Entrevista a Rafael Riqueni

Foto portada: Mariano Gutierrez
Resto fotos: Pablo San Nicasios

«He vuelto»

El día de Reyes fuimos a ver a un príncipe de la guitarra. Un ser que no llegó a gobernar en su territorio porque la vida tiene estas cosas, y la de los flamencos más. Pero Rafael Riqueni del Canto (Sevilla, 16-8-1962) siempre será para los guitarristas uno de esos nombres que guardan los secretos que hay que adorar de vez en cuando, sobre todo en tantos momentos de sequía de ideas. Hasta de ellos él saca petróleo.

Llegamos a “Amor de Dios” en un momento de renacer para “Fali”. De no ser por una inoportuna lesión de última hora, este enero sería el de su reaparición más seria. Algo que vendrá, seguro. Momento que dejará atrás tiempos duros y que nos devolverá al genio a su territorio, el escenario, y quién sabe si a los estudios de grabación. Recibimos siempre con los brazos abiertos a este Rey Mago del Oriente bético, nacido en la Calle Fabié deTriana.
 

Estás en racha, y te vuelven a llamar
Sí…hace poco toqué en Logroño y bueno…ahora el flamenco está viviendo una época en la que tienes que depender de cómo te salga un recital para que te vuelvan a programar…y yo también, así que trataremos de estar a la altura los días que vienen. Ahora toca esperar por esta lesión en la mano, pero espero que no dure mucho. El otro día me temblaban mucho al principio, luego ya me fui encontrando mucho más a gusto en el escenario. También es una cuestión de rodaje, llevaba tiempo sin salir a tocar de una forma más o menos continuada”.

Hasta ibas a dar unas clases
Sí, en Barcelona, en los días que tocaba en “El Molino”, por eso me he empollado todo lo que pillé de Ricardo y de Sabicas, porque después de tocar con los alumnos vendría una parte de ruegos y preguntas y vete tú a saber qué me decían. Hay que estar con los cinco sentidos y tener siempre fresco cómo componían esos monstruos…hasta cómo se sentaban a tocar.”

Luego iba Clamores
Sí, después. También un sitio de responsabilidad. Espero estar en condiciones, ya de ya, más pronto que tarde.”

Y además solo, sin grupo.
Sí, es que es como yo concibo el toque y como me he desarrollado como artista. Me he recorrido el mundo con mi guitarra y, vale, tuve épocas donde tenía mi grupo, con mi bajo, mis percusiones…pero solo es como mejor me he sentido y como creo que hay que dar a conocer el arte de la guitarra. Donde se noten todos los matices del instrumento. También hay que pensar que tocar solo es muy arriesgado porque cualquier fallito se nota, cualquier cosita…no es lo mismo que estar arropado por muchos músicos, está claro. Cuesta más conquistar al público así, pero luego lo agradecen.”

Ya no es normal.
La gente yo creo que lo echa de menos porque recuerda tiempos que, en mi opinión fueron gloriosos. Y no sólo me refiero a Sabicas o Ricardo. El mismo Paco salía solo al escenario y te hacía siete u ocho números y te quedabas alucinao…eso se ha perdido en general…”

Es una filosofía muy clásica de la guitarra.
Quizá en el flamenco estuvimos un poco equivocados al respecto, yo el primero. Tuvimos ciertos prejuicios entre estas disciplinas del toque. Pero tocar solo es algo que realza el instrumento, como digo.
Y luego, pues sí, en el flamenco salir solo ahora no se ve tan claro, lo mismo que escribir una siguiriya en partitura o saber solfeo. Algunos creen que podría desvirtuar el flamenco, o que puede perjudicarte tocar música nacionalista…cosas de esas. El mismo Camarón decía que lo que bien se aprende nunca se olvida, y a un flamenco no se le puede olvidar tocar por soleá aunque toque otras cosas.”

“en el flamenco salir solo ahora no se ve tan claro, lo mismo que escribir una siguiriya en partitura o saber solfeo. Algunos creen que podría desvirtuar el flamenco, o que puede perjudicarte tocar música nacionalista…cosas de esas”

¿Sabes escribir música?
Fui al conservatorio, hice hasta segundo. En total tres años de solfeo, preparatorio incluido. Me sirvieron de mucho. Desde entonces sé escribir en partitura y eso me ayuda para recordar las melodías, arreglarlas para otros instrumentos y ver qué soluciones son más coherentes a la hora de trabajar. Es algo que me encanta, a lo que tengo mucho cariño.
También es cierto que mucho de lo que sé lo aprendí por mi cuenta. Con los años, ya después de ir al conservatorio, me hizo falta arreglar cosas para otros instrumentos de cuerda y fui aprendiendo cogiendo de este libro, del de más allá, de algún amigo que me ayudaba… y bueno, si tengo que hacer una bulería no la escribo, pero en el caso de la “Nana de Orihuela”, que es más una fantasía que he compuesto en homenaje a Miguel Hernández, ahí sí utilizo el pentagrama, es mucho más útil. No me puedo comparar con un músico académico, pero bueno, para lo que me hace falta sí me apaño.”

En estos años del conservatorio es cuando empiezas a ganar concursos, sin ser casi adolescente
Yo me he llegado a plantear si realmente me los merecía. Ganar el concurso de Córdoba con catorce años y el de Jerez con quince. Concurso este último que volví a ganar años después…mira…yo creo que es que los del jurado me veían tan tímido, tan callado, tan así como era yo…en aquellos concursos estaba gente de una categoría tremenda… ¿Cómo iba a tocar yo mejor que Niño Miguel en sus buenos tiempos, o que Enrique de Melchor… o que Cepero?
Después me presenté al Giraldillo, el que ganó Manolo Franco en la Bienal y ya está…no volví a los concursos, había pasado mi etapa.”

Dicen que hay hasta malos rollos
Que si un jurado dice una cosa, que si aquel guitarrista se cabrea…yo ya no volví a meterme en esos líos. Luego te quedas con la idea de si te lo merecías o no…los concursos vienen bien para dos cosas: para estudiar y para, si ganas, hacerte un nombre para que te vayan poniendo aquí y allá y vayas sonando en los circuitos, pero tampoco hay que pasarse ni obsesionarse con ellos.”

“yo creo que es que los del jurado me veían tan tímido, tan callado, tan así como era yo… en aquellos concursos estaba gente de una categoría tremenda… ¿Cómo iba a tocar yo mejor que Niño Miguel en sus buenos tiempos, o que Enrique de Melchor… o que Cepero?”

Rafael Riqueni tenía faceta folclórica
A los diecisiete años me llamaron de la compañía de Isabel Pantoja para ir de guitarrista con ella, y debuté en Sevilla. Eran tiempos en los que ella también empezaba, tenía unos veinte o veintidós años… y con ella, con la Jurado, con María Jiménez que es tía segunda mía…me iba y me recorría los pueblos de España. Aprendí mucho y muy bueno. A la Pantoja le tocaba un poquito por fandangos…a María Jiménez mucho más…me dejaba hecho polvo, reventado.”

Ahora vuelve a estar de moda la copla
No debería perderse nunca. Es algo que forma parte del patrimonio cultural y tiene una valía tremenda. No debería ser flor de un día. Me enriqueció muchísimo esa época, en la que compartí también momentos con otros guitarristas, como Manuel, el hijo de Niño Ricardo. Conocí autores como Mudarra, León, Quiroga, Solano… la copla es una cosa que tenemos que todavía no tiene el sitio que debiera. Recuerdo a Rocío Jurado, que en Paz descanse…las anécdotas que tenemos juntos”.

¿Ya componías?
Bueno, sí. Al principio mal, para qué te voy a mentir, no podía ser de otra manera. A ver, yo empecé tocando la guitarra básicamente por Paco. Escuchaba a ese hombre tocar y no me podía creer que una persona sacase esos sonidos de la guitarra. Era la época de “Entre dos Aguas” y me ponía a tocar todos los temas del disco y se me saltaban las lágrimas. La taranta, la granaína…y vale, puede que te acerques, que ni de lejos te va a sonar como a él, pero bueno, también pensaba que yo tenía que hacer mi música y no sólo me iba a quedar en eso, tenía que evolucionar, el flamenco está vivo y tenía que avanzar. El flamenco no puede quedarse en Sabicas, Paco o Ricardo, aunque sean maestros que todos veneramos.”

¿Cuándo te pusiste a hacer tu música por primera vez?
Desde el principio, como te digo, con mayor o menor acierto. Lo que sí sé es que al concurso de Córdoba llevé ya dos temas míos, un zapateado en mi menor y una taranta. Y a Jerez muchos más. O compones o te quedas en mero imitador. Yo tenía los discos de Serranito, de Paco, de Manolo Sanlúcar…y vale, lo podía tocar, pero ¿para qué? hay que hacer cosas originales. Si no no tienes futuro.”

También Manolo Sanlúcar tuvo mucho que ver en tus inicios
El maestro tuvo muchos detalles bonitos conmigo. Desde el principio. Recuerdo que yo ya le había dicho a mi padre que quería ser guitarrista. Bueno, pues él me llevó un día al teatro, y en el camerino, estaba Manolo allí, calentando. Mi padre se le acercó y Manolo me pidió que le tocase algo…madre mía…no sabía que tocar, así que toqué una falsetilla…total que le gustó y le dijo a mi padre que iba a tratar por todos los medios de ayudarme. Él quería evitar que yo pasase las mismas fatigas que él había pasado para aprender a tocar, y así quemase mejor las etapas. Cuando él viese que ya estaba en condiciones me devolvería a mi casa.”

Fuiste de los primeros en saber lo que es ser su discípulo y vecino
Estuve una semana en su casa de Sanlúcar, de muy niño. Impresionante. Nos levantábamos a las nueve y hasta las doce de la noche. Sin parar de tocar, uno en una habitación y el otro en otra, escuchándonos pero sin decirnos nada. Yo no me acercaba a preguntarle nada hasta que no estaba seguro de lo que tenía que tocarle y que me salía medio regular…y no parábamos, que no te creas que nos echábamos la siesta…era continuo”.

¿Qué trabajabais?
Sobre todo técnica de mano derecha, que es la mas dura. Posición, arpegios, trémolo, picado, digitaciones, relajación del pulgar…no tanto temas o toques concretos. Era una guitarra técnica, de soltura. Todavía sigo haciendo esos ejercicios.
Fue la época de su disco “Sentimiento”, precioso, con aquellos arreglos de Ricardo Miralles…
Me llevaba a la panadería de su padre, que me quería mucho. También veía tocar a sus hermanos…vaya artistas…”

Estudiante, concursero, acompañante…pero ¿Cuándo te da por el disco?
Fue a través de Ricardo Pachón. Era la época en la que yo trasteaba mucho en Sevilla con los Amador, con Rafael y Raimundo. Ahí conocí también la maría…tenía veinticinco años o así…y nada, que en Umbrete, como te digo, en el estudio de Ricardo Pachón me puse a tocar libremente, porque él me decía que tocase lo que quisiese…y luego aquí en Madrid en Audiofilms…y salió “Juego de Niños”.
Ahí Ricardo se portó maravillosamente, porque me puso a una cantidad bestial de buenos músicos a mi disposición…los Ketama, los Amador, Paquete, Carles Benavent…”

Luego se te cruzaron los cables y apareciste con un disco hecho en Alemania
Es que me fui por allí a dar unos conciertos, y a raíz de un recital en la Ópera de Franckfort un hombre me propuso grabar en Heidelberg. De nuevo, me puso un estudio a mi antojo, pero eso sí, se empeñaba en que quería que tocase lo mismo que había oído en el directo, otras cosas no, sólo lo que él había presenciado en el auditorio…el tío pedía mucho pero bueno, gracias a aquella propuesta grabé “Flamenco”. Era un tiempo en que yo me sentía fuerte, estaba inspirado, siempre encontraba motivos para tocar, para estar trasteando…luego llegó la enfermedad y ya sabes, hubo temporadas en las que no salía nada…pero en aquellos años podía con todo.”

Volviste a España y coqueteaste con los clásicos
Sí, con Gallardo y con María Esther Guzmán. Dos grandes artistas de la guitarra de mi tierra. A Gallardo ya le conocía de mi época del conservatorio. “Suite Sevilla” tenía una filosofía inspirada en la “Suite Iberia” de Albéniz. Eso sí, con menos tiempo. Son cuatro cuadernos con tres obras en cada uno, pero este disco dura menos que la obra de Albéniz. Que… bueno…vaya tela de obra, un monumento.”

“uno tiene que empezar acompañando al cante y al baile. Y correrse juergas a mansalva. Un día tocarás bien, otro día este se irá de compás y andarás perdido, al día siguiente mejor…y con la botella de whisky y con los colegas…así se aprende”

¿Qué has estado haciendo este tiempo?
He estado algo retirado, pero desde hace dos o tres años he vuelto a componer. He vuelto. He hecho en torno a veintitantos temas agrupados en dos temáticas. Dos obras conceptuales. Por un lado una dedicada a Nerja, a sus cuevas. Con entorno infantil, de cuento, creo que muy bonita.
La otra dedicada al parque de María Luisa, más de ambiente, para ser escenificada. Mientras yo toco dos bailarines están en el escenario…sería bonito que saliera.
Son cosas además que ya están en partitura, con arreglos para otros instrumentos y todo.”

Eso es un notición
Pues sí, hombre, la verdad es que tal y como están las cosas hay que ser prudente. Tendré que proponerlo y a ver qué me dicen, pero bueno, soy consciente de las dificultades. Sé que hay muchos estudios y discográficas que han cerrado, de cómo está este país…pero bueno.”

¿Cómo se consigue esa cosa…lo que llaman flamencura?
De fiesta con los flamencos. Tocando y tocando…no lo concibo de otra manera. Yo he acompañado a Mario Maya, a Manuela Carrasco…y pienso ¿a quién me falta acompañar ya?…es fundamental tocar para bailar y cantar, hasta hartarse. ”

Parece complicado ser solista sin tener tablas acompañando
Si no pasas por ahí no eres flamenco, es imposible. Lo dice Paco de Lucía y ese hombre no gasta saliva en balde. Mira, uno tiene que empezar acompañando al cante y al baile. Y correrse juergas a mansalva. Un día tocarás bien, otro día este se irá de compás y andarás perdido, al día siguiente mejor…y con la botella de whisky y con los colegas…así se aprende. Aún a costa de la salud. Si no tienes esas vivencias podrás salir a un escenario y tocar solo, pero flamenco desde luego no sonará. Y eso ya te digo que no sólo lo digo yo…”

“los jóvenes no se acaban de poner las pilas y no estudian tanto… y no todo es la bulería, vale, quizá es el palo más difícil, pero hay muchos más”

Con Morente has pasado buenos ratos de esos que me hablas
No me hables… (Largo silencio) todavía no me lo creo. Ha tenido uno de los ecos más bellos que ha habido. Tan dulce, tan tierno…Yo le llamaba “voz de violonchelo” en los mensajes que le dejaba en el contestador. Me acuerdo que él me llamaba y me decía “¿Cómo está el mejor guitarrista de España?”…figúrate lo que me animaba, lo que se interesaba por mí. Acumuló el cante de Matrona, Pastora, Mairena…y lo renovó. Ese hombre tenía una afición desmedida y además un gusto por la guitarra, porque también tocaba, leía partituras con la guitarra. Buscaba enriquecerse con cada guitarrista que le acompañaba y fíjate si le acompañaron… su hueco es insustituible. Y sí, vaya buenos ratos nos hemos pasado…qué te voy a decir…”

Ahora Madrid no tiene muchos sitios
Ya… bueno, la verdad es que en el flamenco se suele vivir por picos, por etapas. Llevamos una mala racha en cuanto a pérdida de cantaores…fíjate Terremoto, Fernanda, Enrique….yo mismo estoy delicado…pero es que el flamenco conlleva un sacrificio de salud que está ahí… y el Madrid flamenco se resiente. Además, y perdona que lo diga, pero los jóvenes no se acaban de poner las pilas y no estudian tanto… y no todo es la bulería, vale, quizá es el palo más difícil, pero hay muchos más. De ellos depende el futuro del cante.”

¿Cómo sientes el futuro de la guitarra?
Fenomenal. Por aquí por Amor de Dios pasan unos chavales impresionantes. Y gente que toca y no se parece a nadie. En Sevilla está “Canito” que no suena a nadie, por aquí tenemos a “El Bola” que me gusta mucho… lo veo más claro lo de la guitarra.”


Salir de la versión móvil