Texto y fotos: Estela Zatania
“Quiero pronunciar tu nombre” se titula el nuevo disco de Juan José Villar Jiménez, ‘Juan Villar’ (Cádiz, 1947) que ha salido a la calle apenas acabando el año 2004, un año en el que tristemente no han abundado las grabaciones de cante flamenco.
Villar fue curtido en plena época mairenera y festivalera cuando Camarón de la Isla y Paco de Lucía, pareja de obligada referencia, estaba sacudiendo el polvo del flamenco tradicional con sonidos frescos a la vez que surgidos de raíces profundas.
De esa generación de innovadores con formación clásica sale este gaditano con voz gruesa y flamenquísima y un sentido del compás digno de su tierra. Con siete años se inició en el cuadro “Los Chavalillos Gaditanos”, y a principios de la década de los setenta fue contratado para el gaditano tablao La Cueva del Pájaro Azul junto a Rancapino y Pepa de Utrera donde perfeccionaba sus conocimientos como cantaor para baile. Llega a ser uno de los más solicitados en esta capacidad, y actuaciones en peñas, festivales y turnés internacionales redondean su amplio currículum. Su pareja artística es el guitarrista jerezano Pedro Carrasco “Niño Jero”.
Bajamos a la ‘tacita de plata’ para la cita con Juan Villar en la Peña Flamenca Juan Villar situada espectacularmente en La Caleta.
El cantaor llega a la hora en punto vestido elegantemente, luciendo su generosa sonrisa, y nos acomodamos en un lugar tranquilo para charlar…
Juan, ¿cómo has tardado tanto en grabar desde la última vez?
No…hay un mal entendido en ese aspecto, yo no he parado de grabar en ningún año, pero dependiendo de la discográfica, por lo que sea, no lo han puesto ellos, no lo verían conveniente, pero cada año he grabado un disco, y han salido al mercado discos como “Desde la Viña”, “A mi manera”…pero ha habido fallos…
¡Y tanto! Porque una parte importante de la afición lleva tiempo esperando una nueva grabación tuya…
Allí está el problema, a ver si ahora esto marcha, porque en Cádiz quedamos Chano y yo, poquita cosa pero buena…
La canción que da título al disco es un tema clásico del Chino de Málaga. ¿Qué relación tuviste con él?
Yo tenía una vivencia muy grande muy grande con el, tenía mi edad… Cuando yo llegué a Madrid el Chino estaba en las Cuevas de Nemesio trabajando…estamos hablando del año 69 o 70…estaba viviendo en Madrid hasta el ’81 cuando volví a Cádiz y me quedo aquí pa’ toda la vía, ya no me voy más. En fin, que lo conocí allí, tocaba la guitarra y cantaba, llegó el hermano de Amina y entonces hicieron Arte4. Yo trabajaba mucho con ellos en Barcelona y a mí me encantaban las cosas que hacía el Chino porque era una eminencia sin explotar. Entonces las cosas, cuando me gusten y me lleguen al corazón, pues las cojo, entonces de allí venía el acordarme de esto. Hay otro tema del Chino en el disco también, “Un gitanillo francés” es de él, pero no lo grabó.
Hay un saborcillo a “Caño Roto” también…¿viene de Manzanita quizás?
No, mira, el Chino era muy de Caño Roto, le gustaba el barrio y el arte que había allí. Pero también he coincidido mucho con Manzanita, estaba de guitarrista cuando yo estaba en Villa Rosa, un chiquillo, 13 o 14 años tenía, na’ más, y me dio una pena muy grande cuando se murió, esta gente tan joven con un producto tan bueno…
¿Qué vivencias tuviste con Camarón?
¿Vivencias? ¡Todas! Fuimos casi familia, muchas vivencias, desde críos… Luego en Madrid, yo estaba en Villa Rosa cuando él cantaba en los Canasteros, y cada noche nos reunimos.
“Este disco está hecho a mi forma, como yo he querido hacerlo sin que nadie me haya dicho esto ni lo otro”
“La calle la Carmelilla” son jaleos extremeños…¿cómo se da esto en Juan Villar?
Hombre, se cantan en Extremadura…lo que decía antes, acordarse de una cosa que te gusta, y digo “lo voy a hacer yo”. Yo conocí a mucha gente en Madrid…La Marelu y Juan Cantero fueron prácticamente los únicos que llevaban estos cantes de la tierra…me gustaron mucho y se cantan bien, pues yo me arrimo a lo que me gusta más y lo que me duele a mí.
Luego están las alegrías, “Cuna de grandes toreros”…¿te gustan los toros?
A mí me gustan más que nada los toros, tengo mucha afición y muchos amigos toreros, y soy muy ‘currista’, entonces le canto a él.
¿Crees que hay que hacer concesiones para llegar al gran público?
Bueno, comercial lo es todo hoy. Yo pienso que hay que estar con los tiempos sin pasarse de los cánones…pero con los tiempos hay que estar porque el público pide eso.
¿El público o las discográficas?
No, yo nunca he tenido ese problema de que me hayan impuesto nada…hasta hoy, y toco madera.
Entonces se puede decir que este disco se ha hecho como tú lo has querido… Este disco está hecho a mi forma, como yo he querido hacerlo sin que nadie me haya dicho esto ni lo otro.
“Yo canto todo y me gusta todo, pero por siguiriya es donde estoy más `yo’…cuando me viene el momento, me reviento, exploto…”
¿Qué otros cantes se incluyen?
Además de lo que hemos dicho, hay soleá, siguriya, bulerías, fandangos, tangos…
¿Tienes ganas de trabajar?
Ganas de trabajar tengo, pero a mi manera. Y no quiero estar fuera muchos días, me voy quince días a Sevilla y estoy loco por volver a Cádiz.
“Fusión” propiamente dicho, no hay en esta grabación…¿es que la rechazas?
No, yo no rechazo nada, pero respetando los cánones, porque con 21 o 22 músicos, y cada uno tocando de una forma, ¡¿esto cómo es?!
Tu disco sabe a flamenco, tanto en la parte ligera como en el cante por derecho, pero ¿con qué música te sientes más a gusto?
Gracias a Dios yo soy un hombre que tiro hacia esta raíz. Tampoco me gusta engordar las cosas para que no suenen, o sea, yo quiero que todo suene a flamenco, yo puedo hacer muchas cosas pero tienen que sonar a flamenco, que si no, no me gusta. Y dicho esto, me tira mucho más una soleá o una siguiriya, eso está más claro que el agua. Yo canto todo y me gusta todo, pero por siguiriya es donde estoy más “yo”, ya no es el cantaor, es la persona en sí, cuando me viene el momento, me reviento, exploto…
¿Te entiendes muy bien con el Periquín, no? ¿Dan el mismo resultado los tocaores jóvenes?
Hombre, los jóvenes tocan bien, pero Perico es Perico…con ese, ya puede venir quien venga, como yo canto con el Perico no puedo yo cantar con nadie, porque me entiende, porque le entiendo, él falla, yo fallo, sabe cuando voy a estar mal, cuando no voy a estar, y es una compenetración de muchos años, es el monstruo de la guitarra de Jerez…para mí…hay tocaores muy buenos, pero éste es el más puro de todos.
¿Sabe tu cante más a Cádiz o a Jerez?
Está mezclao. Mezclo mucho Cádiz, Jerez y los Puertos porque es lo mismo, y allí hay buenas ramas y un buen tronco.
¿Hay diferencias entre barrios en como se canta en Cádiz, como los barrios de Jerez?
Lo había siempre, pero hoy ya no. Hoy la Viña está pará…en Santa María no hay flamencos, y Santa María siempre se había llevado la palma porque era el barrio de los flamencos.
“Aquellos tiempos buenos de antes del flamenco en Cádiz ya no vuelven más en la vida”
¿Te sientes olvidado por la afición?
Bueno, no creo…la afición está allí, lo que pasa es que hay mala información…
¿Todavía cantas para bailar?
No, hace muchos años que ya no canto para baile, y además, como están bailando ahora, no sabría hacerlo, porque eso ya no es bailar, eso se llama “kung-fu”.
¿A qué bailaores has cantado?
Ojú, a todos los mejores…al Güito, a Faico, a Manuela Carrasco, a la Tati, al Farruco, a Trini España, a casi todos los grandes…
¿Artistas que ha habido en tu familia?
Todos…Pablo, Jineto, Antonio, Curro…bailaores… luego la Perla que es prima hermana de mi mare.
Tú también bailas, que te he visto…
[Risas] No no no, muy raro, ¡huy! la pataíta…
¿Qué pasa que ya no hay ambiente en Cádiz?
No sé, gente que se han puesto más mayores, quieren más tranquilidad y no sale la juventud, no sé, hay cuatro niños apuntando, pero es lo que pasa hoy, al grupo y al grupo, tantos grupos no puede ser. Aquellos tiempos buenos de antes del flamenco en Cádiz ya no vuelven más en la vida. Yo me acuerdo en mi casa como se juntaban to’ los vecinos…eso no se va a ver más…
¿Qué cantaores nos quedan hoy en día?
Hombre, quedar quedan, hay uno que se llama Rancapino que es el más puro de to’, luego está Panseco, hay unos cuantos pero son mayores también, lo que estábamos diciendo, to’l mundo está loco.
¿Consideras que has dejado escuela?
Hombre, lo que hacen mis hijos, es de la misma generación…tengo una hija que no veas como canta que te quita la cabeza, pero no quiere salir a ningún lado…y mis hijos, Juan, y el que va con Farruquito, Antonio Zúñiga, otro hijo. Tengo una dinastía que si quieren, pueden, pero cada uno se va pa’ su casa…
¿Cómo ves el estado actual del flamenco y el rumbo que ha tomado?
No lo veo mal. Bajo mi punto de vista, más malo o más bueno, todo es una maravilla, o al menos soy amigo de ello…luego lo malo es que llegará el día en que no vamos a escuchar cantar por soleá a nadie, nada mas nos vamos a dedicar a escuchar los discos que nos gustan. Yo por muchas cosas que haga, mi cante no se va a perder… porque esto es lo que yo me impongo, ante que to’, yo admito todo lo que hay que hacer, pero esto lo hago pa’ mí, y si esto no me lo aceptan ustedes, pues ‘adios, muy buenas’…yo tengo que estar satisfecho con mis cosas, a mi manera…
¿Estás consciente de ser uno de los últimos cantaores tradicionales?
Totalmente.