Teresa Sánchez Campos “La Cañeta de Málaga”
por Estela Zatania –
fotos: Estela Zatania y colección particular de la Cañeta
Lo que se han enamorao
el Conquero y el Perché,
el Perché de la Cañeta
y el Conquero de José
Este versito se lee en un cartel de los años setenta que cuelga enmarcado en el salón de la casa del cantaor José Salazar, cantaor por derecho, dos premios de Córdoba en la primera edición del concurso y compañero artístico y sentimental durante medio siglo de Teresa Sánchez Campos, la Cañeta de Málaga para los aficionados. Ella, instintiva, explosiva, auténtica, inspirada cantaora y bailaora, festera en el sentido más noble de la palabra.
Con un currículo interminable difícilmente se nombra a cualquier figura con la que no ha coincidido en el escenario. La Cañeta vivió el auge de los tablaos de principio a fin, aprovechando la experiencia para inventarse una personalidad artística única e inconfundible, lejos de la dulzura melodiosa que relacionamos con el cante malagueño, tampoco jerezana ni sevillana, sino “cañetera” pura, una sabrosa mezcla de cante y baile, todo pasado por el tamiz de su sensibilidad flamenca en cada actuación, aderezada con colores llamativos, flores, volantes y lunares, la antítesis de la fría estética actual de negro sobre negro. Incansable en sus actuaciones, parece deshacerse de los años al rato que establece un nexo con su público.
Es una mujer que ha visto y vivido lo mejor del flamenco y sabe entregar su visión particular libre de aditivos. Ignora lo que es la “fusión” porque ella es la auténtica fusión. Cultiva un repertorio festero con mucha atención a los detalles con versos añejos y otros originales basados a menudo en el flamenco más actual del Capullo, Remedios, hasta Bisbal, canciones antiguas o trocitos de folclore o de la música popular. Es hija de la Pirula, creadora de los tangos malagueños de sabor inconfundible popularizados por la Repompa, pero hace gala de tener personalidad propia.
En el año 2000, la Cañeta fue nombrada “Cantaora del Año” por el Mesón El Chinitas de Málaga y en 2005 le ha sido concedida la Medalla de Honor del Ateneo de Málaga. El día después de la inauguración de la primera edición del festival Málaga en Flamenco, tuvimos una larga conversación en su casa en Marbella. Tenía mucho que decir, apenas fue necesario hacer preguntas así que dejé que hablara….
IDENTIDAD ARTÍSTICA
Con Málaga en Flamenco ahora tengo cinco espectáculos con el Pipa, en Vélez-Málaga, Estepona, Ronda, Torremolinos, luego otra vez a Málaga con Matilde Coral y con Chano, todo provincia de Málaga, luego en cada provincia meten a un artista de la provincia, en Sevilla, José de la Tomasa, en Jerez, el Capullo, etc..
SU MADRE ‘LA PIRULA’
De mi madre la gente no sabe na’ de na’ … Yo te voy a contar lo que yo, en mis cortas luces, sabía de ella, porque yo era muy chica, ella murió muy joven y todos los años en la fecha que murió, Gonzalo Rojo le hace un artículo. Cuando mamá murió yo tenía unos diez, once años, entonces yo, la vi poco de bailar, la vi poco de cantar, pero claro, sabía que era buena porque ella cantaba en las fiestas de gitanos allí en el barrio. Yo nunca fui con ella, na’ más una vez que fuimos a Madrid a presentar un disco con Antonio el de la Calzá, el fandanguero tan bueno que tuvimos, entonces ella me llevó a Madrid, y formó en Madrid poco, con unos cantes que ella hacía, cortos, muy buenos, así se buscaba la vida, siempre, muy independiente.
con Pastora Imperio
con Pepito Vargas
con Rocío Jurado
con Burt Lancaster
Yo mis números los hago sola, yo no hago fin de fiesta por bulería y s’acabao. Yo defiendo mi nombre. ¿Adónde voy yo a trabajar? ¿Con qué figura voy? Aunque me den el oro y el moro, no quiero ir, no quiero. Prefiero mis cuatro cosas, soy más feliz, no quiero que me llegue una ‘inritación’. Le hablo a la gente, les digo mis cosas a mi manera, todo el mundo no podemos ser igual, todo el mundo no puede ser Lola Flores ni Carmen Amaya, cada uno tiene su sello, y ese sello hay que respetarlo, porque yo no estoy to’l día con el disquito, yo siempre estoy improvisando, improvisando, improvisando ¡y eso es muy difícil! y no lo sabe mucha gente, no lo entiende y no lo sabe apreciar, entonces si tú no me dejas a mí de improvisar ¿qué clase de artista soy yo? ¿Voy a hacer lo que tú me digas? ¿veinte minutos?…no, no puedo, esto no es así hija mía…¡hazlo tú!…se tiráis la vida ensayando, todos los que hay hoy, Canales, Cortés, Sara Baras ¡todos viven del ensayo! Yo me pongo allí arriba y venga, a dar la cara y a improvisar, a ver quién hace eso hoy en día, y encima no te quieren dar paso, pero gracias a dios la gente siempre me responde, siempre…la gente me quiere mucho y es lo que cuenta.
Con Málaga en Flamenco ahora tengo cinco espectáculos con el Pipa, en Vélez-Málaga, Estepona, Ronda, Torremolinos, luego otra vez a Málaga con Matilde Coral y con Chano, todo provincia de Málaga, luego en cada provincia meten a un artista de la provincia, en Sevilla, José de la Tomasa, en Jerez, el Capullo, etc..
Fue con la Niña de los Peines cuando llevaba su espectáculo y vino a Málaga, esto me contaba mi abuela, la llevó a mi madre porque era pa’ comérsela, una pincelada de arte, con una voz preciosa, no tanta fuerza como hago yo, diferente, más tranquila, más “Pastora”…no era yo, ni yo ella, tú me entiendes. Entonces de mi madre, yo he cogido de lo que han aprendido los demás, pero lo tienen tan quemao, que prefiero hacer mis cosas aunque hago letras de ella también, pero lo hacen tanto que lo tienen quemao porque no saben otros tangos que los de la Pirula, no saben otras letras por bulería que las de la Pirula. Aquí pasó lo siguiente, La Repompa tenía una hermana mayor que vive todavía, la Paquita, y esa sí escuchó a mi madre y esa cogía los cantes de ella. La Repompa, la que se murió, era más chica que yo, no podía haber escuchado a mi madre, la conoció pero no la escuchó, entonces cogió los tangos del disco que la Repompa la mayor grabó en Madrid. Tengo un hermano que vive en Barcelona, canta muy gracioso por fiesta, y el Tiriri de Málaga también es familia mía, y mi padre, fue el Cañeto pero no te puedo decir de qué venía el nombre.
“Mi horario me lo llevo yo dentro de mi cuerpo, necesito mi aire, mi espacio…estás ahí creando, buscando
tus cositas, por eso no me ves dos veces iguales”.
FORMACIÓN
Cuando estábamos en Madrid la Repompa fue la que habló a Pastora Imperio de mí en Corral de la Morería, entonces entré yo, porque Pastora Imperio conoció a mi madre y preguntó: “¿la Pirula no tenía una niña?”. Y dice “sí Pastora, y canta y baila muy graciosa, y allí está en Málaga”. “Pues llámala”. Y me fui a Madrid, por el ’56 o el ‘57, recién abierto el Corral, lo inauguraron con Pastora Imperio bailando, el Beni de Cádiz cantándole, Porrinas…le cantaban unas letritas por alegrías, y el tocaor, el Doblones de Cádiz. Estaba yo allí con esa gente tan buena y digo “¡uyy esto me gusta, me gusta!” y me fue entrando ese gusanillo que se me quedó dentro. Estaba rodeada de gente buena buena. De Corral de la Morería pasamos por el Duende que era del Gitanillo de Triana y Pastora Imperio.
No iba a ninguna academia y me dicen “pero chiquilla, tú tienes que buscar los tonos” pero yo aprendí a cantar jaleando, fue mi marido que me metió a cantar, porque yo bailaba, y hasta Farruco me decía “tus pies no los tiene nadie”, pero tenía mi voz graciosa, no había mujeres que cantaban y bailaban como ahora, estaba la Bronce de La Línea, Adela la Chaqueta y no había más.
Yo estaba con esa gente tan grande…catorce tablaos había en Madrid, llenos cada noche, funcionaban todos, había mucha afición y artistas de primera…la Paquera, Farruco, ‘Grabiela’ Ortega, Rafael Ortega el padre de Manzanita, Carmen Casarrubio, Bambino, el Montoyita, Pedro Montoya, Antonio Mairena, Terremoto, los Morao a la guitarra, el Chano, el Chocolate, Sernita, el Sordera de Jerez, Matilde Coral, Rafael el Negro, mucho ‘ange’ ¡esas sí que eran raíces! No es como hoy que nada más hay maldad, ya no te quieren, son to’s envidiosos… Allí debutó Rocío Jurado pa’ que te enteres, cantaba las cosas de la Piquer, luego sus alegrías, sus tientos… Las figuras ganaban mil doscientas cincuenta pesetas ¡un dineral! y nos llevaron a grabar a todos.
Yo aprendí mucho en los tablaos. Tenía 20 años cuando llegué a Madrid y estuve veinte años. Estuve también en Zambra con toda la gente tan buena que había, en la época fuerte, con Bernarda, con Fernanda, con la Perla de Cádiz, el Culata, Pericón, Almadén, Manolo Vargas, el bailaor Paco Laberinto, Jarrito, Varea y de bailaora Rosita Durán, toda esa gente estuvo allí. Luego estuve también en otro tablao, Villarosa, con Chaqueta, Felipe de Triana, Luis el Compadre, el Chaleco, los mejores buscándose la vida, y siempre saliendo al extranjero, a Japón todavía no se iba, pero todo lo demás del extranjero lo conocí de cabo a rabo. Fuimos a Francia con Curro Vélez, a Santa Fe con Vicente Romero, a la Feria Mundial de Nueva York con Manuela Vargas y con José Salazar, ya estábamos casados, nos conocimos en Madrid. Él iba con Concha Piquer, siempre ha ido con los mejores, de allí salía Enrique Montoya de figura, Farina otro del grupo que salió figura.
De Madrid me salió lo de Antonio Gades, se forma su espectáculo y quería una que cantara y bailara, y llevó a José de cantaor…Bogotá, Ecuador el país entero, Buenos Aires, Nueva York, México en el Rincón de Goya, Japón… Jarrito fue el primero en ir a Japón, después fuimos nosotros, por el ’68, ya había afición allí, hoy hay veinte veces más pero había, y conocían toda la obra de Mairena, y todas las malagueñas y las cartageneras…estábamos allí con la Tati, el Duque…hicimos tres elepés allí, un año estuvimos en Japón, luego una turné por Alemania con la Singla y grabamos un disco, venía Juan Maya Marote, Antonio Arenas…
GRABACIÓN
Hice la primera grabación con Paco Aguilera, el “Miguelito”, mucho antes de que la cantaran este grupo de gente mayor, aquella rumbita que estuvo tan de moda, la aprendí de un cubano. En el disco mi marido José cantaba unas alegrías, fandangos de Huelva, cada uno hacía una cosa, la Repompa también está en ese disco…era Paco Aguilera que organizaba todo, así funcionaba entonces, a través de los guitarristas, la casa Colombia. Pero luego grabé más cosas con la Fernanda y la Bernarda, estaba Antonio Arenas también, o con la casa Zafiro yo sola. Entonces mi marido José estaba hecho un monstruo, un cantaor por derecho, pero la vida ha cambiado y yo hago una cosa diferente a él, se la han estropeado las cuerdas vocales de cantar tan flamenco y tan fuerte, pero lo mío es diferente, no sólo a él sino a todo el mundo, es un cosa que dios manda, ni que sea más mala, ni que sea más buena, pero es una cosa que llevo dentro y eso tiene que salir, y ya está, eso no se puede remediar, lo que yo hago no lo he aprendido en Málaga porque tú sabes que esto no lo hay en Málaga…señores, que yo no soy artista de aquí te pillo, aquí te mato, ni de veinte minutos ni de quince…mi horario me lo llevo yo dentro de mi cuerpo, necesito mi aire, mi espacio, estás ahí creando, estás buscando tus cositas, por eso no me ves dos veces iguales, lo sabes tú bien.
TABLAO PROPIO
En Marbella hemos tenido dos tablaos. Venimos a Marbella, ya dejamos Madrid porque se acabaron los tablaos, se cerraron muchos y los que quedaban eran para el turismo, esto a primeros de los años setenta, y ya no interesaba. El primer tablao que tuvimos se llamaba Los Corrales y venía mucha gente, “¡te espero en ca Cañeta!”, y Cañeta Cañeta, nadie decía “Corrales”, pero muy gracioso, un corral que pintamos… Por allí pasó el padre del rey, el Don Juan, cuatro o cinco veces y José tenía que ponerse en la puerta como un guardaespaldas para que no entrara nadie, porque nada más que para ellos… Toda la gente importante pasaba por allí, directores de cine, actores, políticos, financieros… Artistas fijos, sólo nosotros y una guitarra, la gente iba y venía… El padre de Tomatito lo trajo de jovencito, me traje al Nano de Jerez… Pero ese tablao tuvimos que dejarlo porque era una planta baja en el Puerto Banus, no es como hoy, había cuatro casas y la gente no aguantaba esa marcha, nosotros siempre terminando a las seis o las siete de la mañana, no veas, nos tenían fritos, venía la policía y nos amenazaban con la clausura, tuvimos que marcharnos de allí.
Entonces tuvimos un sitio en el campo, que fue el segundo tablao y empecemos otra vez, y otro éxito porque José Banús me traía gente…una rueda de prensa de Liza Minelli se hizo en mi casa, mira cómo sería la casa. Allí teníamos un cuadro sembrao…Anzonini, la Gallina, dos hermanas de Cádiz graciosísimas, el Nano de Jerez, el Extremeño, el guitarrista Rafael Alarcón. Entonces Lola Flores vio el éxito y fue a hablar con doña Pilar Banús y cerca de mí puso un tablao suyo y traía figuras más grandes, pero no nos ganaba porque lo nuestro era muy flamenco. Ella lo tenía como tablao tablao, y nosotros lo teníamos más informal, que la gente podía participar, por ejemplo, una noche vinieron Camarón y Paco de Lucía…tocababn, cantaban, bailaban, y a las dos del mediodía todavía estaban aquí. Venía la gente de Jerez, del Tío Paula… Tenía su época, ganamos dinerito, pero también se puso la cosa muy mal en Marbella, todo venía p’abajo y no era la cuarta parte. Luego el tablao de Pansequito como se llamaba, cerquita también…trajeron a Camarón, a Pansequito…pero no podía durar tampoco…
EL FLAMENCO ACTUAL
Los niños hoy en día, hacen cosas bonitas a veces, pero pegan muchas voces, no sé a dónde iremos a llegar pero esto se pierde, señores. Luego te llaman anticuada si dices pío, pero el flamenco no tiene edad, el arte no cumple años, mire usted, si la gente me entiende siempre ¿dónde está la edad? Gracias a dios yo tengo mi público, la gente sabe lo que hago y les gusta. Si yo naciera ahora en estos tiempos no sé qué haría, no sé si sería artista, de otra cosa quizás…todo está cambiado…