La bailaora Paloma Fantova, natural de Puerto Real (Cádiz) se puede decir que nació con los tacones puestos, ha bailado toda la vida, desde los 3 años que se subiera por primera vez a un escenario, y siempre junto a los mejores artistas. Dicen que fue descubierta por Camarón de la Isla, y ganaba concursos de jóvenes talentos en televisión, así Antonio Canales la incorporó a su compañía cuando tenía 8 años para debutar en el Teatro Apolo de Madrid.
A partir de ahí ha colaborado como bailaora invitada de artistas como Rocío Jurado, José Mercé, Farruquito, formado parte de las compañías de Sara Baras, Antonio el Pipa, Manuela Carrasco o Joaquín Cortés y ha recorrido el mundo como bailaora invitada en los conciertos de Tomatito o Enrique Morente.
En este tiempo también ha presentado espectáculos propios, “Sensibilidades” se llamó su primer espectáculo, “Estado puro”, “Cuerpo, mente, alma” estrenado en la Bienal de Sevilla y recientemente presentó “Cuna” en el Festival de Jerez de este año, ahora en estos días trae su último espectáculo que ha llamado “Mi verdad” al III Estival Flamenco de Cádiz y al Festival Flamenco on Fire de Pamplona.
Texto: @Manjavacas.flamenco – fotos: Ana Palma
Existe una fotografía que se distribuye como postal / poster de Tato Olivas con la foto de una niña, “fíjate mi sorpresa de verme ahí, una fotografía que está en todas las partes del mundo, en esa foto tendría 7 u 8 años y se hizo en la Fiesta de la Bulería, recuerdo que estaba El Torta, Guadiana, La Paquera, Tia Juana la del Revuelo … en la emblemática Plaza de Toros de Jerez”.
Cuando se sube al escenario a una edad tan temprana, uno se pregunta ¿Cuándo ha aprendido a bailar? ¿El artista nace o se hace? “de chiquitita me gustaba bailar, era mi vida, mi juego era bailar, mis amigas se subían a casa a verme bailar, yo les hacía como una actuación”. Finalmente nos cuenta que fue su padre el que le impulso a que aprendiera a bailar, aunque de una forma peculiar, “era guitarrista y siempre estaba pendiente de mi, me ponía en la tele videos los más grandes artistas, todo lo cogía de ahí, tenía buen oído e intentaba absorber todo lo que veía, cuando tenía cogido el baile mi padre quitaba la imagen y sólo dejaba el sonido, ahí es cuando tenía que ver si aprendía el baile”. Y también aprovechaba todas las oportunidades de ver bailar en directo a los que pasaban cerca “si me enteraba que venía a bailar alguien importante le montaba una película a mi padre para que me llevara a verlos”.
Ahora es ella la que le toca dar clases, “masterclass se llaman ahora, en muchos festivales y escuelas, he viajado muchas veces a Argentina, Brasil, aunque sea sólo para dar clases, hay mucha vocación por el flamenco”.
Cuando le preguntamos por los artistas que les gusta, muchos de ellos son los que veía en esa cinta de video de 4 horas que le ponía su padre: “a mi me han gustado siempre los viejos, Farruco, Manolete, El Güito, Angelita Vargas, Carmen Ledesma, Manuela Carrasco… todos estos que te digo son flamencos y bohemios, tienen un baile personal, nunca bailan igual, el flamenco rancio y que ahora escasea”. Y de los bailaores actuales, los de su generación, siempre de la estética bailaora en la que ella se identifica, “José Maya, Farruquito, Farru… son siempre referencia a mi forma de bailar, pero me gusta ver de todo y respeto lo que hacen todos, siempre digo que de todo el mundo se aprende, pero cada uno tiene que luchar por su verdad, la que le sale del corazón”.
Se habla mucho del baile racial, baile puro y del baile gitano, Paloma lo tiene claro “el baile puro lo puede tener cualquiera, sea gitano o no, cada uno puede sentir su baile puro, el baile racial es el ortodoxo, antiguo, que viene de los artistas legendarios y el baile gitano, con todo el respeto del mundo, lo baila quien es gitano, no se aprende” y hace referencia a un video de unos niños del Sacromonte que es muy popular en Facebook “cada uno baila diferente y sale otro y no lo hace igual, siempre es distinto, cada uno tiene su verdad”.
El cante es otro pilar importante en el baile de Paloma Fantova, “yo le bailo al cante, tengo que escuchar y según me canten así bailo”. El cantaor que le acompaña en sus actuaciones es Antonio Fernández, su marido “hay muchos cantaores, pero yo tengo a mi marido, que quizás no es muy conocido pero seguro que dará mucho que hablar, además me ayuda mucho en todo, se preocupa por el cante, le gusta mucho Caracol, Camarón, mitos de la historia del cante”.
En el Festival de Jerez hizo el espectáculo “Cuna”, y ahora presenta “Mi verdad” un espectáculo “sin guion, no hay ninguna historia, cante, toque y mi baile, racial, ajustado al de la época dorada del flamenco, la de Caracol, Farruco, Chocolate, yo siempre me he considerado una bailaora espontánea, de acuerdo con el momento, cante, toque y que salgan los duendes”.
El espectáculo “Mi verdad” se presenta en Cádiz y Pamplona, le acompañará al cante Antonio Fernández y a la guitarra Raúl Vicenti, aunque no tenga guion si está estructurado en diferentes palos flamencos, “bailo por tarantos, alegría, soleá y si se encarta alguna cosa más, saldrá, según los estados de ánimo y también el ambiente que se crea, el público tiene mucho que ver, sentirse arropaíta”.
¿Y los públicos, no es lo mismo el de Cádiz o el de Pamplona? “yo me siento cómoda con los diferentes públicos, la gente cuando va a ver un espectáculo quiere ver que lo que haces sea de verdad y salga del corazón, aunque puedan tener diferentes reacciones, sea un público más vivo o más apagado, les gusta igualmente aunque lo expresen de otra manera”. Y va más allá, “tengo que decir, aunque duela, el flamenco se valora más fuera de España, deberíamos valorar más nuestra cultura”.
En su carrera, Paloma ha pisado los escenarios de grandes teatros de todo el mundo, en grandes giras con Tomatito, pero ella lo afronta con la misma responsabilidad, “vaya como artista invitada o como artista principal de mi sale lo mismo, siempre lo doy todo, nos debemos al público que viene a vernos”.
Ahora toca disfrutar, de la verdad de su baile, “su verdad” sea en Cádiz o en Pamplona, no dejéis pasar la oportunidad de ver a Paloma Fantova.
Fotos: Ana Palma