Lola y José Greco se han ganado a pulso un importante
hueco en el mundo de la danza. Evidentemente el ser hijos
del prestigioso bailaor José Greco ha sido crucial para
que eligieran dedicar sus vidas a este arte. Aunque el
baile clásico ha sido básico en su formación, el flamenco
ha estado siempre muy presente en sus vidas. Ejemplo de
ello es que ambos han estrenado en el más antiguo tablao,
el Corral de la Morería el espectáculo «Latido» en el
que hacen un recorrido tanto a dúo, como en solitario
por diferentes palos del flamenco.
Sienten admiración
el uno por el otro y sus bailes se han compenetrado a la perfección.
Para Lola, José es «como
una pantera, tiene un oído privilegiado, ha sido flamenco
según han pasado los años en su mente y en su
cuerpo» para José «Lola
te transporta es una gacela con alas, una campanilla de Peter
Pan, es una cosa alucinante, cada vez que la veo me aporta
una sensación diferente». A ambos esta
experiencia les ha resultado muy grata, porque pocas veces
se les ha visto bailar juntos en un escenario «es
la primera vez que bailamos de pareja oficialmente, hemos
bailado juntos en otros eventos y fuera del ambiente oficial,
pero como pareja es la primera vez» comenta
José Greco, que posee un estilo más puro que
su hermana Lola para la que bailar flamenco, flamenco ha supuesto
todo un reto, a pesar de que ha colaborado en numerosas ocasiones
en montajes flamencos con Joaquín Cortés, Joaquín
Grilo o Rafael Amargo «es lo
mismo venir al Corral de la Morería que cuando me llamaron
para La Scala de Milán, es una llamada de atención,
es el filo de tu carrera, yo soy una bailaora muda, no tengo
pies, siempre he bailado en silencio, he hecho algún
zapateadillo, pero no lo que hago aquí y cada día
es una lección» afirma Lola Greco que
fue primera bailarina del Ballet Nacional durante 23 años.
Lola
Greco posee un estilo de baile muy personal y lleno de belleza,
aunque toda su familia siempre ha tendido al flamenco, ella
lo ha mezclado de una forma muy particular con el clásico
español «Cuando la zapatilla
empezó a llegar a España, las bailarinas de
ballet clásico se enamoraron del español y entonces
en aquella época estaba Antonia Mercé, La Argentina
y ella hizo una asociación y unió la bailarina
clásica y la de español y de ahí se hizo
un estilo vanguardista que yo lo he estudiado mucho. He estudiado
la historia de este arte, empezando porque la época
me enamoraba, la Belle Epoque, los años 20 y mi influencia
me viene de esa dejadez de las bailarinas como la Paulova
o Isadora Duncan, son mis ídolos al igual que Cid Charise,
por ejemplo» comenta Lola sobre su formación.
Además de su hermano no es fácil para Lola encontrar
un partener ideal, prefiere hacer paso a dos con una mujer
y hace poco hizo una bonita pieza con Carmen Ledesma. En flamenco
cree que encontraría una buena compenetración
con el bailaor Joselillo Romero «Es
mi alma gemela, de pronto apareció cuando era pequeño,
le puse en una butaca y le quiero mucho».
yo
soy una bailaora muda, no tengo pies, siempre he bailado
en silencio
Su hermano José también
realiza una fusión muy peculiar en su baile introduciendo
formas acrobáticas, que sorprendieron cuando empezó
a mostrarlas en el escenario «me
doy cuenta de que todo el mundo ahora lo hace y de manera
diferente a la mía, porque yo si lo hago flamenco,
lo llevo mucho haciendo, tengo 39 tacos y todavía puedo
volar, entonces esa técnica que utilizo yo, no la ha
aprendido nadie, porque a mí me la enseñaron
cuando trabajaba en el Melia Castilla los acróbatas
húngaros, a los demás se lo enseñan en
la escuela de clásico que flota más, es más
lento, el acróbata es más rápido y con
el flamenco va al pelo» resalta José
cuyos ídolos han sido Antonio Gades, Rafael de Córdoba
y Antonio Ruiz. En contra de lo que podríamos pensar
su padre no fue su principal maestro, pues su progenitor le
vio bailar por primera vez cuando José tenía
ya carrera en los tablaos, aunque es evidente que el ambiente
familiar, su madre Lola de Ronda también se dedicó
al cante y al baile, han marcado sus vocaciones «Sales
de casa a desayunar con cuatro años y ves un estudio
y quieres meterte debajo, nos disfrazábamos y yo bailaba
cuando se acostaban en la siesta, yo ya sentía el baile»
comenta Lola.
José
fue el que finalmente se quedó con su padre hasta el
final de sus días en Estados Unidos, donde formó
su propia compañía con la que ha trabajado diez
años, pero España le tira mucho y ahora espera
continuar su carrera aquí y ser reconocido en su tierra,
un hecho que a su hermana Lola no le ha resultado nada fácil
especialmente cuando fue expulsada del Ballet Nacional al
que permanecía desde los catorce años «bueno,
no sé bien quien me expulsó, sí Aída
Gómez, el Ministerio, Los Tino, José Antonio
Sánchez Borrego, porque van todos al mismo saco y estoy
rabiosa por eso, en definitiva ¿Qué hay que
hacer? ¿Bailar bien o tener buenas relaciones?»
expresa Lola, que ve que a algunos les es muy fácil
tener en cartel sus espectáculos «te
hablo de los más famosillos Rafael Amargo, Sara Baras,
Márquez, porque los demás veteranos se tienen
que pelear para conseguir un contrato, sino te lo quitan a
tus espaldas. Es tremenda está profesión, yo
que ahora estoy creciendo más té quedas sorprendidísima.
Claro que los que llevan los espectáculos quieren que
funcionen, ¡otros tienen unas ayudas!, para hacer de
relaciones públicas ¿cómo se hace eso?
que me hubieran educado a mí así, pero claro
educar a una bailarina en un estudio es dedicarse al estudio
y al escenario y nada màs», pero para
Lola el arte y la popularidad no son compatibles «famosos
es ser reconocido, otro año y otro, pero el ser popular
es muy mundano para el arte, se acaba con un personaje, los
más respetuosos han llegado a ser populares y están
destrozados, por eso yo no quiero hacerlo, bueno cuando sea
mayor» dice Lola, que es muy directa al abordar
este tema, también su hermano José tiene su
visión del baile actual, aunque lo hace más
desde el punta de vista técnico «El
baile flamenco es ahora demasiado zapato, todo el mundo quiere
ir de Ramírez, hacer ruido, es un don que tiene ese
hombre y ahí le adoramos todos le dijimos olé,
pero no sé puede limitar el baile, tiene que ser una
cosa de todo el cuerpo una estampa y desde luego tiene que
ser personalidad y presencia y eso se está perdiendo
mucho».
los
demás veteranos se tienen que pelear para conseguir
un contrato, sino te lo quitan a tus espaldas.
Lola y José ya tienen
más proyectos juntos actuaran el 11 de mayo en el Teatro
Real, además piensan en montajes futuros donde participará
su hermana Carmela, también bailaora y están
meditando crear una compañía, pero tienen otros
planes inmediatos «El proyecto
grande es «Clímax» que es el homenaje a mi
padre, son los productores japoneses, tengo que decirlo, a
mi no me gusta pedir favores a nadie y ahora las subvenciones
es como pedir un favor» explica Lola. Sin
duda un bonito proyecto para que Lola y José Greco
demuestren su valía en los escenarios y obtengan ese
reconocimiento que se merecen.