Texto: Sonia Martínez Pariente
Fotos: Rafael Manjavacas Lara
Abriendo caminos
Rocío Molina es uno de los valores en alza del baile flamenco. Ha sido elegida en la quinta edición de los premios Deflamenco.com la mejor bailaora del año 2007. Ha destacado con su personal estilo, a través de su colaboración en numerosos montajes junto a otros artistas y en sus propias creaciones, ya que a pesar de su juventud, ha estrenado varios espectáculos propios. Actualmente participa en el montaje “Mujeres” junto a Merche Esmeralda y Belén Maya y ha estrenado su último trabajo “Almario”. Cada vez que se sube al escenario el baile de esta malagueña es una muestra de su excepcional talento, de su sensibilidad a la hora de interpretar la danza. Su baile es un deleite de movimientos, un halo de frescura que abre un nuevo camino al baile flamenco femenino.
Rocio Molina en la plaza de toros de Ronda (Málaga en Flamenco)
Rocío, te han concedido el premio Deflamenco.com a la mejor bailaora ¿esto hará que sientas que el público valora tu trabajo? – Sinceramente no me lo esperaba, para nada, pero sí, siento que valoran el trabajo que poquito a poco estoy haciendo y el compromiso que tengo con la danza., entonces me gusta tener este apoyo para confirmar que, bueno…. por lo menos el camino equivocado, no está.
El año 2007 ha sido muy fructífero para ti, porque has participado en numerosos espectáculos, has estrenado también un montaje propio y además has recibido reconocimientos a tu trabajo… – Sí, el 2007 ha sido un año fructífero, muy bueno, pero a la vez, uno de los más duros que de momento he tenido, pero lo bonito es tener luego una recompensa y que la gente de la calle lo vea y te apoye, la verdad es que estoy muy contenta.
“Siento que valoran el compromiso que tengo con la danza”
Ahora mismo estás trabajando en el espectáculo “Mujeres” con Belén Maya y Merche Esmeralda, ¿qué resaltarías de este montaje que está teniendo tanto éxito? – Destacaría el compañerismo que tenemos entre tres bailaoras de generaciones distintas, que es lo más difícil y lo más duro que yo he podido comprobar, que eso exista entre gente de distintas edades, más que nada porque soy la más joven, soy la niña. Lo que más destaco son las otras dos personas que hay, fuera y dentro del escenario, que es una maravilla verlas bailar, pero sobretodo el compañerismo y el respeto que tenemos unas con otras, independientemente de la edad.
Además, juntar tres mujeres en el flamenco no es fácil… – Sí, fíjate, tres mujeres de tres generaciones distintas, de tres edades, tres experiencias, tres cabezas pensantes y mujeres, que tenemos tela. Podía haber sido duro, pero al revés, yo de la experiencia de colaboraciones, es de las más bonitas que he tenido.
Habéis actuado en el Festival Flamenco USA. ¿Qué aceptación habéis tenido en EE UU? – Nos sorprendemos, porque es bien recibido adonde vamos. Nos acaban de dar el premio de la crítica de Jerez al mejor espectáculo, las críticas han sido maravillosas y estamos sorprendidas con la reacción del público, y sobretodo de la crítica.
Has estrenado varios espectáculos propios. ¿Qué has querido ir plasmando en cada uno de ellos como en “Entre paredes” o “Eterno retorno”? – Sobretodo la libertad, que la gente cuando vaya al teatro a verme, que se pueda esperar cualquier cosa, porque en cada momento tengo algo distinto que decir al momento anterior. No quiero condicionarme a hacer algo por la crítica o por otros factores, lo hago porque realmente quiero hacerlo y soy fiel a mí misma y es un poco lo que yo percibo: esa libertad y la expresión, un poco que el público se vaya educando y que cuando va a verme sepa que puede no gustarle algo…me gusta sorprender, no de manera consciente, pero sí inconscientemente. Siempre tengo algo que decir y lo cuento.
De “Almario”, tu última creación propia, ¿qué resaltarías? – Aparte de que fue una función bastante dura, ahora es lo que estamos rodando y es de lo que vamos a hacer gira. Es un espectáculo que me gusta, porque es muy simple, un poco un recital. Tiene un fondo bonito también de la libertad y me gusta la sencillez que tiene en escena y especialmente la libertad del cuerpo.
¿Te gustaría en un futuro tener tu propia compañía? -Si tenemos el concepto de compañía de hoy en día, ahora mismo no me veo, llevo cinco estrenos y preparando el sexto y a lo mejor lo que tengo, no se puede llamar compañía, pero llevo cinco años con la misma gente. De momento tengo que tener en cuenta cuestiones económicas, políticas, por las que no puedo mantener una compañía con gente. Por ahora, no es lo que me pide el cuerpo, me pide hacer cosas distintas, colaborar con gente distinta. Con el tiempo, igual cuando tenga más solidez, si me gustaría tener un grupo, unos bailarines conmigo, sería genial. De momento estoy contenta así.
Aunque tú estás consiguiendo llevar a escena tus trabajos, ¿cómo ves el panorama flamenco para que salgan a la luz los proyectos de la gente joven? No sabría como decirte. Hay mucha gente muy preparada, con muchas ideas, muchos proyectos. Lo difícil es hacerse diferenciar entre tanta gente, con tanta técnica y preparación. Supongo que hay que tener algo distinto en el escenario que llame un poco la atención.
“Mi baile es libre…soy fiel a mí misma”
En cuanto a conseguir apoyos. ¿Sentís que los tenéis? – En la Comunicad de Madrid es más complicado, es más recortado, en la parte de Andalucía sí hay bastante más apoyo. Siempre es complicado entrar en ese tema, porque esa es la parte un poco oscura del artista. Hay apoyos, aunque es difícil, es duro, por el tema del caché y ese tipo de cosas. Yo no estoy muy metida en eso, pero tienes gente que te lo lleva, pero no es fácil. No hay que ir sólo de artista, hay que tener la cabeza más luchadora.
¿Lo tuyo viene de familia? – No, no viene de familia, de hecho mi madre ha sido bailarina de clásico en la ópera de Griselda y nadie más. Siempre digo que tiene que haber una primera persona.
¿Y cuáles han sido tus referentes? – Siempre he sido muy cambiante. Me ha gustado todo, de todo he aprendido y me ha gustado muchísima gente. Ahora mismo quien me da energía, y mira que no lo he visto mucho y me hubiera encantado verlo en directo, es Antonio el Bailarín, me da energía pensar en él y leo, veo, miro sus fotos. Me aporta muchísima energía la danza y de eso me alimento y cada vez voy descubriendo cosas.
Tu baile es muy flamenco, pero también es la mezcla de otros movimientos, otros estilos. ¿Cómo lo definirías? -No lo sé, es libre. Yo lo considero flamenco, porque en Málaga es lo que he trabajado, en las peñas, en los festivales de cante…Mi cuerpo se mueve de una manera que a lo mejor a la gente le resulta un poco más extraña. Me gusta mucho experimentar, aprender de otro tipo de danza, conocer otra técnica. Todo lo que sea arte y conocimiento, me encanta. Me encanta estudiar, y luego a mí todo se me va hacia el flamenco y por algún lado tendrá que salir.