Entrevista: Pablo San Nicasio Ramos
«El flamenco debe renovarse porque lo hacen personas, no sillas de enea quietas sobre el escenario»
La élite del flamenco se mide no tanto por las cifras materiales de ventas, que a veces también, como por el número de alusiones de los profesionales del gremio. Citas que, con parabienes, reivindican la figura de alguien en concreto. Ese nombre propio suele repetirse con fruición en todas y cada una de las conversaciones que revisan el estado de la cuestión y, de un tiempo (una década al menos) a esta parte, el señor Francisco José Arcángel Ramos va acaparando más y más conversación en esos corrillos. El día en que murió Steve Jobs, hablamos de visionarios y revoluciones flamencas con un joven que presenta cuarto disco sin haber llegado a los treinta y cinco y tras cinco de ausencias de los estudios. Este “Quijote de los Sueños” ya no tiene miedo a nada, sea o no gigante lo que se ponga enfrente.
Dices que este disco abre muchos frentes nuevos, retos. “Sí, totalmente. Son varios. El primero y principal es que es el primer disco que yo me produzco. Los anteriores estaban bajo la batuta de productores, y ahora no es así. Esto es porque ha llegado el momento de que haga totalmente las cosas bajo mi criterio. He decidido los temas que quiero cantar, como lo quiero hacer, el tratamiento de los instrumentos, los músicos que tenían que aparecer…por supuesto dejando también hueco a las opiniones de quienes me rodean, que si los he escogido es precisamente para eso, para que tengan libertad y hagan lo que quieren expresar… Luego está el reto de que el ochenta por ciento de la música la he hecho yo. Quitando la labor de Isidro y alguna letra popular, yo intervengo en todo y elijo lo que debe salir. Y por supuesto es un reto también volverme a poner a grabar algo después de tanto tiempo sin hacerlo, y eso tiene que verse reflejado, porque tiene que haber evolución”. La autoproducción ¿viene obligada también por la coyuntura actual? “No, no ha sido cuestión económica. Lo he hecho por convencimiento. Creo que tenemos que tomar nosotros las riendas de nuestra propia música y ser los creadores, cuanto más tengamos que ver en nuestra música y en nuestros productos musicales, si es que se puede decir así, mejor.” A propósito reivindicas nuevas letras, aludes a la calidad de los textos “Es que vamos…el flamenco lo reclama…eso seguro” ¿Por qué? ¿Ya no tienen vigencia las letras flamencas? ¿Están muy trilladas? “Hay de todo, la verdad. Hay letras populares que estarán vigentes por los siglos de los siglos, pero las buenas es que están muy trilladas…a mí me apetece cantar y contar otras cosas. Aunque digamos lo mismo, quizá debamos decirlo de otra manera. Pero ojo, el lenguaje que debemos buscar para decir cosas abstractas debe ser accesible, y por eso escogí a Juan Cobos Wilkins, fundador de la Casa de Juan Ramón Jiménez, colaborador en “El País”, un autor de quien se han llevado obras suyas al cine…pero sobre todo destaco que con su lenguaje se pueden palpar las cosas, imaginártelas perfectamente. Que la gente sepa de lo que hablo, como en las letras antiguas. Además no se corta y borda temas espinosos…” ¿Aquí lo hace? “Sí, por ejemplo en “No Consigo” se alude a la dificultad de querer a un Dios sobre todas las cosas. Ese mandamiento tan central en tantas religiones y que a mí y a tanta gente nos resulta tan difícil… por lo menos incomprensible. No se trata de no querer a Dios, sino de quererlo por encima de todas las cosas. Es un tema sugerente, como el de “Los Dulces peligros de la música”, donde esta es como un veneno, algo que nos lleva a sitios, recuerdos…sin que podamos hacer nada…hay músicas que están, que nos llevan, que son… algo que está súper bien expresado en esa letra. Los textos, claro, están adaptados a cada cante, los hay más o menos “facilones” en cuanto a la extensión, pero nunca en lo complejo de lo que abordan.”
Lo de Quijote fue por Paco Toronjo “Juan Cobos hizo ese tema y me pareció perfecto, pero no sólo para titular el tema, sino para todo el disco, para dedicárselo a Paco, en fin. Como yo me identificaba además con ese título pues fue todo rodado. Y es que todos nos topamos siempre con gigantes que hacen que no podamos vivir en el mundo que soñamos. La paz, la igualdad…no hablamos de proyectos o sueños materiales, es algo más importante.” “todos nos topamos siempre con gigantes que hacen que no podamos vivir en el mundo que soñamos” ¿Por qué era Quijote Paco Toronjo? “Su vigencia es indiscutible. No se pudo hacer tanto con tan poco. Sesenta años cantando fandangos de Huelva de la manera que lo hizo…cuando murió yo tenía veintiún años, coincidí con él bastante. Navegaba en un mundo propio, iba a su manera, él cantaba lo que sentía, sólo sus letras, no se dejaba influir por nadie, era un batallador como el Quijote, autosuficiente en lo existencial. Desde que se levantaba hasta que se acostaba”. ¿En el flamenco existen gigantes o muros? “Antes sí, era un mundo demasiado cerrado. Ahora menos. Hay que abrirse a la renovación. Las personas son las que renuevan el flamenco, no las sillas puestas en un escenario. Es como si mi hijo fuese en el futuro al colegio y no supiera lo que es un ipad porque yo le exigiese que tomase apuntes de la misma manera que yo. Pues él me diría “pero papá, es que hay niños en mi clase que avanzan más que yo” y yo sería absurdo que le dijera que copiase apuntes o estudiase de la misma manera “porque así es como debe ser”…sería absurdo. Le estaría haciendo la vida imposible.” Esto me lo dices el día en que se ha muerto Steve Jobs “¿Ah si?, no sabía nada…. Hace tiempo te oí decir que “la juventud anda desorientada” “La juventud siempre está desorientada, y más ahora que les dan palos tan pronto…y no me refería a la juventud flamenca. Hablaba en general. En el flamenco igual, lo que pasa es que ahora lo tenemos algo mejor porque se es más tolerante. Los que empiezan ahora ¿cómo no van a ser diferentes si oyen reggaeton, heavy…si tienen en el ipod miles de canciones? Esa capacidad de escuchar tanto y como uno quiera…antes era imposible. Hablo de un flamenco que quería aprender los cantes de alguien, iba detrás de un cantaor, y pillarle en condiciones, que cantase, repitiese… Y ojo, que luego ese joven retuviese las letras, la música…era imposible. Al día siguiente lo mismo quedaba algo, pero una semana después…había que hacer un ejercicio como en clase: COMPLETA LA FRASE. Ahí entraba la imaginación de cada uno…y eso hacía avanzar el flamenco. Ahora entran otras cosas en juego para hacerlo igualmente avanzar, pero debemos aprovechar también lo que las circunstancias nos ofrecen y nos facilitan”. “El Flamenco era un mundo demasiado cerrado. Ahora menos. Hay que abrirse a la renovación. Las personas son las que renuevan el flamenco, no las sillas puestas en un escenario ¿Y si oyes decir que los jóvenes recreáis más que creáis? “Pues quien dice eso se equivoca. Porque precisamente ahora se busca hacer cosas totalmente diferentes. Antes sólo se recreaba el cante tradicional, en la mayoría de los casos. Mientras que ahora casi todo el mundo busca hacer cosas nuevas. Es así.” La pureza, ese concepto tan problemático…José Luis Ortiz Nuevo habla de ella en el primer tema como un consuelo ¿no es también un arma arrojadiza? “Pues sí, la verdad. Pero no debiera ser así. Yo entiendo la pureza como un concepto que consiste en hacer algo convencido de que eso que haces es lo que está bien. Es un arma arrojadiza de los puristas contra los modernos y de estos contra lo antiguo, de los que reniegan y atacan lo tradicional, y lo tachan de obsoleto. Y no puede ser, por eso el tema “Pa qué tanto discutir”. No puede existir lo moderno sin lo antiguo y viceversa. Es absurdo enfrentar ambas cosas.” A propósito de la pureza, yo no sé si todavía notas el dilema del fandango como algo plausible de ser incluido en la órbita flamenca o no… “Ahí no discuto, porque es indiscutible. El fandango fue, es y será flamenco. Quien no lo crea así tiene un problema gordo porque es evidente. Diga lo que diga yo o quien sea…el fandango ha pintado mucho en esto y además es matriz de tantas cosas…” El disco incluye colaboraciones de tus escuderos tradicionales, pero algún que otro artista nos suena nuevo “Están los Makarines, que me encantan, Dorantes, José Antonio Rodríguez, mis músicos habituales, los Mellis, Miguel Ángel Cortés, Dani Méndez…y Antonio Orozco, con quien tengo una relación muy cordial, y aquí sale muy flamenco…va a sorprender…” |