El flamenco no se topaba con un golpe semejante desde que José Monge “Camarón de la Isla” nos dejase hace más de tres lustros. Buen amigo del isleño, Enrique Morente Cotelo representaba uno de los mayores exponentes de la creación flamenca de la actualidad. Posiblemente su cima.
Fotos del concierto en Torrelodones (Madrid) el 20 noviembre 2010 de Enrique Morente por Paco Manzano
Creación en el más amplio sentido de la palabra, la obra de este granadino que vino al mundo como un Mesías, Navidades de posguerra, no puede entenderse si no es con varios prismáticos del mayor de los aumentos.
El primero, que nos lleve hasta la lejanía de una ortodoxia difícilmente rebatible. Desde que se pegó a Aurelio Sellés y a Pepe de la Matrona lo único que admitía su portentoso oído eran las claves que le harían sabio. Enciclopédico, a la altura de los más grandes de la Historia. Ahora, además, frente a sentencias indemostrables, podremos presumir de tener material de audio en forma de discoteca imprescindible y observar quién fue creador de verdad.
Defensor a ultranza de la veta artística de Chacón, cantaor ultrajado sin compasión, Morente lo redescubrió como Mendelssohn hizo con Bach. Todo mientras rebuscaba entre los maestros del cante y del toque para empezar a dar en el cogote a inquisidores de variado y dudoso pelaje.
Fotos del concierto en Torrelodones (Madrid) el 20 noviembre 2010 de Enrique Morente por Paco Manzano
Enamorado sincero de una ortodoxia abierta que nunca dejó de lado, añorando hasta hace poco a Montoya y Manolo de Huelva como armas para atacar las miserias humanas actuales.
Imposible resumir tanto conocimiento de la raíz para irse por las ramas sin echar el árbol flamenco abajo.
El segundo, un prismático que se ponga un traje de luces de valiente. Mucha de esa es la que puso desde sus inicios para romper, este sí hasta sus últimas horas, tantos caminos como discos se le iban ocurriendo. La palabra “concepto” fue su llave maestra. Y la libertad ese ribete con el que remataba cada obra.
Porque fue tan libre que se permitía el lujo de cantar a la concurrencia atea todas las letras de vírgenes y santos que se sabía y al día siguiente plantarle cara a los grises y dormir en el calabozo con la mayor de las dignidades.
Maestro de libertades, sí, que entendió la independencia como su única amiga. La genialidad de Enrique Morente siempre tocaba la fibra tanto de los cancerberos de la pureza como de los públicos de última hora. Y a todos daba armas para el combate.
Todavía no habíamos asimilado discos suyos de hace casi una década y toca demostrar que no nos ha pillado su muerte con el pie cambiado.
El tercer y definitivo prismático, el de su posición real en el flamenco. Frente a reediciones más o menos edulcoradas de la fonoteca flamenca, la aportación de Enrique Morente no tuvo rival porque no tenía ni siquiera par que se sumase a su concepción de liderazgo desde la vitalidad. Se ha ido el número uno.
El cante no ha tenido más renovación que la que él quiso en todo momento. Un peso de la púrpura que, también en lo comercial, nadie discutía. Hizo perfectamente compatibles un estreno londinense con una noche de juerga al lado de su Miguel en el Candela, el teatro de mayor caché con una reunión de cabales al calor de una partida de cartas. Y su hegemónica posición permanecía inalterable.
La guitarra de Enrique
Con la única salvedad de su equivalente en la guitarra, Paco de Lucía, el cantaor del Albaycín fue acompañado por todos y cada uno de los mejores guitarristas de cada generación que cruzó por su vida.
No se recuerda otra voz flamenca con mayor afición por la guitarra, entendiendo por aficionado aquel que más tocaores le caben en la cabeza.
Desde Niño Ricardo y Sabicas hasta el último de los Carmona, el nieto Juan, ningún guitarrista que medio haya sonado en el panorama de la sonanta se quedó sin tocar a su vera aprendiendo tanto o más de él que de los principales maestros del toque.
Y a todos ennoblecía con su arte, de todos ellos sacaba cualidades que elevaban sus carreras automáticamente. Manolo Sanlúcar, la familia Habichuela, Félix de Utrera, Cañizares, Tomate, Gerardo, Vicente, Juan Carlos Romero, Josele, Paquete, Cerreduela…si alguien duda de la afición por la guitarra de este cantaor que repase discografía y vaya apuntando. Y si no baste una pintura sonora: Enrique Morente rescató a Riqueni en su última gira, la de estos últimos meses. Los foros volvieron a hablar de otro genio gracias a la sensibilidad de su amigo. Estaba en todo.
La guitarra y los guitarristas estarán agradecidos a un cantaor que dominaba como pocos el toque. Los jóvenes de ahora todavía soñaban con que les llamase cualquier día…
Fotos del concierto en Torrelodones (Madrid) el 20 noviembre 2010 de Enrique Morente por Paco Manzano
Después de Enrique Morente
Cuentan que, estando aún Manolo Caracol de cuerpo presente, alguien señaló sin rubor y a voz en grito a “Camarón de la Isla” como el heredero de su hegemonía cantaora. Ahora, teniéndonos que comer décadas forzosas sin Morente, la labor renovadora en el flamenco queda del todo huérfana, a la vez que un líder que represente al cante en las cumbres de este arte que ya es Patrimonio del Humanidad.
El hueco es tan notorio que el pesimismo se abre paso sin que podamos evitarlo, y no es ser agorero. A ver quién se pone ahora a rebuscar… Es necio señalar otros artistas como seguidores de una estela que sabíamos única. Un motor tal que ahora, en 2010, nos hacía tener las mismas esperanzas en este cantaor que nuestros antepasados en tiempos de la Transición.
Con una lucidez fuera de lo común y en unas condiciones para el cante mucho mejores que las de artistas veinte años más jóvenes, los únicos discos que sabíamos vendrían cargados de información fresca eran los suyos, y, siendo sensatos, no podemos mirar a nadie más. Estaba claro quién era una garantía.
No quedará más remedio que buscar y buscar, y seguramente encontrar algún día, pero ningún aficionado, en su sano juicio, adivina hoy un sustituto claro con las ansias, capacidad, sabiduría y aficiones flamencas que poseía, en esta su segunda juventud, el maestro. Hablamos de renovación.
Hablamos de intuición, riesgo y afanes por la estructuración de nuevos lenguajes, nuevas puestas en escena, atracción de otros grandes artistas al flamenco…nada más y nada menos.
Sabemos lo que hay en el presente, que es mucho y bueno, pero indiscutiblemente si hablamos de flamenco el predominio es la reedición y reiteración de modelos conocidos, entendibles y reñidos del todo con el riesgo a bolsa vacía o más allá, a bolsa llena sin nada que demostrar.
No es por las mimbres, que las hay, la pesadumbre viene por la filosofía que prima hoy en la cantera. Lo que la mayoría quieren para ser artistas. Quizá sean jóvenes pero ahora toca espabilar antes de la cuenta. Por eso y porque, entre otras muchas cosas, Enrique Morente nos ha dejado siendo un chaval.
Hemos querido contar con algunos testimonios de profesionales y gente del flamenco, todos buenos conocedores de la obra de este granadino universal que en estos primeros momentos se han sumado a nuestro pesar. Lista que se irá engrosando conforme pasen las horas y los días…
Comentarios
Norberto Torres (flamencólogo y guitarrista)
«Después de Antonio Chacón, Enrique Morente ha sido el principal maestro del flamenco lírico de la Andalucía oriental, donde melismas y poesía son una misma expresión. Pero también referente y fuente de una forma muy seductora de entender el flamenco, en movimiento desde la rebeldía. Deja un vacío impresionante e inquietante. ¿Quien guiará ahora la evolución del cante?»
Romualdo Molina (periodista y flamencólogo) “Tuve la oportunidad de hacer varios programas con él. La genialidad era su característica principal. Una sorpresa humana y artística continuas. Pienso que en momentos como este lo mejor es adoptar una actitud constructiva. Los hindúes en la muerte de alguien dan gracias al Cielo por el tiempo que tuvieron cerca de ellos al fallecido. Nos queda un gran legado y todo el tiempo que le tuvimos aquí.”
David Peña “Dorantes” (pianista)
Enrique Morente es porque aún es, servidor de futuro, Separador de ramajes para un sendero limpio, Enrique Morente es por que aún es, nuestro. Te tengo maestro, te tengo conmigo.
Juan Manuel Mora (cantaor)
“Se va Enrique y con él se nos va un gran «trocito» de nuestro flamenco. Maestro, allá donde quiera que estés, gracias por haber iluminado el camino de muchos de nosotros y por hacer que nos sintamos orgullosos de ser flamencos. Siempre serás fuente de inspiración, manantial de sabiduría, pozo de «jondura» y mestizaje de culturas (sin perder un ápice de purismo flamenco). Gracias Enrique Morente, descansa en paz MAESTRO”.
Flavio Rodrigues (guitarrista)
«Sin lugar a duda, nos ha dejado uno de los grandes. Un gran aficionado y maestro a la vez, que jamás ha renunciado a la total libertad que disponía a la hora de crear y de promover el intercambio constante entre el flamenco y otras músicas… los flamencos le debemos mucho por ello y la música del planeta lo echara mucho de menos.»
Juan Antonio Suárez “Cano” (guitarrista)
“nos ha dejado una personalidad creadora insustituible”
María Toledo (cantaora)
“Quiero decir que para todos los amantes del flamenco, se nos va nuestro referente, la voz, la maestría, la estrella que nos guía. Jamás olvidaré cuando en el círculo de Bellas Artes le entregaron el P emio Ojo Critico de RTVE me dijo: “María, siempre estudia lo clásico, ese es el camino. Luego haz lo que sientas, pero no dejes de cantarme esa taranta de la Niña de los Peines”. Estoy muy triste, es el cantaor que más ha hecho por la juventud, adelantado a su tiempo, una pena muy
grande…”
José Maya (Bailaor)
“Me encuentro en París y estoy realmente conmocionados con la noticia, no sabes como lamento no poder estar ahí para darle mi ultimo adiós al maestro y todo mi apoyo a la familia en estos momento tan difíciles. Hoy es un día de luto para la cultura en general y para todos los aficionados al mundo del Flamenco. Lamento profundamente la perdida irreparable de Don Enrique Morente «Maestro del Cante Jondo» Un genio, un creador e innovador irrepetible. Un poeta maravilloso. Una persona brillante con un corazón y una nobleza fuera de serie. Nos deja un gran vacío… Nunca olvidare el respeto y el amor que sentía por el flamenco y por todos los artistas. Seguiremos escuchando la voz de tu alma en el ir y en el venir de quejíos flamencos, porque siempre estarás aquí.
TOMASITO (Cantaor y bailaor)
“Se nos fue uno de los más grandes, si no el más grande cantaor. Y sobre todo una buenísima personal. Un artista puro y moderno, improvisador y conservador, rockero y heavy…quedará para la Historia. Viva Enrique Morente, el más grande”
Ezequiel Benítez (Cantaor) “Maestro Enrique Morente, patrimonio de nuestros recuerdos flamencos, buscador de sonidos, ideas, viajes hacia lo desconocido. Don Enrique Morente, sabes bien que no te has ido porque los grandes siempre quedan para seguir dándonos alegrías llenas de recuerdos y momentos gloriosos. Una vez coincidimos los dos en el Espárrago Rock actuando en el mismo escenario, tú con tu glorioso Omega, y yo con mi familia. Recuerdo verte y engloriarme de lo que sentí que manaba de tu ser, luego te vi varias veces en mi estancia en Madrid…no sé… gracias por dejarnos tu amor por este arte que nos vuelve loco….. Descanse en Paz”
Payo Humberto(Aficionado y amigo íntimo de Enrique Morente)
“Vuelo de Estados Unidos a Madrid. Se ha ido el último artista”.
Carlos Piñana (guitarrista)
“Nos ha dejado uno de los últimos y grandes Maestros que quedan del flamenco. De un calado artístico de tal magnitud, como pocos en la historia de la música española. Como persona, tuve la gran suerte de comprobar su calidad y dimensión humana, cercana, amable y especial. El flamenco se queda ahora huérfano de uno de los artistas que dejan huella imborrable, será imposible que alguien pueda ocupar se puesto de Magisterio flamenco. Somos sus compañeros ahora, los que debemos dignificar y engrandecer su historia y obra, para los anales de la historia del flamenco…”
Antonio Carrión (guitarrista)
“El cantaor más libre cantando. Con ese Dios particular único. Partió de la ortodoxia, bebió de ella y sobre ella caminó hacia la Vanguardia creando verdaderas joyas. Un beso muy grande Enrique, allá donde estés”
Juan Ramón Caro (guitarrista)
“Si Morente era una grandísima figura, ahora se ha convertido en un mito. Ha sido uno de los cantaores más inquietos, arriesgados y valientes. Todo lo hacía desde el amplio conocimiento que tenía del flamenco, porque era un grandísimo aficionado. Pero si era grande como artista, como persona ya era caramelo. Cuando le propuse que cantara en un tema de mi disco, me mostró una ilusión que me sorprendió. Cantó de una manera tan sublime por siguiriyas, que será difícil de superar. Gracias Enrique por tu grandísimo regalo. Ahora estamos en estado de shock, pero con el paso del tiempo nos daremos cuenta de lo mucho que hizo por el flamenco. Siempre estarás con nosotros Enrique…”
Mayte Martín (cantaora)
…. Y el silencio enmudeció.
a tarde del 13 de diciembre de este año a punto de agotarse, la música blanca, la que encierra todos los sonidos que puedan existir: el silencio, se quedó mudo.
uántas cosas se dirán, se escribirán, se habrán escrito ya del maestro morente. Se ensalzará su incomparable talento, su poderosa personalidad, su profundo conocimiento del legado flamenco, su imaginación inagotable y sin límites. Todo ello es absolutamente cierto, y de justo reconocimiento; pero yo, por mi reciente experiencia con él, tengo la irrefrenable necesidad de hablar de otra cosa, de lo esencial, de lo importante, que por supuesto ramificaba también en su arte, pero que tenía su raíz en su alma noble, libre y generosa. Yo quiero hablar de lo sagrado de su aportación al mundo de los mortales, flamencos y no flamencos, que somos lo mismo. De su poderoso impulso libertario extendido por siempre y desde siempre a todos los aspectos de su vida. De su sentido de la ética, esa palabra sagrada en peligro de extinción, de su compromiso real y sólido con los valores que el embrutecimiento del universo amenaza con relegar. Esa es la mayor de las pérdidas y el mayor de los regalos que enrique hizo a quienes tuvimos la suerte de cruzarnos alguna vez en su camino. Porque su religión era todo aquello que para otros es solo un romanticismo.
Su silencio eterno es un grito a la libertad; a la lucha por proteger la integridad en el arte, lo único que de verdad eleva las almas y las hace tener la certeza de que un mundo mejor es posible. Después de morente, se ensancha nuestra obligación moral de preservar ciertas cosas de las que él era ejemplo vivo.
s tan esperanzador que aún haya cosas que no tienen precio… al día siguiente de su actuación en el molino -colaboración que yo le pedí personalmente para que echara el agua bendita a un proyecto que nace gracias a ese idealismo que para él era religión y para otros solo un romanticismo-, me llamó por teléfono para decirme que no quería cobrar por la actuación, que esa era su aportación a la hermosa y difícil peregrinación que yo había emprendido en pro del flamenco del alma.
a noche del 23 de noviembre morente cantó como si supiera que esa sería la última vez que lo hacía. Entregado y rendido a la fragilidad de la vida. Diría que presintiendo su muerte.
espués de esa mágica noche todos los que tuvimos la inmensa suerte de estar allí, la noble causa por la que él nos regaló su arte, los idealistas y el flamenco, cuyo patrimonio, como él bién decía, debía ser la humanidad y no al revés, estamos ya por siempre benditos.
racias maestro.
Enrique Morente con Mayte Martin, el día de su última actuación en directo el pasado 23 de noviembre en El Molino de Barcelona. Foto: Isabel Camps
Juan Estrada (empresario y road manager flamenco)
“Es difícil decir, hablar o calificar en estos momentos la muerte del Maestro Enrique Morente. Calificativos sobre su carrera artística ya se le han dedicado todos, y todos son magníficos y buenos, pero yo prefiero resaltar del Maestro su forma de ser como persona. Enrique poseía el mayor tesoro que puede tener una persona, honrada, sana, sencilla y honesta como era él. Eran los millones de amigos que tenia y el respeto que le teníamos todos, porque era todo sencillez y bondad, todo lo grande que era como artista, lo era como persona, nunca tenía un no o una negativa a nadie, ¡que lástima que se haya ido con todo lo que le quedaba por decir y hacer! Pero bueno. Seguro que lo seguirá haciendo allá arriba, imagino que ya estará cantando al lado de Camarón y les estará tocando el Maestro Ramón de Algeciras, menudo concierto!!. Descanse en Paz”
Paco de Lucía
“Morente era el más honesto. Se ha ido un referente de la música flamenca y no sólo como artista. Era una persona inteligente, llena de imaginación, ilusión, originalidad, simpatía…y así no parar, un ejemplo a seguir.»
Juan Carlos Romero (guitarrista)
“Hacía tiempo que no nos veíamos. Esta vida nuestra tiene estos vaivenes. Pero como le decía a su hija Estrella hace muy pocos días: dile a tu padre que siempre me alegro de verlo aunque sea en una fotografía en cualquier revista o periódico, me sonsaca una sonrisa cómplice y llena de afecto. Era el encanto de Enrique, su magnetismo. Ha sido una de las compañías más gratas que he conocido. Una de las personas que más me ha gustado compartir un rato de charla y una copa. INTELIGENTE, con esos dos ingredientes que jamás pueden faltarle a la inteligencia, la bondad y el sentido del humor. APASIONADO, del cante, del flamenco, de la poesía, del arte en general, de su hija Estrella. VALIENTE con su arte, en sus ideas, el más joven de todos, él era la vanguardia y tenía 68 años. ARTISTA, cantaor extraordinario, personalísimo, con el 6º y 7º sentido que todo gran artista tiene. Imprevisible, humilde, siempre ávido de aprender, por eso era sabio. Leal a sí mismo, a su libertad, a su familia y a sus amigos. Adiós a nuestro querido amigo Enrique Morente al que le espera abierta de par en par la galería de los inmortales”
José Antonio Rodríguez (guitarrista)
“En estos momentos solo puedo darte las gracias Enrique, por provocarme la afición y las ganas de escudriñar en el arte flamenco. A través de tu discográfica y después de forma directa contigo, descubrí otro mundo flamenco que me enriquecía y me atrapaba. Hablar de tu figura seria interminable, yo prefiero recordar en silencio dos momentos entrañables que pasé contigo… cuando venías a casa desde Granada, para ensayar el concierto en el Gran Teatro de Huelva y los meses que pasamos juntos preparando la obra “A oscuras”. Tu capacidad humana hacia aquel José Antonio, casi un niño, es para mí toda una carrera de aprendizaje y vida. No te imaginas lo que me enseñaste en aquellas conversaciones y ensayos. Me duele pensar que físicamente no te voy a ver más, pero… en el corazón y en la mente has quedado grabado para siempre. Adiós maestro… adiós amigo”
Marcos Escánez Carrillo (periodista, road manager y amigo personal de Enrique Morente)
Después de que el flamenco fuera declarado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el Maestro Enrique Morente dijo muy acertadamente que la humanidad era patrimonio del flamenco. Es difícil poner orden en estos conceptos. Lo único que tengo verdaderamente claro es que el mayor patrimonio de Morente era la humanidad y el flamenco.
Alfonso Salmerón (cantaor)
“Enrique y yo llegamos juntos a Madrid y vivimos muchas experiencias juntos. Estoy francamente afectado. Creo que su hueco es grandísimo. Fue el primero en todo y sus apuestas pioneras son un verdadero ejemplo”
Miguel Ángel Cortés (guitarrista)
“Qué voy a decir. He venido a Madrid sin pensármelo. Una persona estupenda y artista brutal. Ha luchado por la libertad y se le notaba en cada cosa que creaba. Era un placer acompañarle. El mayor regalo que me dio fue la oportunidad de acompañarle y salir en Omega. Se ha ido el maestro del cante de este siglo. Al próximo no tendré edad de verlo… y que me perdonen los compañeros cantaores, pero como Enrique…”
Félix Grande (poeta y flamencólogo)
“Enrique Morente es uno de los momentos más sinceros y creativos de la Historia del flamenco. Su aventura es insustituible. Éramos amigos desde hacía medio siglo. Enrique Morente se ha ido a ver a gente que lo quiere mucho”.
Óscar Herrero (guitarrista)
“Recuerdo que conocí a Enrique en una cumbre flamenca. Vino a escucharme al camerino y yo… figúrate. Tremendísimo aficionado a la guitarra, algo muy importante en un cantaor. Luego tuve la suerte de que quiso colaborar en mi disco y no puso reparo ninguno. Dentro de muchos años oiremos hacer sus cantes por los que empiezan.”
Pitingo (cantaor)
“Conocí a Enrique hace siete u ocho años Fue padrino de mi primer disco, él tuvo la culpa de que yo empezase a sonar. Uno de los genios más grandes que he conocido en el Flamenco. Y me quedo con todo lo que ha hecho. Anoche estuve escuchando unos fandangos del Gloria y es que es una pena muy grande…tenía arte hasta andando”.
Diego Amador
«Que penita y que dolor que se nos haya ido uno de los mas grandes. No solo por su voz, por su maestría como cantaor y por su arte sino también por su persona y por su ágel.
Se que donde quieras que vayas llevaras tu humildad y tu cante. Tu siempre estarás entre nosotros maestro, por que tu eres grande.»
un abrazo fuerte a sus familiares y mi más sentido pésame
Gerardo Núñez
Duele. Está uno tan acostumbrado a que Enrique Morente “esté ahí”… Mucho antes de inventarse las redes sociales, siglos antes del tuiter y del feisbú, Enrique entendía muy bien en qué consistían las dichosas redes sociales; de hecho, estoy seguro de que a lo largo de toda su vida lo que más le ha entretenido ha sido tejer esa tupida red de amigos que se encuentra, se reencuentra o se requetereencuentra gracias a él. Gente que se conoce entre sí de haber compartido con él aunque sólo sea un minuto, o la vida entera, o se conoce simplemente “de oídas”, porque alguna vez tuvieron algo que ver con Enrique y él los situó en el circuito de amistad que no dejó de alimentar hasta el final y más allá. Ayer, en la SGAE, con Enrique de cuerpo presente, volví a tener mis veinte años, volví a ser un recién llegado a las noches del Candelica, volví a encontrarme con mis amigos, los de Enrique, que todavía sigue alimentando su red social de amigos por cada barrio del mundo entero.
Juan Manuel Cañizares (guitarrista)
“Ahora mismo yo sólo sé lo que siento. Hemos perdido a un genio y un cantaor enciclopédico. Yo he sido el primero en inspirarme en sus fuentes y a los guitarristas siempre nos ayudó volcándose”.
Juan Peña “Lebrijano” (cantaor)
“Qué cosas, una pérdida incalculable. Era un creador y eso es muy difícil de encontrar. Un padre de familia, una gran persona…gente como él es muy difícil de encontrar. Las creaciones que nos ha dejado son tantas que hay material para no parar de aprender…”
Teo Sánchez (periodista)
“El flamenco se queda sin una referencia evidente, pero no solo el flamenco, la música, la cultura…era un sabio, un genio, una persona capaz de coger la bandera de la tradición y la evolución. Con el tiempo nos daremos aún más cuenta de lo que hemos perdido”.
Montoyita (guitarrista)
“Se ha ido el más grande de la Historia, no puedo vivir de la pena que tengo”.
José Antonio Griñán (Presidente de la Junta de Andalucía)
“Quiero decir que hemos perdido a uno de los artistas más grandes que ha dado este país en toda su historia. Su flamenco era el bien hecho, el Patrimonio de la Humanidad. Fue muy discutido. Siempre he dicho que en todas las artes sobran los puristas y hacen falta los puros, como él”.
Juan Verdú (empresario flamenco y periodista)
“El cantaor más grande de nuestra época. Creo que es suficiente para hacerse una idea de quién era este hombre”.
Marina Heredia (cantaora)
“Me quedan muchas cosas personales. Nuestras familias han estado muy unidas. Su casa siempre fue divertidísima. Él siempre estaba detrás de Estrella y mía para que estudiáramos…con esa gracia tremenda…”
Beatriz Vega – Asistente Personal de Estrella Morente
«D.Enrique Morente ha significado tantas cosas para mi que es imposible plasmarlas en unas letras que hoy duelen,voy a intentar explicaros que ha cambiado mi percepción de muchas cosas, mi forma de ver el arte, mi forma de ver la vida, el como enfrentarme a los retos, el como solucionarlos, he respirado distinto desde que tengo contacto directo con él, he escuchado distinto, he sentido distinto, he aprendido tanto, le debo mucho…. Respetuoso, humilde, sencillo, libre, genio, maestro de maestros, grande entre los grandes, amigo, poeta, músico, persona….D.Enrique Morente Cotelo: GRACIAS POR TODO»
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