Entrevista a Raúl Rodríguez de 'Son de la Frontera'

 

Entrevista
con

RAUL RODRÍGUEZ
de

«Son de
la Frontera»


Hace más de cuarenta años que Diego del
Gastor (Arriate 1908-Morón de la Frontera 1973)
fue descubierto por la comunidad flamenca extranjera
que convirtió al guitarrista bohemio afincado
en la localidad sevillana de Morón de la Frontera
en figura de culto para toda una generación de
norteamericanos, japoneses, ingleses y aficionados serios
de otros países que llegó a conocer el
sonido Morón a través de cientos de cintas
caseras de fiestas y actuaciones.

En su propio país no obstante el reconocimiento
ha sido bastante más discreto, generalmente limitado
a su comarca inmediata de donde ahora salen cinco jóvenes
músicos para poner las cosas en su sitio. La
formación “Son de la Frontera” compuesto
por Paco de Amparo, Pepe Torres, Manuel Flores y Moi
de Morón bajo la dirección del también
componente Raúl Rodríguez, hijo de la
cantante Martirio, ha basado su repertorio y proyección
directa y abiertamente en la música de Diego
del Gastor, desaparecido hace tres décadas y
cuyo nombre figura en el CD como autor de la música.

“Son
de la Frontera”, el primer trabajo discográfico
del grupo del mismo nombre y que lleva años proporcionando
apoyo musical en las actuaciones de Martirio, es una
grabación sorprendente, de concepto multifacetado
y fresco que incluye una fuerte dosis del tres cubano,
instrumento que Raúl Rodríguez, antropólogo
además de músico, aplica al flamenco de
toda la vida con buen gusto y genuino entusiasmo.

“Un mensaje mucho
más directo, es lo que yo veo de positivo…a
nivel de energía, de letras, de la música
y de la actitud”

 

Raúl, la relación
con Morón ¿cuándo empieza?

Bueno, he tenido muchas vías de conocimiento
con Morón, por un lado por ejemplo, por la parte
de Kiko Veneno y de Raimundo y Rafael. Llegaron a estar
en una serie de actuaciones y una de las escalas que
tuvieron, fue Morón. Entonces allí ya
cogieron una especie de contacto con Morón, y
Kiko también, la primera fiesta flamenca que
conoció fue con Agustín Ríos, uno
de los sobrinos de Diego del Gastor, estando Kiko en
Estados Unidos cuando iba de hippie con su guitarra.
Agustín lo orientó y esto le cambió
el planteamiento por el año ’75, muy poco
después de la muerte de Diego. Entonces había
una entrada en mi casa en torno a esta gente con las
cosas de Morón. Luego había un amigo de
Dieguiito de Morón que me grabó Rito y
Geografía del Cante donde toca Diego del Gastor
para Joselero y Perrate. En realidad empecé a
descubrir el toque de Diego cuando ya no vivía
aquí, ya vivía en Madrid. No era músico,
tenía dieciséis o diecisiete años.
Empecé a tocar a los nueve años, la batería,
el bajo, la guitarra eléctrica, pero flamenco
nunca, hasta que no descubrí a Diego. Viniendo
desde una tradición más roquera, estaba
mucho más cercana con la guitarra.

Pocos flamencos han empezado
como roqueros…en todo caso, al revés, pasan del
flamenco al rock…

Me imagino que es quizás una cosa generacional.
A mí me ayuda en el sentido de que intento tener
un concepto más…me puedes mal interpretar pero,
más moderno en el sentido de la transmisión
de un mensaje mucho más directo, es lo que yo veo
de positivo…a nivel de energía, a nivel de letras,
a nivel de la música y a nivel de la actitud.

“Desarrollamos un lenguaje cubano dentro de
la bulería”

¿Piensas que la música
de Diego del Gastor está injustamente olvidada?

Quizás un poco olvidada, pero creo es algo normal,
una cuestión de la industria, no hay discos de
Diego del Gastor, hasta ahora, con la edición
de la serie de Rito y Geografía del Cante donde
viene los cinco o seis toques que hizo en ese programa,
es la primera edición de un trabajo suyo, entonces
no es cuestión de que se haya olvidado sino que
discos como tales, no ha habido. Sin embargo el hecho
de que haya hecho tantísimas grabaciones de tantas
fiestas, ha hecho que lo conocieran hasta en Australia.
En España lo que pasa es que la personalidad
de él no fue una personalidad como para introducirse
en la industria o en el mercado con facilidad, por otro
lado la música suya, al no haber sido editada,
no ha salido adelante, lo cual ha sido estupendo porque
la ha mantenido en la creación de un lenguaje
propio dentro del contexto en el que se creó,
y a lo mejor Morón tiene más música
propia por este motivo. En el disco hay mucha riqueza,
llevamos haciendo esta música en los lugares
en Morón y en las casas en los últimos
años, y siempre muy buena impresión.

Entonces
descubres esta música cuando estás tocando
la guitarra ¿no?

Sí…luego me vengo a Sevilla a estudiar antropología,
y allí entro en contacto con mi gran amigo Paco
Pavía, y con él empiezo a ir a Morón.
Yo había estudiado toda esa escuela de guitarra
en mi cuarto solo, seis o siete años, sin saber
nada acerca de Diego realmente, que confundía
Diego del Gastor con Diego de Morón. A partir
de allí empecé con más regularidad,
por el año ’94 o ’95, ya conozco
a Diego de Morón, tengo una relación preciosa
con él, y con la generación siguiente
por supuesto.

“Las mezclas de músicas
ocurren de una forma muy natural, la música tiene
esa virtud”

Pepe Torres

¿Ya lo tenías
claro que ibas a ser músico?

Sí, en el ’92 empecé a trabajar
como músico. Luego en cuanto al tres, en el 97
mi madre va a la Habana y se lo encargo, un poco ya
viendo que efectivamente algo tiene ese instrumento.
Lo había escuchado en los primeros discos que
llegaron aquí en el redescubrimiento de la música
cubana en España. El punto de arranque realmente
ha sido “El Encuentro: El Son cubano y el Flamenco”,
el ciclo organizado por la Diputación, que empezó
en el ’93 cuando vino Compay a Europa a cantar,
vino Faustino Oramas ‘El Guayabero’, vino
Elíades Ochoa… Hasta entonces no había
el interés en el son cubano que hay ahora…del
son antiguo, en España y en Europa, se hicieron
varios discos de Compay Segundo aquí, se empezaba
a hacer discos de todos los soneros antiguos. El primer
tresero que yo vi fue El Guayabero, lo vi en Lebrija
con Pedro Bacán en el año ’94. Entonces
quien dio impulso digamos teórico y musicológico,
fue este hombre…y con Faustino Núñez,
Danilo Orozco, Luis Lázaro, Bladimir Zamora,
Santiago Auserón y Jesús Cosano de la
Diputación, fueron los que nos dieron cobertura
para que esto se pudiera organizar. Con los discos antiguos
empecé a escuchar el flamenco y me llamó
muchísimo la atención. Ya por el ’97
mi madre fue a la Habana, me lo trajo y empecé
a llevármelo a tocar con Paco y Pepe del grupo,
tocando de una forma más novedosa la tradición
de Morón.


Ver ficha disco

¿Tocas la guitarra
flamenca?

Yo soy guitarrista de toda la vida, tocando con Kiko
Veneno, con Martirio, con Javier Ruibal… Pero nunca
me había planteado ser guitarrista de flamenco,
como solista o de acompañamiento.

“Lo único que
hay que hacer, es desde dentro del propio flamenco darle
la vuelta a la flor y ver los pétalos”

¿Tú madre te
ha apoyado?

Siempre. Y además dejó que decidiera mi
camino. Desde el ’98 hemos ido como grupo de acompañamiento
de ella, nos ha dado luz y confianza, y a cada uno de
nosotros nos ha dado el foco suyo en cada teatro y tenía
mucha confianza en las propiedades que teníamos
cada uno…todavía estamos creciendo, pero hace
6 o 7 años hacía falta ese punto de confianza,
y mi madre es una artista grande, aparte de que yo la
adore.

¿Cómo encaja
la antropología en todo esto?

Yo empecé a estudiar la antropología como
vía para comprender un poco más el mundo
del flamenco y la cultura gitana, y en principio, cuando
empecé a estudiar, no pensaba dedicarme a la
música. Desde el principio yo realmente estaba
mirando todo como con monóculo para ver qué
es lo que se dice y qué está pasando,
o sea, intentar ver esa cara B que hay en todas las
cosas, y como músico, comprender que la música
funciona en un contexto determinado. La antropología
te ayuda a interpretar las cosas.

¿Qué otra música
te ha inspirado aparte de la de Morón y la música
cubana? Se escuchan diversas influencias en el disco…

Es que yo soy muy ecléctico en el gusto, o sea,
la tradición mía es la fusión…mi
madre Martirio, y Kiko Veneno es casi mi tío,
compadre de mi padre, yo conozco a Raimundo y a Rafael
desde pequeñito y crezco en una casa de fusión.
Pienso que las mezclas de músicas ocurren de
una forma muy natural, la música tiene esa virtud,
dentro de la boca de la guitarra se metió todo
lo que había alrededor, aunque no hubiera un
mestizaje calculado. La música de Andalucía
es una música con muchas tradiciones dando vueltas
y prácticamente en todo el siglo veinte el único
instrumento que desarrollaba la música en Morón,
fue la guitarra, la flamenca, y la de Diego más
concretamente.

“Pienso que el concepto
de la pureza puede hacerle daño a la música”

Ya el flamenco de por sí es una música
bastante rica que trae influencias de la música
marroquí, de la música hindú, influencias
mediterráneas, cubana…entonces lo único
que hay que hacer, es desde dentro del propio flamenco
darle la vuelta a la flor y ver los pétalos.
Si empezamos a emparentar diferentes cosas, vemos que
ya están emparentadas, como decía Lorca,
ahondar hasta hallar un substrato común. Es lo
que pasa con el folclore, llegas a una tierra que es
verdaderamente común. En este caso concreto,
se de la confluencia mágica e histórica,
en un sitio que es muy local, y que efectivamente siempre
ha sido “de la frontera”. Entonces donde
parece algo muy local, hay mucha mundialidad, es muy
universal…lo mismo que puede pasar al revés,
algo hecho con la idea de ser universal, puede quedar
demasiado local. El nombre del grupo se refiere a eso:
“¿qué es lo que delimita el flamenco?
¿hasta qué punto se puede decir que esto
es flamenco y esto no es flamenco?” Hay cosas
que son más evidentes, pero luego hay un terreno
movedizo que es donde sale toda la polémica de
la pureza y la contrapureza, y yo creo que eso, tanto
a nivel musicológico como a nivel histórico,
no se ha estudiado. Se ha estudiado a nivel literario,
a nivel de tertulias…de palabras, pero estas categorías
no funcionan.

¿Tú
tienes definido para ti lo que es el flamenco?

El flamenco es la música andaluza de aquí
de esta parte, de Andalucía, es el folclore nuestro,
aunque se haga en otra parte, en Cuba he visto un cuadro
flamenco fabuloso, y el flamenco sigue siendo una música
de Andalucía, es donde está todo el significado,
las letras reflejan el temperamento de aquí.
No es una cuestión de identidad flamenca o no
flamenca, hay muchas cosas que se comparten. Pienso
que el concepto de la pureza puede hacerle daño
a la música en el sentido de que quieres que
no salgamos de un esquema que a lo mejor tampoco sabemos
cuál es, porque no hay ninguna partitura, el
canon escrito no existe, respetamos los elementos culturales,
el compás, la melodía, la armonía,
y la lírica también…

Paco de Amparo

“El problema está
en cuando se copia, tanto a lo antiguo como a lo moderno,
sin individualismo”

¿Es flamenco el disco?
Verdaderamente no me importa tanto…vamos…lo veo
flamenco en el mundo de hoy, ubicado en el presente,
igual que hace cincuenta años hacían el
flamenco de entonces. Para mí en muchos sentidos
esta gente del grupo está haciendo algo más
puro que otra mucha gente que está haciendo cante
solamente, pero resulta que está cantando una
letra de alguien que vivió hace setenta años,
o sea, si no te han pasado las mismas cosas que le pasaron
al Loco Mateo…la capacidad de transmisión es
suya, y a mí personalmente me resulta un poco
extraño porque es ajeno a la propia persona que
lo está haciendo, si no estás volviendo
atrás con tu corazón, no puedes transmitir.
Creo que el problema está en cuando se copia,
tanto a lo antiguo como a lo moderno, sin individualismo,
sin darle un sentido de tu propia vida. Yo pienso que
vivo lo de Morón, no soy nacido allí,
ni soy de la rama familiar, pero lo siento igual que
lo ha sentido muchísima gente que lo ha adoptado
como una forma de expresión. Lo que es necesario
es que lo hayas vivido con toda su dimensión,
no cogiendo tres falsetas.

¿Qué música
escuchas en casa?

De todo. [Señala una estantería de CDs]…aquí
hay Cuba, en esta parte Colombia, luego Venezuela, aquí
el flamenco, allí el rock and roll, aquí
jazz, luego la música étnica, de India,
de Marruecos, de Brasil…tengo mucha música
y muy variada, toda la que puedo encontrar.

¿Camarón fue
importante para ti?

Claro…fue el Papa.

¿Cómo fue la
reacción en Cuba?

Muy bien, muy bien, sorprendente. No podían imaginar
que se podía tocar esa música así,
lo hemos trabajado con mucho respeto.

¿Qué compromisos
profesionales hay?

Ahora tenemos en Barcelona, y después estamos
cerrando una gira bastante más fuerte para Holanda
en octubre.

¿Tocas otros instrumentos
además de la guitarra y el tres?

Sí, con este fenómeno que es empezar a
introducir el tres en el flamenco, tengo un arsenal
bastante poderoso, todo de cuerda y de percusión,
y lo voy incorporando, aquí tranquilo en casa
voy haciendo mis pruebas, pero me gusta conservar una
esencia flamenca. No hemos cogido versiones nuevas de
la música de Morón de los sobrinos de
Diego del Gastor sino que hemos cogido las cosas tal
cual, hemos conservado los elementos estructurales y
creo que es muy flamenco el disco, son palos flamencos,
desarrollamos un lenguaje cubano dentro de la bulería.
Pienso que si estuviera Diego del Gastor, estaría
escuchando el CD cada dos por tres.

Texto:
Estela Zatania

Fotos: Rafael Manjavacas

 

 

Más información:

Entrevista
con Don Pohren

 



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