Entrevista con Eva Yerbabuena, bailaora de flamenco. Estreno 'Huso de la memoria'

 


Entrevista a

EVA YERBABUENA

Eva Yerbabuena, el baile de la
memoria

Texto: Sonia Martínez Pariente
Fotos: Rafael Manjavacas Lara

Eva Yerbabuena ha querido expresar a través
de estilos del flamenco sus sentimientos y recuerdos en “El
huso de la memoria”, su último espectáculo.
Estrenado en septiembre en el teatro de la Zarzuela, irá
próximamente a Barcelona y se estrena ahora en la Bienal
de Flamenco de Sevilla. En este montaje Eva nos invita a adentrarnos
en su mundo y nos seduce a hacerlo con su baile cargado de
sensibilidad y pellizco, de recursos ilimitados e intensidad
de movimientos, sutil y exquisito. Nadie como esta artista
para lograr por el paso de su memoria, transmitir las más
bellas sensaciones y que queden en la memoria del espectador.
Sus méritos han hecho que se haya ganado a pulso, ser
una de las bailaoras más aclamadas del momento.

“El huso de memoria”,
el espectáculo que acabas de estrenar, ¿se puede
decir que es un repaso de tus recuerdos a través de
la danza?

-Diríamos que son los sentimientos que han provocado
esos recuerdos y es lo que se intenta manifestar y exponer
escénicamente. Cuento con nueve músicos, con
la música que ha creado Paco Jarana con un cuerpo de
nueve bailarines, dos artistas invitados de danza contemporánea,
que son Patrick de Bana y Aída Badía y es un
espectáculo donde se puede ver mirabrás, rondeña,
farruca, una fantasía musical, soleá, saeta…

Estos sentimientos, ¿los
has dividido en estilos del flamenco?

-Sí, siempre. Creo que es la única manera de
poder reflejarlos mediante el flamenco.

Hay tres saetas, ¿por algo
especial?

-El espectáculo es una cadena y siempre volvemos a
lo mismo. Año tras año en mi infancia lo que
más presente estuvo fue la fe, la semana santa, es
algo que se hacía mucho en casa de los abuelos con
los que pasé los primeros ocho años de mi vida.
Esas tres saetas llevan el nombre completo de mi abuela Encarnación
García Cuadros. En el programa, el título de
cada saeta lleva el nombre y apellidos de mi abuela, la primera
es Encarna, la segunda García y la tercera Cuadros.

“Cuando uno ve un espectáculo,
no sólo se puede valorar un baile, digo que hay que
verlo todo”

Uno de los estilos que incluyes
es la soleá, que tú has destacado que es un
baile que la gente te demanda, pero que eso te puede pesar
un poco.

-No, yo siempre digo, que cuando uno ve un espectáculo
no sólo se puede valorar un baile, digo que hay que
verlo todo. Creo que la soleá tenía que estar
en “El huso de la memoria”, porque a mí
me ha dado mucho, prácticamente me ha dado lo que buscamos
todos los artistas, poder crear una personalidad, que la gente
te reconozcan cuando te ven bailar. La soleá es de
la manera que a mí me reconocen, y sobretodo porque
así me lo pidió mi compañero que es Paco
Jarana, el creador de la música, y no suele pedirme
muchas cosas.

También te has impuesto
retos como bailar un mirabrás con bata de cola y mantón.

-El simple hecho de una nueva creación es un reto,
no solamente las coreografías que yo interpreto, sino
que son todas las coreografías del espectáculo,
la que interpreta Aída Badía, que es de contemporáneo,
como la saeta que es de Patrick de Bana, incluso la que bailamos
Patrick de Bana y yo, es algo que hay parte de él y
mía. Todo es un reto, pero sí es verdad que
estreno dos coreografías, una es la nana que comparto
con Patrick y otra es el mirabrás.

¿Qué te aportan los
colaboradores, Patrick de Bana y Aída Badía
al montaje?

– Creo que muchísimo, es muy enriquecedor que dos bailarines
compartan escena contigo. Ellos bailan una saeta que para
mí es de las cosas más sentimentales que hay
en el flamenco, a su forma y a su manera, con las claves de
lo que quieres manifestar y tú sientes, es muy importante
y es la manera de sentir en ese momento. Es muy enriquecedor
para todo, para la compañía y para el público
cuando puede sentir ese contraste.

Destacas que en este espectáculo,
a diferencia de otros, hay mucho color y de hecho ya en la
escenografía hay dos cuadros de Oscar Mariné.

-Cuando Oscar me presentó el boceto parecía
que me conocía de toda la vida, porque todos tenemos
dos personas, dos figuras que son como dos pilares, son tus
guías, los que te dan una educación, hacen ver
un futuro, es una cosa bastante universal, pueden ser cualquier
mujer, cualquier hombre. En mi caso son dos personas muy allegadas.
Unos dirán ¡mira son Paco y Eva!, o son los abuelos
de Eva, o los padres de Eva o soy yo misma, eso es simplemente.
Son dos imágenes que yo creo imprescindibles en la
vida de todos: un hombre y una mujer.

¿Para ti es muy importante
haber estrenado este espectáculo en el teatro de la
Zarzuela?

-Para mí la Zarzuela es el templo de la danza, aparte
se han juntado muchas cosas, inauguramos temporada, es el
150 aniversario y yo por primera vez he podido estar en Madrid
con mi compañía y en un teatro como este, eran
muchas cosas para que fuese estreno absoluto.

Paco Jarana, tu compañero
sentimental, como en otras ocasiones, es el creador de la
música, debe ser importante estar compenetrado con
alguien, que entienda tus ideas…

-Es un privilegio tenerlo a lado, porque nadie mejor que él
podría entender mi manera de entender los sentimientos,
y creo que eso es un cincuenta por ciento de Eva. Es un privilegio
tener una persona al lado que te conoce, viendo la manera
como respiras, ya sabe lo que necesitas. Aparte de crear la
música de un espectáculo a la hora de interpretarla,
él esta ahí y eso es una ventaja muy grande.

“Cuando he querido montar
algo, lo he hecho, teniendo ayuda de medios o no teniéndola”

Has estrenado también en
Madrid tu anterior espectáculo “A cuatro voces”,
¿ofrece una perspectiva distinta al Huso?

– “A cuatro voces” una vez terminado puso su semillita
para el “Huso de la memoria”. Son muy diferentes,
pero tanto uno como otro tienen una carga sentimental muy
fuerte. “A cuatro voces” se inspira en cuatro
grandes poetas como Vicente Aleixandre, Federico García
Lorca, Miguel Hernández y Blas de Otero, y la memoria
de ellos hizo que luego diera pie a hacer uso de la mía.

¿Qué intentas aportar
a cada uno de tus nuevos montajes, se sigue madurando?

-Siempre, no hay un día que no, aunque esté
con el mismo espectáculo durante cinco días
o un año entero, no hay un día que no acabes
y no te des cuenta de que acabas de aprender algo y que al
mismo tiempo vas madurando, eso es inevitable.

Alguna vez por falta de medios,
de apoyo, quizás has tenido que renunciar a hacer algo
que te apetecía, ahora con más reconocimiento.
¿Te puedes permitir hacer lo que quieres, te tienes
que dejar a veces algo en el tintero?

-Yo soy una persona muy cabezona o testaruda y sinceramente
cuando he querido montar algo, lo he hecho, teniendo ayuda
de medios o no teniéndola. Si he tenido que invertir,
como lo hice por ejemplo desde que empecé con mi compañía
en el año 98, en mi trabajo, lo hago con orgullo, porque
es lo que me gusta y vivo de él. A mí el flamenco
me da muchísimas satisfacciones en todos los sentidos,
creo que no hay mejor inversión que esa. Yo tengo inquietud,
quiero montar un espectáculo, y tenga ayuda o no, ten
pon seguro que acaba haciéndose, sea para bien o para
mal. Si es para mal, pues de los errores se aprende. En este
caso si tienes más medios, intentas que todo resulte
más fácil, pero la lucha, tanto de Paco como
mía, ha sido tener la infraestructura, que gracias
s Dios hoy la hay, poder tener una infraestructura y que todo
sea más fácil. A lo mejor no he podido estar
todos los años en Madrid, pero hemos intentado cuadrar
y tener una situación económica y poder estar
donde estamos ahora, aún así me siento privilegiada,
porque tengo mucha gente al lado que me han ayudado para poder
estar aquí.

“La casualidad de que tres
bailaoras hayamos coincidido en Madrid, creo que es lo mejor
que le puede pasar al flamenco”

Parece que el baile flamenco de
mujer está muy presente. Por ejemplo en Madrid han
coincidido espectáculos de tres mujeres, Sara Baras,
María Pagés y el tuyo, ¿hay alguna explicación
para ello, está teniendo mas preponderancia que el
del hombre?

-Creo que la mujer en el flamenco ha estado siempre muy presente,
no creo que sea la cosa de ahora, de hecho la Agentinita,
Pilar López, Carmen Amaya, todas ellas han tenido compañía.
Ha seguido habiendo, están Cristina Hoyos, Matilde
Coral, Merche Esmeralda, que también han tenido compañía,
no es que nosotros estemos descubriendo nada. Quizás
sí que desde que lamentablemente Gades nos dejó,
que tenía su compañía, viajaba por todo
el mundo, fue el pionero en bastantes cosas, se eche de menos
las compañías de hombres, pero también
las hay. Creo que todo depende de quien tenga las inquietudes,
en ese caso da la casualidad que tres bailaoras hemos coincidido
en Madrid, pero creo que es lo mejor que le puede pasar al
flamenco, ¡ojalá en vez de tres, fuéramos
seis o diez!. A mí me encantaría, porque, además,
las hay, hay grandes artistas, que a lo mejor no tienen la
oportunidad, o se piensan tomar un riesgo de esa magnitud,
porque a veces nos quejamos mucho y no solamente podemos depender
de que nos den una subvención, nosotros también
tenemos que arriesgar en el sentido que nos gusta nuestro
trabajo, hay que arriesgar y apostar por él. Es indiscutible
que hay que tener una infraestructura y la gente tiene que
ver en ti una credibilidad de unos años, un trabajo
y una respuesta para poder apoyarte, y a lo mejor te hacía
mas falta la ayuda antes, aunque siempre hace falta, cuando
empiezas, cuando tienes una trayectoria, pero también
nosotros tenemos que apoyar.

Más información

Estreno «Huso
de la memoria» Teatro de la Zarzuela – Madrid

Toda
la información sobre Eva Yerbabuena

 



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