Entrevista: Pablo San Nicasio
«EL FLAMENCO TRADICIONAL ES LO VERDADERAMENTE VANGUARDISTA»
Ha llegado a ser tan conocido José Mercé que ya hasta aparece en los telediarios debatiendo sobre fútbol. Pero está claro que, si su madridismo es ahora de dominio público, antes fue su voz la que llegó a todos los rincones del panorama flamenco y más allá.
José Mercé despide 2012 con “Mi Única Llave”, potente apuesta sonora con el patrocinio del todopoderoso Javier Limón y buena parte de sus músicos del Berklee. Hacía tiempo que esta casa no hablaba con el jerezano, así que vino bien ponernos al día en cuanto a opiniones, proyectos y panorama de lo jondo.
El otro día te vimos en un debate futbolístico en TVE
“Ya, bueno, mi amigo Sergio Sauca me llamó para su programa de debate futbolístico. Unas veces llevan a un torero, un cantaor…”
¿Vas a cantar al Madrid alguna vez?
“Ya lo canté, el himno, en su tiempo ¿no te acuerdas?”.
Me refiero en un disco
“No, eso no pega…no fastidies.”
¡Pero si tú le cantaste a las pilas alcalinas!
“Eso es algo que tendría que surgir…no sé, no lo veo.”
Insistes mucho, en las promociones de discos, lo llevas haciendo estos años, en la expresión “flamenco del siglo XXI”. No sé si eso es un parachoques o coraza contra las críticas del sector ortodoxo
“No, no es un caparazón. Me refiero a que son letras cotidianas de hoy día, que se acercan a los jóvenes. Crear es muy difícil, en el flamenco ya está todo creado. Se puede refrescar algo, eso sí, y con letras es la única forma. Creo yo.
Creador fue Montoya que bajó las cuerdas para hacer la rondeña, o mi tatarabuelo el tío Paco la Luz, que creó la siguiriya. Pero después… en esta época no hemos creado ninguno. Hemos sido más innovadores que creadores, se ha refrescado…
Yo lo que he tratado de hacer desde el 98 con “Del Amanecer” es acercar esta música a los jóvenes. Porque antes apenas iban a los conciertos de flamenco, y eso es algo que sucedía por el miedo, la seriedad que imponía la flamencología… desde entonces para acá a mis conciertos va gente de toda la vida que iba a verme y también público joven.
Algo que, por cierto, me ha hecho crecer como persona, me he abierto más.
Y ese lenguaje actual está en “Mi Única Llave”, que es un disco mucho más flamenco de lo habitual. Con bulerías, tangos, unos fandangos, una taranta, un martinete… en una onda que desde hace veinte años no se ve. Hoy en día se hace flamenco muy “light”, con una fusión que es más confusión que fusión. Y la gente joven debería hacer un flamenco más tradicional, que es lo vanguardista verdaderamente.”
“Enrique era innovador, no creador. Se puede cambiar una soleá, pero no crear una soleá. Puedes poner unos tonos o semitonos donde no se había hecho antes, pero eso no es crear”
A ver, por partes, porque lo que has dicho tiene mucha tela que cortar.
Lo de los creadores. Decir que desde Paco la Luz no hay creadores como tal es algo, cuando menos, polémico ¿no? Se me ocurre Morente…no sé…y antes… tantos.
“Enrique era innovador, no creador. Se puede cambiar una soleá, pero no crear una soleá. Puedes poner unos tonos o semitonos donde no se había hecho antes, pero eso no es crear.”
Has aludido a la confusión de la fusión como un problema. Pero tú has intervenido ahí ¿no?
“Yo estoy haciendo flamenco fusionado, abierto. Pero con dignidad y criterio. En “Mi Única Llave” meto trompeta y pianista de jazz, por ejemplo. Son dos músicas de raíz y van emparejadas. Salirse de ahí es una infusión de manzanilla, no unir músicas que verdaderamente tengan cosas en común.”
Y me hablabas de los jóvenes. A los que veías algo perdidos…
“Yo te diría que hoy desgraciadamente el flamenco tradicional no se hace mucho. Más que flamenco puro o grande, que son denominaciones que se refieren a otra cosa. Algo es puro o grande por el intérprete, por su manera de hacerlo. Puedes cantar una siguiriya que esté catalogada como lo más puro del mundo, pero como la interpretación no sea pura…eso ni es grande ni es puro ni es nada. De igual forma que si abordaras un estilo que no sea tratado generalmente como cante grande y lo haces como se debe hacer, ya lo estás haciendo importante.
Y los jóvenes tienen que empezar por el abecedario y luego acabar por el tejado. Si tú no conoces el cante básico y ya estás innovando sin creerte lo que haces… pues mal vamos.”
Esos puristas, flamencólogos, etc, que decías que cerraban el flamenco, ¿Dónde los sitúas? ¿En algunos artistas, en la prensa?
“Hubo una época, la de los festivales en Andalucía, en la que empezaron a tomar mucho poder determinado sector de la prensa. Y hacía mucha crítica destructiva. Muchos artistas dejaron de ir a esos festivales. Se achacaron cosas a la organización de los festivales, que si los cantaores siempre cantaban lo mismo…hoy en día ya no es el sota, caballo y rey y no te exigen el “ay” de Manuel Torre para ser un artista digno. Pero bueno oiga, es que yo no soy Manuel Torre. La crítica de hoy es de otra manera, desde luego.
Yo canto como creo que debo cantar. Y no puedo estar supeditado a los cánones de un crítico que se empeña en que cante esto o lo otro.”
¿Realmente era tanto el poder de la crítica?
“Sí si…sin duda. Una mala crítica te podía quitar de esto, perfectamente. Yo te puedo asegurar que ha habido críticas que te dejan sin trabajar años. Y estábamos supeditados y temerosos de ellos.”
“Yo canto como creo que debo cantar. Y no puedo estar supeditado a los cánones de un crítico que se empeña en que cante esto o lo otro”
“En el Berklee están los mejores músicos del mundo. Esa gente se vuelve loca con el flamenco. Su música, su letra, sus ritmos… fui con Javier y me fue presentando gente que luego aparecería en mis temas… el violinista, el pianista…y se volcaban con esto.”
¿Cuándo os pusisteis de acuerdo Javier y tú?
“Bueno, nos conocemos desde hace mucho. Él llevaba detrás de mí desde mis años con Vicente Amigo o Isidro Sanlúcar. Pero bueno, ahora ha surgido y para mí ha sido un disfrute total. Hemos hecho un disco donde me ha dejado cantar lo que he querido…cada grabación ha sido un goce, tanto en Nueva York, en Boston, en Jerez…”
¿Qué tiene Javier Limón que no tienen otros productores?
“Es un enfermo del flamenco. Es muy estudioso. Canta, toca…lo vive. Y una persona que está a su alrededor…disfruta con él. Me trae a las mejores guitarras del panorama… y eso es de agradecer. Creo firmemente que es un discazo, de los mejores de mi trayectoria.”
¿Cómo fue la idea del martinete empastado con ese coro?
“Javier puso a cantar al coro de niñas, también había dos niños, y me dijo: ponte en medio y canta lo que se te ocurra. Y mi primera sensación fue templarme y ponerme a hacer lo más primitivo del flamenco. Javier ya tenía preparados a todos ellos. Eran estudiantes de canto de un montón de países diferentes y nada, que a ver qué se me ocurría…”
Alejandro Sanz le pone letra a tu homenaje a Morao.
“Conozco a Alejandro Sanz desde bien joven, cuando iba a los sitios y nadie le hacía ni caso. Yo trabajaba en Torres Bermejas y él era un niño. Él es un loco del flamenco, como Javier. Él quería mucho a Morao…cómo no. Manuel ha sido el mejor guitarrista de estos dos siglos para acompañar. Sin duda ninguna. Y Alejandro lo quería tanto…le hizo una letra que cuando la oímos lloramos todos en el estudio.”
¿Y Diego como guitarrista? ¿Los comparas?
“Diego es más largo. Conoce mejor el diapasón. Pero es que a Manuel no le hacía falta eso. Manuel ponía a cantar al moho con el mero hecho de coger la guitarra…era la solera que tenía…”
También “Tomatito” aparece por aquí
“Escucha la entrada de esas bulerías…es de su hijo José. Cómo toca. Hay que ponerlo ya a tocar para cantar. Está en ese momento imprescindible.”
“La Salvaora”, con el pianista Alain Mallet ¿es algo propuesto desde fuera?
“No. Esta pieza, de Quintero, León y Quiroga, la propuse yo. Me acordé del genio Caracol y me apetecía hacerlo, además con un piano. Se lo dije a Javier y él me presentó a Alain. Efectivamente, así fue. Alain nunca había tocado flamenco pero lo captó rápidamente. Se lo tarareé y salió estupendamente”.
“Diego es más largo. Conoce mejor el diapasón. Pero es que a Manuel no le hacía falta eso. Manuel ponía a cantar al moho”
La elegía a Ramón Sijé de Miguel Hernández que hizo Morente ¿Cómo lo abordaste? ¿Partiste desde el respeto o buscando algo más?
“No he cambiado nada. He respetado al máximo lo que hizo Enrique. Hasta el guitarrista es el mismo, Pepe Habichuela, que nos conocemos desde Torres Bermejas. Lo único es que aquí aparece aquí es la trompeta de Eric Truffaz, pero el cante es la misma historia.
Salía en el disco “Despegando”, hace cuarenta años. Yo escuché ese disco en Buenos Aires, cuando coincidí con Enrique. Eran años en los que Miguel Hernández estaba prohibido en España y compré sus obras completas en Argentina. Me enamoré de su poesía y desde entonces me parece el poeta más profundo de la historia de este país. Y escuché ese tema a Enrique y me encantó.
Esa misma letra la solía hacer yo por martinetes, así que le propuse esto a Javier y creo que ha quedado digno.”
¿Por qué “Mi única llave” son los fandangos?
“Porque con mi voz es lo único que puedo ir por la vida. Yo no tengo las llaves ni de mi casa (Risas). Soy profesional desde los trece años y me pareció perfecto ese lema para titular esos fandangos y el disco entero. Y que cada uno lo entienda como quiera.”
Hablas mucho de esa antología que quieres hacer, que has escuchado a Vallejo, a Pastora…
“Sí, y me pondré con ello inmediatamente. Lo abordaré con mucha paciencia y buenos guitarristas. El día que me apetezca me iré al estudio con Javier y lo tomaré muy muy, pero que muy en serio. Será algo que produciré yo y será propiedad mía. Ahí no entrará ninguna multinacional porque mira, al final, cuando yo no esté será lo que quedará de mí, así que me esforzaré en que todos esos que critican, que si lo puro o no puro…a ver si son capaces de gastarse el dinero y comprarla en las tiendas.”