El flamenco, el arte y la Cañeta

Lo que solemos llamar 'flamenco' no es únicamente el cante jondo, o gitano hasta la médula, verbigracia soleá, siguiriya, bulería… O el cante andaluz, verbigracia malagueñas, tarantas, fandangos… Flamenco puede ser también muchas veces ese 'algo' indefinible e indefinido…verbigracia La Cañeta de Málaga.

Sabemos de sobra que ella no hace el cante de Manuel Torre, ni de Chacón, ni de los Pavones, ni de Terremoto. Pero ¿puede alguno decir, franca y honestamente, que no es flamenco lo que ella canta, y flamenco de alta calidad? ¿O es que tampoco era flamenco Paco Valdepeñas cantando 'María de las Mercedes'? ¿No era flamenco Antonio el Chaqueta cantando uno de aquellos prodigiosos cuplés por bulería? ¿Qué es eso, ese algo que estos artistas le añaden a un cuplé o a una canción cualquiera y que la cambia de manera definitiva? Ojo: no se pregona aquí que cualquier canción, cantada por cualquiera, aflamencándola simplemente, adquiera ese 'valor añadido'.

La música de Bach, Mozart y Beethoven es enorme, por decir lo menos…pero ¿es que la de Chopin, Falla, Rodrigo, no es también 'buena música' ? ¿Podría alguien decir «no, eso no es música clásica, música de altura» y quedarse tan tranquilo?

En el caso del flamenco…¿qué lo define, qué es lo que le da la'calidad de flamenco? Una soleá puede apestar de mal cantada, una siguiriya puede provocar ganas de salirse y poner la radio…

-«A vé, a vé, oigauhté…¿e? que er cante no vale por zí mihmo?…¿Una zoleá no é güena en zí y de por zí? Aclárese usté, home…»

-«Pue' no, mirusté por donde…Me parece que El Arte de la Fuga, la Novena de Beethoven, La Traviata, valen por sí mismas…son unas obras extraordinariamente 'hechas', se canten o se toquen mejor o peor en ocasiones. En el flamenco, el o la intérprete es fundamental. Creadores de estilos como la soleá o la siguiriya ha habido treinta o cuarenta, y por eso se dirá «la soleá de la Serneta» o la «siguiriya del Loco Mateo», entre muchos otros ejemplos que sobresalieron lo suficiente como para quedarse. La soleá, per se, no existe más que en función de quien la cante y cómo la cante…¿m'esplico? El cante se está continuamente re-interpretando, re-creando».

'Tonse, a lo que iba…¿qué es más flamenco… una mala soleá o una canción por bulería estupenda y flamencamente cantada por El Chaqueta, Bambino o, ya que estamos en eso, por La Cañeta de Málaga?»

Ese 'algo' indefinible e indefinido…

María Teresa Sánchez, malagueña e hija de la malagueña Pirula, esposa de José Salazar, te canta lo mismo los tangos de su madre, esos tangos que tan famosos se hicieran en voz de La Repompa de Málaga, como cualquier canción de moda por bulería o por rumba…y esas canciones, sean rancheras, baladas, boleros, se convierten en flamenco cuando esta mujer las interpreta. El dominio del compás, la manera de decir, la forma de actuar en un escenario, en una peña, donde sea…y en fin, esa GRACIA, con mayúsculas, que tiene esta mujer bajita, gitana con cara poco gitana, que te zapatea cortito y con ange, te hace ir encontrándote cada vez más en el borde de la silla, cada vez más con los vellitos de los brazos en punta… Y, dime niño… eso que sientes en la garganta…¿no es flamenco?


La Cañeta hace 50 años y en la actualidad

Tarea difícil sería si me encargaran encontrar a otra festera, hoy por hoy, con el duende y el arte que La Cañeta suda y derrocha a manos llenas por donde vaya actuando, como se pudo comprobar no hace mucho el día de la mujer del socio de la Peña Fernando Terremoto en Jerez, tierra de entendidos y exigentes. La pena es…pues lo que es. La pena es que lo que vemos que se contrata y se paga desde hace tiempo son niñas guapas, cachondonas, que sonrían mucho y, de preferencia, que enseñen bien el muslerío….que sepan cantar o bailar es lo de menos.

-«El público quiere caras guapas y jóvenes, ¿es que no lo ve usted?»

La pena es que este arte nuestro tan querido va paso a paso al barranco, hay que decirlo cada vez más, año tras año, aunque no sirva de nada. (Claro que también es algo que se lleva diciendo desde que se inventó el flamenco, por lo que sabemos. Hay crónicas que lo daban por muerto, o al menos por agonizante y por perder su «pureza» en épocas en que aún no existía ni la bulería, así que lo tenemos fácil…)

Pero que esta Cañeta, tan flamenca, tan artista, no tenga ya por lo menos ocho o diez discos, mientras que tantos cantantes, «cantadores» y muchos pseudoflamencos graban a mansalva con toda clase de camelos instrumentales; y que jovencitos y jovencitas con muchos caireles vayan amontonando cd's, premios y contratos millonarios, es pa'sentarse a llorar sobre una piera, maestro…

-«Pero güeno, así somos en España, cohones…¿o es que no sabías que ?España sigue siendo diferente?, pisha?»

Cuando en otros países cuidan y miman a sus auténticos valores, aquí los despreciamos, los olvidamos a cambio de oropel de verano. Luego, cuando desaparecen, vienen muchos homenajes, mucho poner su nombre a una calle o a un premio de cualquier concurso, aprovechando el político en turno pa'estirar el cuello y lucirse…¡qué poca lache!

De toas formas, esto no pasa de ser más que una opinión personá…¿o qu'otra cosa ibasé?
Arzapúa

Más información:

Fotografías blanco y negro: «Diccionario Enciclopédico Ilustrado del Flamenco», Blas Vega, Ríos Ruiz y L.R. Foto: Cañeta en la actualidad Paco Sánchez


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