Merche Esmeralda es una de las bailaoras más completas
de la danza flamenca. Su amplia formación le permite asumir
papeles como el de la hechicera en el «Amor Brujo» de
Juan Carlos Santamaría. A pesar de que la obra es de corte
clásico español Merche mete su vena flamenca a este personaje,
que lleva el hilo conductor de la historia «Yo como interpretación
lo hago al estilo clásico español, pero aflamencado, ponle
el flamenco estilizado». A la bailarina sevillana le apasiona
asumir nuevos retos y no dudo en aceptar la propuesta
de Juan Carlos..
«El flamenco no es percusión,
es movimiento, es expresión, desgarro, es contracción,
es giro, todo eso es el flamenco»
¿Cómo
surgió la idea de participar en el montaje? «Fijaté
hace dos años y pico estuvimos hablando de las ideas,
las cosas que surgen, pero fue una conversación cortita,
pero cuando nuestro Príncipe estuvo por toda la Comunidad
de Madrid nos dieron una cena en la casa correo, donde dio
la casualidad que Juan Carlos y yo coincidimos en la misma
mesa y empezamos a charlar y yo le digo que a mi me parece
precioso que la gente se una, trabajen juntos, que la unión
hace la fuerza y que sería bonito ver a gente importante
bailar juntos, que yo era coreógrafo y que entraba
en el alma de todo profesional y Juan Carlos me dijo: yo quiero
charlar contigo, porque yo puedo llegar de alguna manera más
directamente a ti y le dije y ¿Por qué creías
que no podías llegar a mí? y me dijo porque
soy tímido y yo quería hablarte de un proyecto
que tengo»
Así
pasado el tiempo el proyecto se puso en marcha«Hay
una comunión que es muy bonita y lo estoy haciendo
con mucho gusto y él me ha hecho una coreografía
preciosa y yo tengo una ilusión enorme. Son seis minutos,
pero seis minutos muy intensos en la que tengo puestas muchas
ilusiones, no que me dé éxito, ni aplausos,
porque yo bailo para disfrutar y sentirme bien y creo que
de esa manera yo puedo llegar al público» afirma Merche.
¿Cómo te sientes en
el campo interpretativo?«Es que para mí
la danza es interpretación. Yo creo que la técnica
hay que estudiarla en un estudio, trabajarla para que tenga
una fuerza y un contexto y luego cuando vas a trabajar olvidarte
de tu cuerpo, porque él ya está educado y llevar
toda tu alma a la interpretación a que con eso que
estas diciendo, yo capto el público o bien sufriendo
o bien riendo, pero que llegue. A pesar de no tener una palabra
que con tu movimiento, tus expresiones lleguen a ellos»
«Para mí la danza
es interpretación. Yo creo que la técnica hay que estudiarla
en un estudio, trabajarla para que tenga una fuerza y
un contexto y luego cuando vas a trabajar olvidarte de
tu cuerpo»
A una figura
reconocida ¿Le sigue dando miedo el día del
estreno?» Yo soy una persona que soy muy responsable
y a lo mejor bailar, bailo poco, pero me considero muy profesional
con lo cual eso siempre te da miedo a la hora de hacer algo:
de no llegar hasta gustar al público, a ese fracaso
tuyo interior, a no sentirte a gusto, pero todo eso pasa en
el momento que pisas el escenario, ya ahí té
quitas todos lo miedos y pasas de todo, porque es como una
metamorfosis maravillosa. Estos momentos del estreno quizás
son los más duros en donde ya estás matizando
cosas, el vestuario, las luces, los ensayos generales. La
media hora antes de estrenar para mí es de un terror
grande, entonces yo siempre digo que me gustaría ser
costurera en el Corte Inglés, porque ella tiene mucha
responsabilidad, pero puede deshacer y volver a hacer, nosotros
no, es el momento, siempre lo digo no faltando el respeto
a nadie, sino que una costurera tiene la oportunidad de deshacer
lo hecho si no le gusta y darle otra forma, pero nosotros
no tenemos una oportunidad si haces un giro que te sale mal
ahí se queda, no tiene más remedio que aguantar.
Eso es lo maravilloso de la danza, porque a lo mejor tu vas
a ver a un artista un día y coges ese día maravilloso
y luego coges el de los enanillos traviesos como yo digo,
que te están dando la vara para que te confundas, para
que salgas con la cortina equivocada o te enredes en el vestido»
Merche Esmeralda
tiene actualmente una agenda apretadísima, pues compagina
su papel en «El Amor Brujo» con la gira de su compañía «Mi expresión más fuerte es la del flamenco,
es como el gazpacho, de diario, hay una serie de sensaciones
que quieres explotar. El flamenco para mí es lo que
lleva a desgarrarme en todo»expresa
la bailaora.
«La media hora antes de estrenar
para mí es de un terror grande, entonces yo siempre digo
que me gustaría ser costurera en el Corte Inglés, porque
ella tiene mucha responsabilidad, pero puede deshacer
y volver a hacer, nosotros no»
¿Continuas
con tu espectáculo «Ciclos»?«No,
«Ciclos» lo deje y ahora tengo «Nacida en el
Sur» es de una hora y media continuada, tienen mucho
éxito, porque son unos compañeros maravillosos
bailando y músicos maravillosos y donde quiera que
va gusta mucho, porque hay dos cosas: una es calidad por parte
de mis compañeros y lo que yo pueda hacer y otra tiempo,
que es pequeño, pero tan lleno de matices que se hace
más pequeño aun, que eso para mí es muy
importante a la hora de presentar un espectáculo, que
tiene que tener las tres «Bes»: bueno, bonito y
barato. Barato en tiempo, pero no porque lo recortes, sino
porque todo sea tan rápido, que no sea aburrido, bueno
porque los personajes que lleva tengan calidad y bonito, porque
tiene que ser bonito en su puesta en escena, en vestuario,
en todo»
¿Tienes
otro proyecto ya en mente?«Yo tengo en mente
otra cosa, lo que pasa que habría que buscar un esponsor,
porque es meterse más profundamente y tengo ya la idea
para poderlo hacer, sería en flamenco, lo que pasa
es que llevar una compañía hoy resulta muy caro.
Las ayudas a los artistas brillan por su ausencia. Yo soy
una persona que no quiere limosna, me refiero a que me den
dinero, yo quiero trabajo. Yo si por mi profesión tengo
que hipotecar mi casa lo hago, pero lo que necesito es sitio
donde demostrar eso, yo hice «Ciclos» y me costo
un año y medio preparar la compañía para
que no me costara dinero lo hice sin músicos, solamente
con un cajón y un bastón y mi cante que yo no
canto bien, pero tengo bastante conocimiento»
¿Tu
empezaste como cantaora?«Efectivamente y entonces
así monté «Ciclos» y luego me gaste
siete millones por otro lado y eso no me dio dinero, lo puse
quince veces y no me llegó a cubrir siquiera los grandes
artistas que llevaba, entonces ponerte a montar un trabajo
de esta índole se necesita mucho dinero, dinero que
yo no puedo permitirme el lujo. Tendría que hacer un
esfuerzo y si no tiene un sitio donde se pueda representar
es mejor no meterse y si no tienes quien te pueda ayudar o
crea en ti prefiero quedarme quieta y bailar cuando me llamen.
Todos somos muy ególatras, sobretodo los artistas,
porque la propia profesión lo da, pero yo no puedo
ser que me aproveche de la gente de la compañía
y que a la hora de pagar no tenga, me parecería vergonzoso»
Merche afirma
encontrarse en uno de sus mejores momentos, baila en «El
Amor Brujo», continua con las galas junto a su grupo,
está montando una coreografía para el nuevo
espectáculo de Cristóbal Reyes y también
da sus cursillos, pero su buena forma y su experiencia no
son suficientes para conseguir que apoyen sus nuevas ideas
porque«Ahora se funciona de otra forma, una
la gente que tiene una labor que es respetada, con un curriculum
y las que están de moda y hay gente y personas y cadenas
de radio y esponsores para ayudarla»y
para Merche«El baile si se lleva con la forma
que se debe llevar, con seriedad no te hace millonario, puedes
vivir bien y tener una serie de lujos que a lo mejor un trabajador
no tiene, pero eso no te da fuerzas para gastar millones en
un espectáculo si la gente no confía en ti y
no te ayuda»
«Ahora se funciona de otra forma,
una, la gente que tiene una labor que es respetada, con
un curriculum, y las que están de moda que tienen gente,
personas, cadenas de radio y esponsors para ayudarla»
Y ¿Cómo
ve Merche la continua evolución a la que está
sometida el baile flamenco?«Yo he sido muy
rebelde, porque yo me acuerdo que mis brazos en Sevilla se
reían mucho porque decían va a bailar «El
Lago de los Cines» y yo era una persona reacia a eso,
a pesar que me dolía y a mí en Sevilla me criticaban,
porque mi baile era diferente. De hecho hace poco una bailaora
me dijo: a mí no me gusta tu baila y yo le dije por
el contrario a mí me encanta el tuyo ¿Qué
quieres que te diga no somos monedas de oro?, pero si es verdad
que fui rebelde a eso, pero yo no perdí el camino del
flamenco, el respeto. Yo puedo evolucionar y hacer cosas tan
innovadoras como puede hacerlo el primero, pero nunca me olvido
que el palo que estoy bailando tengo que hacerlo a través
de él y si quiero hacer un cambio dentro de la construcción,
más moderno, nunca debo de perder la raíz de
ese palo. Cada palo tiene un estilo coreográfico, una
forma que trabajar y que respetar y pienso que se está
perdiendo. El flamenco no es percusión, es movimiento,
es expresión, desgarro, es contracción, es giro,
todo eso es el flamenco»
Se resalta
que actualmente se abusa mucho del zapateado, que la mujer
ha perdido feminidad: «Ahora se lleva el traje
de chotis, estrecho hasta abajo, el vestido recogerlo arriba,
porque sino no tiene movimiento en la rodilla lógico,
y luego cuando tu terminas de ver a un bailaor, a una bailaora,
sales histérico, porque te han hecho en un compás
tantos compases que no le da tiempo ni asimilarlo. No quiere
decir que sean todos, pero sí lo hay, como también
hay el bailaor de raza que su baile es brazos, baile cabeza,
de giro, es percusión y movimiento que le da todos
los matices y que sabe bailar muy bien el cante, ósea
hay de uno y de otro, pero la gente que quiere innovar tanto
y hacer tanta fusión que se olvide, que la fusión
es la calidad. Se puede bailar de todo y hacer de todo, siempre
que haya calidad y no se pierda el sentido por otros derroteros,
esa es mi opinión que no vale nada, pero tu me la has
pedido»
Aunque diga esto modestamente la
opinión de está artista tiene un gran valor,
porque además de sus tablas en el escenario, también
está desde hace años volcada en la enseñanza.
«La gente que ame esto, que
sea trabajando y luchando y un día seguro que le llega.
El arte tiene dos cosas: uno amor a él y otro tener fe
para conseguir el techo donde se quiere llegar»
¿Qué
consejos das a los bailarines que entran en tu escuela? «Yo no soy nadie para dar consejos, pero a la persona
que le gusta bailar, primero tiene que ser consciente de que
este trabajo es día a día, porque el cuerpo
se olvida muy pronto del trabajo, el movimiento de la danza
crece por momentos. Igual que en la propia vida están
pasando cosas, igual le pasa a la danza, bailar solamente
no es bailar es preocuparse también de su físico,
prepararse en todo lo que sea, si es flamenco, conocer los
cantes. La profesión como iniciación es muy
difícil y cuando llegan a profesional no deben de caer,
siempre llega un momento en la vida en que tienes tu oportunidad,
que estén preparadas para que cuando llegue esa oportunidad
poder salir a flote y que no decaigan nunca. Es muy difícil
y tienen dos caminos: uno seguir con dinero y otro seguir
con menos dinero todavía, en esos dos caminos puede
llegar a un claro donde encuentres una oportunidad, todos
la tenemos. La gente que ame esto, que sea trabajando y luchando
y un día seguro que le llega. El arte tiene dos cosas:
uno amor a él y otro tener fe para conseguir el techo
donde se quiere llegar»
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