“Siempre hay cosas bonitas que contar sobre la noche”
por Manuel Moraga
Aspecto de cálida seriedad. Barba. Ojos escudriñadores: uno ve y otro mira más allá del referente. Combinación de método y bohemia casi al cincuenta por ciento. La mitad de su cerebro crea, la otra mitad hace los deberes. La música también es así: exige disciplina e imaginación. Pepe Justicia participa de esa doble naturaleza, aunque de esa dialéctica siempre nace un nuevo camino que buscará un equilibrio desconocido e inestable. Seriedad y método para abordarlo; bohemia creadora para superarlo. La luz del día guía el primer proceso. La noche ilumina el segundo.
Te lo habrán preguntado ya en más de una ocasión, pero yo no lo sé todavía ¿Por qué “Trece noches”? Hay trece temas en este disco, y sabes que para los músicos la noche es inspiradora. Este trabajo se ha cocido prácticamente en situaciones vividas en la noche.
¿Buscas, entonces, la noche para inspirarte, para encerrarte a trabajar, a componer? Quizá la noche sea más para vivir la sensación. Luego, en el trabajo diario y diurno es cuando transformas las sensaciones en música. A mí me gusta tocar por la noche, pero no puedo porque molesto a los vecinos, así que son sensaciones que pueden surgir incluso lejos de la guitarra. Pero como digo, es en el trabajo diario donde esas sensaciones se transforman en música. La noche es más intensa. Quizá para un músico –que utiliza el oído como sentido principal- la noche sugiera más cosas precisamente por el silencio. Sabes que los artistas –y quizá los flamencos todavía más- vivimos más por la noche. La noche es bonita, es inspiradora. Siempre hay cosas bonitas que contar sobre la noche. Lo que cuento aquí son trece historias nocturnas.
Y el disco lo has producido tú ¿es obligado hoy ser multidisciplinar? A mí me encanta el tema de la grabación, el trabajo en el estudio. Llevo muchos años encerrado en mi propio estudio componiendo y al final me siento mucho más a gusto siendo yo el dueño de la producción, marcando la dirección por la que se va desarrollando el trabajo. Al tener mi propio estudio ya no es esa situación estresante que supone meterte en un estudio comercial. Al estar en mi casa todo es más fácil y no hay premuras de tiempo: puedo grabar en el momento en que mejor me encuentre con la guitarra. No tengo horarios fijados. Estoy más a gusto.
“Lo que cuento aquí son trece historias nocturnas”
¿Cuánto tiempo, entonces, te ha llevado el disco? La verdad que el proceso ha sido bastante largo. Primero porque tampoco podía dedicarte exclusivamente al disco ya que tengo que salir a dar conciertos: toco generalmente fuera de España, en Alemania, Suiza, Italia, Repúblicas Bálticas… Ahora me voy a Estonia y en Nochevieja estaré en Lituania. Así que utilizo los huecos, los tiempos libres para grabar. Y segundo, en el disco hay bastantes colaboraciones y no siempre está disponible la gente que uno quiere. Las guitarras y las bases las grabé en un mes, más o menos, pero conseguirun percusionista latino que estaba en Suiza me ha costado meses de espera. Y meter el bajo también porque Manolo Nieto estaba de gira con José Mercé… O sea, que ha sido bastante difícil y el proceso ha durado cerca de dos años. Y también, después de terminar las grabaciones, tuvimos que esperar para el proceso de masterización, que lo ha hecho José Luis Crespo, que es un fiera en esto y que estaba liado con las películas de Almodóvar. Todo ha sido muy largo.
Vives en Jerez… ¿Eso te inspira o te limita? Jerez da mucho porque es un centro musical. Es un centro del ritmo. Jerez me enriquece. Es una base de datos histórica del flamenco y la música se respira en la calle. Y si me limita en algún sentido, esa limitación me gusta porque es una forma de acotar mi terreno, de tener más claro lo que es el flamenco, lo que es ser un guitarrista de flamenco. Me limita pero en sentido positivo porque el hecho de estar en Jerez no significa que no pueda enrollarme con músicos de jazz o de otro estilo, pero teniendo cada vez más claros mis propios límites musicales, aunque más que límites yo diría que se trata de mi propia expresión. Y en Jerez eso se puede aprender mejor que en ningún sitio.
“El disco recoge un amplio espectro de sensaciones”
Sin embargo tu guitarra no sigue la escuela jerezana o, mejordicho, la escuela jerezana que quizá sea la que más seguida por los guitarristas jerezanos: la línea que continúa Moraíto. Diago Amaya, Diego del Morao… Efectivamente, no tengo nada que ver porque no he aprendido a tocar en Jerez. No vine a Jerez a aprender, sino que aquí me trajeron las circunstancias. Lo que sí descubrí es un mundo. Llegué con veintiocho o veintinueve años y tenía muy clara mi dirección musical y guitarrística. No sé si tendré un poquito más de soniquete desde que estoy en Jerez, pero mi onda siempre ha sido descubrir mi propia música.
¿Cómo es tu propia música? Mi música no se limita sólo a la armonía o a los ritmos tradicionales del flamenco, sino que necesito escuchar otras músicas, fundamentalmente jazz,clásica o las músicas del mundo. Escucho una cosa y si me gusta supongo que se me queda pegada y termino utilizándola o transformándola en algo mío. Me considero muy abierto en cuestiones musicales.
Observo últimamente una tendencia a la delicadeza en la guitarra. Los discos de guitarra parecen perder la fuerza en beneficio de un cierto intimismo. Creo que este disco también lleva esa línea. Sí llevas razón en que hay una línea cada vez más importante de una guitarra dulce, menos agresiva, pero yo tampoco quiero limitarme a ese intimismo. El último tema del disco es una balada intimista, pero los tangos o las bulerías por soleá tienen más fuerza. Creo que el disco recoge un amplio espectro de sensaciones.
“Mi onda siempre ha sido descubrir mi propia música”
También recoge detalles de otras estéticas como las percusiones latinas ¿Te gusta jugar con esos sonidos? Es importante que los discos estén producidos con bastante carga de percusión. En realidad yo no soy muy amigo de las percusiones en el flamenco porque no creo que haga falta. Aquí teníamos las palmas y sonaban muy bien, pero los caminos se van abriendo. Paco de Lucía introdujo el cajón y la rumba ganó en soniquete. Y si quieres desarrollar más esa línea tienes que echar mano de los ritmos latinos -ellos lo tienen supertrillado el tema de la percusión en esos ritmos afrocubanos-, porque lo que tocamos en el flamenco no es una rumba exactamente, sino una mezcla de varias cosas. Uno de los temas del disco, por ejemplo, no sabía cómo definirlo y al final le puse bossa rumba sin demasiada convicción porque eso es un invento, pero se acerca más al ritmo real que tiene el tema. Y en esos estilos sí que entran muy bien las percusiones latinas. Pero además, es que me encontré en mi vida con un colega que las toca muy bien y lo quise meter en el disco.
Hay mucho trabajo de instrumentación, sobre too con percusiones, pero la guitarra no queda enmascarada, ni sucia, ni escondida. Al contrario, queda muy presente y con mucha naturalidad. Me gusta eso que dices y en eso tiene mucho que ver el técnico de sonido que conoce muy bien mi música porque es el tercer disco mío que mezcla. Le gusta mucho la guitarra y parece ser que la mía también le gusta y la tratamuy bien, la realza sobre el resto de los instrumentos. Claro, se trata de un disco de guitarra, la protagonista es la guitarra que es la que está contando la historia, y todo lo demásestá para apoyarla.
“Tengo todavía mucha música que soltar”
Me da la sensación de que el disco transmite un cierto optimismo general, porque incluso estilos como la siguiriya o la taranta tienen un punto de luminosidad, no encierran el dramatismo que suelen contener habitualmente. Como oyente de música tienes todo el derecho a sentirlo como quieras y me encanta que digas que mi música es luminosa. A mí siempre me ha gustado Sabicas –ha sido mi debilidad- y siempre le he calificado como un músico “luminoso”. Quizá mi momento vital es bueno y ha quedado reflejado en el disco.
Otra pieza que sorprende es “Contraste”. La defines como “Sevillana” y uno espera una música ligera y algo frívola, pero es todo lo contrario, porque tiene una gran complejidad musical. Armónicamente tiene bastante complejidad. La segunda parte sobre todo es muy compleja. Me gusta mucho jugar con los contrastes. Ahí hay casi dos temas diferentes aunque lo cierto es que salieron seguidos de forma natural. Quizá la gente se espere otra cosa, pero es que el principio del tema me llevaba a Sevilla, y como lleva un ritmo de 6×8, igual que la sevillana, creí que debía definirlo como “Sevillana”, aunque luego la historia se va a la noche de Sevilla y todo se vuelve más complejo, más misterioso. Ahí estoy jugando con unas armonías diferentes al flamenco tradicional.
No hay nada de cante en este disco ¿Por alguna razón especial? Sí, porque no tenía necesidad de que nadie cantara en mi disco.
Sí, esa es una buena razón, no cabe duda… Hay casi una hora de música en este disco ¿Te has quedado vacío o tienes más música en la recámara? Tengo muchísimas cosas en la recámara porque si algo es fácil para mí es componer. Tengo cajas llenas de casetes y discos durosllenos de música por si algún día quiero parar de componer ydedicarme a revisar: tendría para hacer unos pocos discos. Tengo todavía mucha música que soltar.
“Siempre he querido ser un guitarrista completo”
Además de la facilidad para componer ¿Cuáles son tus puntos fuertes? ¿Qué te da confianza? Siempre he querido ser un guitarrista completo, redondo. En lo de “redondo” ya me aproximo mucho físicamente… Y musicalmente no he sido feliz si he tenido alguna carencia fuerte: si me la he visto he trabajado lo suficiente comopara dejar de tenerla. Y tampoco creo tener una especialidad en la que destaque. Me desenvuelvo con naturalidad en el ritmo, en la composición, en las armonías, en la técnica musical… Siempre he querido ser un guitarrista completo.
¿Cómo resumirías este disco en una frase, en una idea? La frase podría ser sencillamente “trece noches”, que ya me costó muchísimo encontrarla. He pasado muchas horas pensando en el título.
¡Como para ponerte a buscar otra ahora en un segundo! ¡Y más a esta hora de la mañana! En “Trece noches” hay ya mucho mensaje: el número, el sentido de ese número, el sentido de la noche, la relación de la música con la noche, del flamenco con la noche, del flamenco con el amor, del amor con la guitarra… Creo que el mejor resumen es ese… Y lo mejor que se puede hacer es escucharlo.