” recuerda Bandolero que fiel al espíritu de Morente se dejó llevar por el arte y no por la máquina.
En la época de Morente en la sala Revolver (años noventa) en Madrid, Tino di Geraldo puso un sampler en uno de los conciertos a espaldas de los Habichuela, pero según testimonios de los presentes “no había manera de distinguir un sampler del aire acondicionado” dado el nivel de excitación mayúsculo de aquellos conciertos en el que la voz de Morente siempre se impuso en un ambiente metálico. Osea muy heavy. Con el paso de los años Pepe Habichuela recuerda orgullosamente aquellos conciertos y aquellas novedades.
AVISO: EL FLAMENCO CLÁSICO Y EL HIP HOP NADA QUE VER
Aviso: El flamenco clásico nada tiene que ver con el rap, ni con el hip hop. Sin embargo, en los últimos 40 años el rap ha ejercido una poderosa influencia en los músicos del flamenco que frecuentemente han compartido el mismo espacio vital. Repetimos, pared con pared.
HEY PIJO, QUE ESTÁS AHÍ,
SÁCATE LA MANO DE LA NARIZ
A finales de los años ochenta la compañía BMG Ariola y su director José María Cámara apuestan por el rap. Fichan a un montón de grupos y lanzan un recopilatorio “rapin´Madrid” con una composición de MC Randy “Hey pijo” que se vende como pan caliente. En discos Dro publican otro recopilatorio. Aquella generación se estrella con la mecánica de la industria. Tras la primera impresión el hip hop vuelve a sus cuarteles de invierno pero el siguiente intento será el bueno.
La siguiente generación madrileña frunce el ceño. Desaparecen las sonrisas. Todo es duro, sin concesiones, nace el Club de los Poetas Violentos y su sello es Zona bruta que se presenta en sociedad en el Festimad de Mostoles, bronca. En Barcelona 7 Notas Siete Colores, en Zaragoza Violadores del Verso, en Sevilla SFDK, todos serios y todos con cara de malos.
En los años noventa se celebra un Festival hip hop en un barrio de Madrid, los grandes del rap posan para el suplemento de tendencias de un periódico de gran tirada. Es la presentación de una jovencísima Ari, nacida en la República Dominicana y criada en Gerona. ¿Al Dj no se le ha ocurrido hacer “scratch” con merengue? Las miradas de ira son más fuertes que las del asombro. ¿Mezclar flamenco y Rap? ¿Te has vuelto gilipollas? Llegan noticias de que Afrika Bambataa en su última gira española ha utilizado una base de reggaetón y ha sido abucheado por la peña.
¿Pero qué ha pasado entre los flamencos, los gitanos y el hip hop?
LOS FLAMENCOS RAPEAN Y SE MEZCLAN
1993 sala Caracol un tipo que lleva un sombrero y una barba (como la de El Cabrero) inquiere con firmeza al dj ¿qué es eso que has pinchado al final?
-Que farem, del Yumitus, sobrino del Peret hijo de la Payoya grabado con Antonio Carmona al cajón y Carles Benavent al bajo.
-Te compro el casette
-No puedo. Lo pillas por 200 pesetas el domingo en el rastro
El tipo me mira desafiante y coloca un billete de mil pesetas sobre la barra, pone la mano sobre el dinero y lo arrastra hasta que se queda debajo de mis narices. Imito el gesto y arrastro el billete y la cassette hasta dejarlo debajo de su sombrero y la barba mientras le digo. “Te lo regalo”. El tipo me mira a los ojos como si estuviera en una película de Sergio Leone. Ahí, justo ahí, agarro el billete y me lo meto en el bolsillo.
El disco de Yumitus apenas había tenido repercusión y aquel rap por bulerías “Que Farem” se había convertido en el último tema que sonaba en las calientes noches de la sala Caracol antes de que los nuevos y los viejos flamencos se juntaran otra vez en las cuevas del Candela.
Que farem? Con Yumitus, AiAiAi y Chipén
Una sesión con dj gufi https://gladyspalmera.com/jose-manuel-gomez-gufi-flamenco-rap/
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