Entrevista al cantaor jerezano Fernando de la Morena. Reseña de su disco ‘Jerez de la Morena’

«Por los siglos de los siglos, habrá quien cante bulerías por Fernando de la Morena»
Francisco Herrera, Cadena Dial»

 

La gracia y el compás de Jerez están templados por una seriedad latente, un sentido de lo trágico, siempre presente a la vez que oculto. En estas tierras de vino fino y de caballos, y en Fernando Carrasco Vargas, ‘Fernando de la Morena’ el cante flamenco ha encontrado el hogar perfecto para este singular estado mental.

Fernando, de apariencia distinguida, habla con la elegancia y resonancia de un profesor de literatura, y 

con una cultura intuitiva a pesar, o más bien a causa de los años que prestaba servicio como taxista cuando llevaba a cantaores grandes y no grandes a fiestas y actuaciones, y las casi tres décadas de repartidor de pan de ese de sándwich. Recuerdos de la gañanía, la desaparición prematura de su hermano menor Curro, y una gran humanidad…son las referencias que configuran el cante sincero y sentido de este hombre que canta con los ojos abiertos para el desconcierto de muchos espectadores. Luce cierto eco caracolero, a la vez que es uno de los cantaores de más personalidad propia hoy en día. Admira al venerable Antonio Núñez ‘Chocolate’, y la admiración es recíproca según confiesa éste.

¿En qué año te profesionalizaste Fernando?

Verás, siempre he trabajado en una empresa, 27 años para la empresa internacional Bimbo, y yo con mi mes de vacaciones, pues hacía unos cambios para ir a los sitios a cantar, es decir, sin dedicarme plenamente, todavía me dedicaba desde que tengo 24 o 25 años, los tablaos, los teatros, a Madrid, a Francia, en fin… Hace ahora ocho o nueve años que me dedico completamente al cante.

¿Y qué tal te va?

Pues bien, vamos tirando «p’alante como la gente de Alicante» [se ríe].

Aparte de ser jerezano y de Santiago, que ya es ganancia, ¿cómo te has formado, de dónde procede tanta riqueza cantaora?

A mí me ha marcado mucho mi época de trabajar en el campo, en los cortijos que había… era un chiquillo y escuchaba a los gitanos viejos cantar, se formaban las fiestas allí por to’ y por nada, y de allí fui yo cantando y ha sido un aprendizaje bastante enriquecedor, vaya, la cultura de mi sangre. Esas trillas que canto en la grabación, las he escuchado yo, era chiquitito, que había un gañán que las hacía en la era con su mula y su rastrillo, haciendo la faena de la trilla. Por la noche se cantaba más bien por fiesta, había quién salía cantando también por soleá, por siguiriya, haciendo compás con los nudillos…

«Fernando es un filósofo que canta, o un cantaor que filosofea a compás» – José María Castaño, Ondajerez radio

Hablemos de tu última grabación…

Es el segundo disco que grabo en solitario… el otro, De Santiago a Triana, luego La Familia de la Morena, todo bulería, hecho con mi hermanito…

Tu famosa bulería de las ‘Papas aliñás’, una gozada…

Eso lo tenía yo enmaquetado hace bastantes años… cuando Paco Cepero estaba en todo su apogeo de que estaba componiendo para los artistas, entonces iba a grabar un disco, hicimos una maquetita y es eso de las papas… lo ha hecho el Nano de Jerez mucho, pero es mío.

Luego hay un tema de este disco que me dolía mucho porque era el tema master del disco, lo sabe la prima Tere Peña [de Palo Nuevo], metí una prosesita de Curro Romero, de Aparicio de Rafael, y era un cante que hacía la Piquer «En medio la plaza olé, y olé y olé…», por bulería, precioso, y ante la duda de que no fuera a pasar los autores o no sé qué, que no había tiempo, el disco tenía que salir en diciembre, pues lo quitaron, y me ha partío por la mitad.

Los fandangos que tú cantas son muy personales…

Sí, yo creo que analizándolo, yo no me parezco a casi nadie, tengo mi propia personalidad, hombre, hay que beber de toda la gente anterior, pero mi cante, mi soniquete, mi compás, es mío… Me ha dicho Diego Carrasco que conoció a un flamenquito que hace mis cantes, que le gustan mucho….y hay otro en Sevilla me ha dicho Moraíto que hace mis cosas, pero no conozco a ninguno de los dos.

¿Que hay de la zambra en la grabación?

Pues mi cuñado Diego Carrasco y yo pensamos en incluir una zambra, en memoria de mi hermano Curro, que cantaba mucho por Caracol, y de allí partió la idea, cogimos la letra de Rafael Fernández «El Nene». Íbamos buscándolo y trabajándolo y yo creo que ha salido un pedazo de zambra, y la idea fue esa, ofrecérsela a mi hermano porque el disco está dedicado a su memoria, y la verdad, aunque suene a Caracol, allí trato de ser yo…es la primera vez que canto una zambra.

«El sol estrena bulerías y tientos que hacen daño cuando canta Fernando la Morena» – Antonio Gallardo, poeta

¿Compones letras de cante?

Compongo algunas, sí… en este disco la letra de la soleá es mía, «Ay qué cortita es la vía, y qué largo el sufrimiento, las cosas buenas se olvían, y nunca los malos recuerdos». Hay una alegría que es de Antonio Jero, el hermano de Periquín el Niño Jero, letras de Rafael Fernández que he mencionado antes, otras que tenía yo, lo de las ‘papas’, y un tema de Alberto Cortés, que iba a intervenir en el disco, pero ha sido imposible, que estaba en sus galas por América.

¿Con qué cante te identificas más?

La verdad es que más de uno me ha hecho esa pregunta… dicen de mí, como te decía antes, que tengo un soniquete y un compás que es mío… allí estoy muy cómodo, la bulería la hago yo y la verdad no me cuesta mucho trabajo, me fluye de una fuente bastante llena. Después la soleá me gusta mucho, es un cante enorme… y la siguiriya. A todo cante que le pongas alma y corazón, verdad y sentimiento, le da un sentido grandioso.

Hoy en día, hablando con un veterano de tus conocimientos, es tema obligado preguntar por tu opinión acerca de la dirección que está tomando el cante…

Mira, yo sé que la música no tiene fin, que tiene una prolongación y eso existirá por los siglos de los siglos. Yo respeto a todo el mundo, que coja por donde quiera. Pero lo que sí digo es que aquel que quiera hacer flamenco en su momento y vaya montado en esas costumbres, y hace la música y esa fusión y estas cosas que están haciendo hoy en día, cuando quieran volver a cantar una siguiriya como Dios manda, no van a coger el sitio, lo van a ignorar. Yo ofrezco mi respeto a todo el mundo, pero que yo me quedo con la raíz del cante.

Todo concepto musical tiene un comienzo, y si te apartas de la raíz… ya sé que todo tiene que evolucionar pero con otro sentido, que lo que yo escucho hoy, eso ya no es flamenco… hay algunos que te llegan al oído, que parece que te suenan un poquito más, pero…. Me alegro mucho de que me hayas brindado esta oportunidad de charlar un ratito contigo sobre lo que tú y yo apreciamos del flamenco.

Texto y fotos: Estela Zatania

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