Entrevista a Pablo Rubén Maldonado. Piano Flamenco, 'Fuera de la realidad'

Fuera de la Realidad” es la vía de escape que propone Pablo Rubén Maldonado para salir de la miseria humana cotidiana. Doce temas que le vuelven a poner en escena tras diez años sin publicar y “cambiar radicalmente como persona y como pianista”.

Pocos días antes de acompañar a su amigo “Farruquito” en la Gran Vía nos reunimos en nuestro remozado local para reencontrarnos con este granadino que es capaz de ver fibra flamenca en el rap, la salsa o el latin y reunir en torno a él a una sinfónica jonda de un tamaño como no se recordaba.

“Fuera de la Realidad” supongo que será un toque de atención, un llamamiento social
“Pues sí, es un poco todo. Es una crítica al mundo actual. Guerras, crisis, racismo…miles de cosas que no me gustan. Además veo en el flamenco de hoy día una falta de crítica sobre lo actual, y la música flamenca siempre se caracterizó por ello. Me sale ser flamenco reivindicativo, vivo en este país que tiene a esta clase política, sufro y padezco como cualquier otro, tengo hijos y no puedo permanecer indiferente. “Fuera de la Realidad” pretende salir de este presente y buscar otras alternativas. Por lo menos llamar la atención”.

¿Has visto conformismo en el flamenco?
“Totalmente. Si escuchas discos de ahora o de hace diez años puedes ver que el flamenco ha tendido a hacer discos comerciales cuando esta música nunca fue comercial. Es ridículo. Si el flamenco es admirado y escuchado dentro y sobre todo fuera de España es precisamente porque no es una música comercial.

Por eso, como ahora no he buscado el single, también me voy de lo habitual, de la realidad”.

Tú desde luego te has tomado tu tiempo
“Diez años, pero es que se han juntado muchas circunstancias. Sobre todo que es una autoproducción, y eso lleva tiempo y dinero. Traer colaboradores, gratificarles, pagar el estudio. Eso sí, ha llegado en el momento que tenía que ser. Si hubiera sido hace cinco años no hubiera habido lugar a esto.

Mi vida en esta década ha dado unos giros brutales, he sido padre, algo que me ha hecho casi nacer de nuevo, he aprendido cantidad de cosas y mira, si escucho el disco ahora, me encanta. Es algo que valoro mucho, me gusta, lo defiendo a muerte. No dudo de ningún tema y soy capaz de argumentar cada cosa que aparece aquí.”

¿Qué fue de aquel Pablo Rubén?
“No quitaría nada de aquel disco. Como hablaba antes con Jorge Pardo, cada disco es fruto de un momento concreto, de cada persona. Y no se puede renegar de ello. Mi primer trabajo me trae recuerdos de aquellas circunstancias. El fallecimiento de mi abuelo, la ayuda económica de mi madre para poder editarlo y la de la Caja Rural…yo tocaba peor…pero era lo que había. Fue complejo y le guardo cariño, no tengo por qué no hacerlo… Aquello se grabó en quince días y este me ha costado hacerlo tres años.”

Ahora haces hincapié en no llamar fusión a lo que haces, ¿existe miedo a ese concepto?
“Lo de la palabra me da igual, no me da miedo. Incluso no me parece negativo. Lo que quiero dejar claro es que los periodistas en este país, en general, no tú, han machacado mucho la fusión porque sí. Y no se han dado cuenta de que todas, todas las músicas se han enriquecido por la fusión. Mozart y Beethoven también la hacían. Está muy claro.
Y les salía natural. Ahí está lo bueno, que vas aprendiendo, conviviendo con otras músicas…y todo ese sustrato queda en lo que compones. Es que mis primos ¡¡hacían break dance!! Me tenías que ver con una gorra, los pantalones anchos…y mi madre en casa cantando flamenco y copla…y luego yendo al conservatorio. Eso da lugar a que el resultado sea algo evolucionado, fusionado, pero de forma natural.

A “Ketama” le salía la música de forma natural. A Chano Domínguez también… y no se basan en la mezcla gratuita, pastiche o collage forzado. Les sale natural, y esa distinción es la que se tenía que haber hecho a la hora de atacar un proyecto u otro. La buena de la mala fusión.

Por ejemplo, últimamente me he empapado de música persa, compases de cinco y siete, y suena flamenquísimo… entonces…”.

He leído en tu blog que con este disco aspiras a hacer historia “en el panorama del piano moderno en España”
“Bueno (risas) pero que nadie se lo tome a mal, eso no es una afirmación pretenciosa. Es que todos los artistas queremos un poco eso ¿no? es un egocentrismo positivo, con un poco de humor negro. Es que quiero que esto lo escuche todo el mundo y se acuerde de él. Hay un trabajo bien hecho, un montón de artistas enormes dando el alma…”

Y ese panorama pianístico que quieres revolucionar ¿tiene tantas ramificaciones  flamencas como pianistas?
“Puede ser que hayamos tantos estilos como instrumentistas, aunque a mí me gusta hacer algunas  grandes distinciones, dos vertientes cuando menos. Una, quizá, la que engloba mayor número de gente, los pianistas que tratan de hacer con el piano lo que hace la guitarra. Y dos, los pianistas, con los que yo más me identifico, que hacen flamenco en un piano sin meterse tanto en el papel de falsetas o acompañamiento más propio de la guitarra. Simplemente se meten a hacer flamenco.

No es que sean unos mejores que otros, no se trata de diagnosticar nada, pero yo me identifico con los segundos.

Lo que puedo decir de mí es que mi tendencia natural es que, por mis circunstancias de formación clásica, de entorno de copla, de rap…siempre traté de tocar flamenco con muchas influencias en el piano.

Me gusta Juan Cortés, pianista desaparecido de la actualidad flamenca que hacía cosas estupendas, Dorantes, “el Churri” me encanta…también la gran dificultad en el piano flamenco es que no hay docencia, yo doy clases por mi cuenta, pero no hay un grupo de sitios, conservatorios o escuelas regladas de piano flamenco, y eso hace que renquee la cantera, que tenga que venir la gente de otros mundos, como el jazz”.

María Toledo es alumna tuya, de las destacadas, ella se acompaña ¿Como si fuera una guitarra?
“No, ella decora su voz maravillosamente sonando flamenca. Me gusta lo que hace, es super estudiosa y creo que canaliza su toque como una pianista acompañando su cante, no como un guitarrista con teclas, no es lo mismo”.

En “Fuera de la Realidad” supongo que el salto cualitativo del que me hablabas también pasa por la cantidad de “compadres” a los que te has juntado
“Podría decirse que es como un sueño hecho realidad. En mi primer disco, por ejemplo, me quedé con la espina de que “El Yunque” no grabase. Entonces no pudo ser, pero me guardé la idea y ahora le propuse el cante de Levante, que me inspiraba mucho respeto y quién mejor que él… le busqué un cante que le viniese bien a su voz rota, rajada…y mira que hace quince años no eran unos cantes que me llegasen. Pero empezaron a entrarme gracias a lo que escuché de Camarón. Luego pillé un día por malagueñas a “El Yunque” y me mató, me volvió loco…y ya lo tuve claro. Le puse este aire de levantica porque lo veía clarísimo en su voz”.

Tema a tema hay bastante donde escoger
“El disco es un camino con temas cortos, que sirven de transición a otras propuestas más largas. Y me quedé con dos o tres temas sin meter, pero bueno, doce ya está bien.

La bulería “La Esperanza nace” es una bandera para el disco, es la filosofía general de todo lo que pretendo decir. Describe cómo le viene a un artista la inspiración y como trabajas una idea y vas tirando del hilo hasta ir montando todo gracias a la magia que va surgiendo. Luego claro, el solo de pies de “Farruquito” ya pone la guinda.

En “Cómo pasa el tiempo” trato de decir que hay que vivir cada día como si fuera el último, no sabemos cuándo nos vamos a ir. Es un cinco por cuatro. Gracias a Moi Natenzón, el baterista, me metí en ese mundo de los compases irregulares y surgió este tema. Y Diego Carrasco está tremendo. Me acuerdo que me costó mucho tirarme al río porque me daba vergüenza pedirle que apareciese, aunque Rubém Dantas me lo presentó”.

¿Cuál es el secreto de un artista para lograr juntar a todos estos?
“Bueno, un poco de cara dura, echarle valor, que te ayude tu gente, como Moi, que me ha hecho olvidarme de los miedos en esos momentos”.

¿Quién es “mi Alba”?
“Mi sobrina. Ahora tiene once años, lo compuse hace mucho y Carmina Cortés lo canta con una facilidad alucinante. Las mujeres han grabado todo en este disco de una forma fenomenal, como María el rap, que lo hizo a la primera”.

María Toledo cantando rap a la primera…
“Es que tiene una facilidad musical pasmosa. Me ha hecho coros en otros temas. En este se salió, directamente. A la primera y eso que era super difícil. Era un tema clave para mí porque soy seguidor de grupos como “Black Eyes Peas” o “Calle Trece”, por ejemplo, soy forofo del rap. Tenía ganas de hacer algo “loco” pero sin salirse de mi idea musical. Me puse a escribir la letra, pensando en el panorama de la crisis…y veía que salía pero mi idea era hacerla de una manera electrónica. Sin embargo Moi, de nuevo Moi Natenzón, me dijo que era ideal para meter una voz y llamamos a María. Es un tema que me da además las ventajas de decir lo que quiera y como quiera sin ningún problema, sin someterme a los parámetros métricos o estilísticos del flamenco más ortodoxo. Y no fui más duro porque ya me pasaría…”

Quieres hacer hincapié en el tema de Jorge, se te ve
“Qué tío. Él ya tenía un tema donde le toco una bulería. A lo mejor la saca en el futuro. Ahora hemos hecho esto. Y el solo que hace, es un auténtico monumento digno de transcribirse entero. Va a compás de siete. Es un tema además compuesto sobre un texto de un amigo mío que escribe con un talento bestial, aunque él no se da coba ninguna.
Y luego Jorge, como digo, lo borda y me hace descansar, que por que no tocase yo tampoco pasaba nada… (Risas)”.

“Latineando” me parece que tiene un feeling rápido, aunque me digas que no buscabas el single
“Pues mira, me alegra que me digas eso, porque no lo hice concibiéndolo como tal. Y me puede ayudar de cara al momento cuando me pidan cosas de la radio para enviárselas. Todo este tiempo no sabía qué tema podría encajar como “hit” o “single”,

¿Vamos a tirarnos otros diez años sin saber de tí?
“Nooooo, lo que toca ahora es trabajar, y no me puedo quejar de cómo me va todo. Tengo cosas con Farruquito, con Rafaela Carrasco, soy profesor…y sobre todo mover esto, que es lo más complicado. Es una autoproducción y mi mujer me está echando un cable enorme, es mi mano derecha y ya ha montado una oficina en casa…”

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