José el Marqués es una figura singular en el panorama flamenco. Con una trayectoria de más de 30 años, ha hecho del violonchelo un nuevo modo de expresión dentro de este arte. Recientemente galardonado con el Filón Minero en el Festival Internacional del Cante de las Minas 2024, su música reivindica el papel de este instrumento en el flamenco, demostrando que puede aportar melodía, ritmo y armonía al igual que la guitarra o el cante. Conversamos con él sobre su evolución artística, de su reciente disco Los Cantes del Marqués y su visión del flamenco actual.
Puedes ver la entrevista completa en el vídeo (realizada en los Estudios Amor de Dios de Madrid)
José Luis o mejor José el Marqués, ¿desde cuándo eres José el Marqués?
Mira, soy José el Marqués desde que la vida me ha llevado a reivindicar una identidad propia. Antes, con mi nombre real, José Luis López, solía haber confusión porque es un apellido bastante común. Fue algo natural, mis amigos me llamaban «Marqués» en tono cariñoso, y en un festival me confundieron con otro apellido, así que decidí adoptarlo definitivamente.
Hablemos del violonchelo. Es un instrumento poco habitual en el flamenco, ¿cómo llegaste a incorporarlo?
Bueno, llevo 30 años tocando flamenco. Empecé con Miguel Rivera, José Antonio Galicia, acompañando a Juan Ramírez… La formación que tuve fue en el acompañamiento al baile, una gran escuela porque tienes que ceñirte a la coreografía. Poco a poco, fui desarrollando el papel del violonchelo como solista dentro del flamenco.
¿Ese deseo de reivindicar el violonchelo como instrumento flamenco fue lo que te llevó a presentarte al Filón Minero?
En parte, sí. Llevaba muchos años con Camerata Flamenco Project, fusionando estilos. Cuando hicimos una pausa, vi la oportunidad de desarrollar mi proyecto en solitario. Siempre quise tocar solo y exclusivamente flamenco. Decidí presentarme al concurso sin expectativas, simplemente para mostrar mi música, y resultó ser una experiencia maravillosa.
Has lanzado Los Cantes del Marqués, un disco de violonchelo flamenco. ¿Cuéntanos sobre él?
Es un disco totalmente en solitario, donde el violonchelo asume todos los roles musicales del flamenco. Incluye nueve estilos distintos, como la minera, la guajira, la petenera, las alegrías… Hay una pieza especial, Liturgia, donde exploro el pizzicato y otras técnicas menos convencionales.
Desde que ganaste el Filón Minero, ¿ha cambiado tu carrera?
Sin duda, me ha dado una visibilidad extraordinaria. Llevo tres décadas en esto, pero este reconocimiento me ha permitido abrir nuevas puertas y llegar a más gente, que ahora me asocia directamente con el violonchelo flamenco.
Pronto participarás en la gala de ganadores del Cante de las Minas en el Liceo de Barcelona, ¿cómo será tu actuación?
Será una actuación breve pero intensa. Tocaré dos piezas en solitario y contaré con la colaboración de la bailaora La Yunko en una guajira. Es una gran oportunidad para mostrar mi trabajo en un escenario tan prestigioso.
Cuando piensas en el futuro de tu proyecto en solitario, ¿qué escenarios te atraen más?
Quiero que mi música esté presente en el circuito flamenco. De hecho, presentaré mi disco en el festival Suma Flamenca en Madrid. Aunque también me gustaría llevar mi música a auditorios más clásicos, para demostrar que el flamenco puede tener su espacio allí.
¿Te ves tocando en un tablao?
Claro, de hecho ya lo he hecho. Toqué en Casa Patas y la semana pasada estuve en Flamenco Real. Aunque el público de tablao suele esperar el cante y la guitarra, he tenido una gran recepción, porque la gente se sorprende al ver el potencial flamenco del violonchelo.
Sigues colaborando con otros artistas, ¿en qué proyectos estás ahora?
Estoy seleccionando mucho en qué participo. He trabajado con Sandra Carrasco, en el disco que grabó sobre Marchena, un lujo para mi, pero ahora quiero enfocarme en mi proyecto personal y en actuaciones en solitario.
Tu formación viene de la música clásica, ¿es un contraste grande con el flamenco?
Para nada. La música clásica me ha aportado muchas herramientas que ahora aplico en el flamenco. En mis interpretaciones pueden aparecer influencias de Shostakovich, Schubert o Beethoven. Creo que la fusión enriquece.
En el flamenco, la tradición familiar es importante. ¿Tu hija también se dedica a la música?
Sí, estudia violín en Nueva York con Pinchas Zukerman y también canta jazz. La música corre por la familia, mis padres y abuelos también eran músicos. Es algo que llevamos dentro.
¿En el flamenco no se suelen usar partituras?
No, el flamenco se aprende y se transmite de otra manera. Al principio me apoyaba en partituras, pero rápidamente entendí que los códigos del flamenco son diferentes. Hay que interiorizarlo y vivirlo.
José el Marqués ha logrado un hito al dar al violonchelo un papel protagonista en el flamenco. Con su disco y sus próximos conciertos, sigue abriendo camino para que este instrumento se consolide en un arte en constante evolución.
Disco – Los cantes del Marqués
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