Entrevista: Pablo San Nicasio Ramos
Fotos: Rafael Manjavacas
Tan sólo por esta noche
«Muchos fusionan sin saber qué tocan»
| No los conocía, pero he de confesar que me lo pasé en grande entrevistando a Juan y sus colegas, el grupo “Delola”. Al escuchar su disco “Tan sólo por esta noche” evoqué sonidos casi desaparecidos, desde el rock andaluz de fines de los setenta hasta “El Bicho”, pasando por algún toque puro de este hijo pródigo de la sonanta. Hablamos con ellos sobre un disco que además tiene su componente de obra social.
“Soy Juan Vázquez, lo de “Delola” viene, como pasa en muchos flamencos, por homenajear a mi madre. Luego, eso ha desembocado en que el grupo nos llamemos así. He sido tocaor flamenco aunque empecé tocando la guitarra eléctrica y la batería. Un poco siguiendo los pasos de mi padre, que era batería de rock. No vengo de familia flamenca. Así que en Marbella tocábamos en inglés, tributo a “Nirvana” y todas esas cosas… casi no había sitio para los grupos que cantaban en español. Luego, con dieciséis años, que es una edad en la que muchos chavales ya comen gracias al flamenco, empecé a tocar para cantar y bailar. Me metí en el flamenco a tope. No flirteé con él, me hice tocaor para ganarme la vida. Y le dediqué mucho tiempo, más a la guitarra flamenca que a nada. Y corté por lo sano con el rock. Con Enrique Cortés, un gran maestro gitano, aprendí el rollo de tocar puro. Todo antiguo, muy en serio. Y le homenajeo en el disco tocando como él me dijo, ese tema, los tarantos, es un oasis dentro de un disco de estética rock, pero quiero que se sepa que vengo de la rama flamenca. Ahora tengo un poco abandonado el flamenco, mi carrera se ha desviado de ese camino. Y mira que estuve años en hoteles, peñas, el tablao “Ana María” de Marbella, en Grecia…” Entonces ¿acabaste quemado del flamenco? “Bueno, me curtí mucho, estaba fijo en todos esos sitios pero no me veía toda la vida haciendo eso. Aquí en Madrid hay bicharracos tocando y cantando en tablaos, pero ellos están hechos a esa vida. Mi naturaleza no es esa, necesito otra inquietud. Y además volví a echar de menos al rock. Ahora defiendo mi música en directo, música que por cierto no es tan guitarrística. Mi primer disco sí que era más flamenco y guitarrístico, ahora no. Los flamencos están hechos de una pasta especial, los que han nacido en ello son especiales.” Lo que son las cosas… un flamenco buscándose la vida en Grecia… “Pues sí, y mira que lo pasamos bien. No veíamos la tele, no nos enterábamos de nada. Las Olimpiadas les destrozó la economía y las cosas están peor de cómo dice la tele, incluso…ver a tus amigos así ahora…nos da coraje. Fue hace seis años.” ¿Cómo está el rock andaluz actualmente? “Soy un fan del rock andaluz, y todos los que han venido al disco de ese mundo lo han hecho de balde. Una cosa alucinante. Con una humildad…El Manglis, Pepe Roca de “Alameda”, Antoñito “Smash”… ahora todo eso está abandonado…olvidado completamente. Una pena.” Bueno…puedes llenar un hueco “Sí, y me apoyan las asociaciones del gremio, porque saben que no soy un flamenquito… a ver…” “la gente dice que no tiene influencias, que todo es auténtico y que no hace más que su música. Eso es mentira. Todo el mundo coge cosas de otros”
“De hecho toco con una guitarra Godin, es un concepto sonoro que no da problemas acústicos. Ellos también la utilizan. No me oculto, sí, admito que “El Bicho” nos influye. Ponlo en el titular, la gente dice que no tiene influencias, que todo es auténtico y que no hace más que su música. Eso es mentira. Todo el mundo coge cosas de otros. El mismo Camarón, que no se escondía y admitía influencias, cogía músicas de Grecia, del rock… Y sí, “El Bicho” siempre me gustó. Compartimos “bolos” con ellos, y Miguel casi interviene en el disco, pero no pudo ser. El disco es muy flamenco en opinión de los rockeros y muy rockero para los flamencos…así que… No sólo “El Bicho” me influye. Creo que Daniel Casares y Vicente Amigo son una inspiración constante. Y más en mí que soy guitarrista, ellos son fundamentales”. Parte de los beneficios creo que van destinados a una obra benéfica ¿no? “Sí, es una ONG que se llama Cudeca, que se ocupa de los cuidados de enfermos terminales de cáncer. Los conocí a través de un familiar cercano y todo lo que pueda… pues va para ellos”. Hay algunos guitarristas potentes tocando contigo “Daniel Casares. Super especial, un artista que me parece un verdadero maestro de la guitarra flamenca y que además es amigo, vivimos muy cerca. Nono García también…” Me parece especialmente personal la voz de Juan Granados “Le conocí en la compañía de Carmen Mota, una bailaora malagueña. Él es jerezano y hacía muy bien los estilos de bastantes cantaores, pero tenía un rollo especial en las formas de Manuel Molina, de los que los dos somos fans. ¿Quién canta a tu hija? “Es una persona muy importante para mí, es la cantaora madrileña Sonia Berbel, no es su madre, pero ha conocido a mi hija desde casi su nacimiento”.
¿En qué estilo entonces te metemos? “Yo hago rock fusionado con flamenco. Es lo único que conozco y lo que hago. La gente fusiona sin saber lo que toca, sin criterio, por probar. Mete una cosita de aquí, que no conoce, otra de allá, sin saber que son. Y yo he estado más de diez años tocando en tablaos y los otros tanto haciendo rock. Y de ahí no salgo, no me puedo meter en el funky, la música latina, el jazz… no puedo, es una cuestión ética. Hay gente que mete ochocientas mil cosas y luego suena a feria. Aunque digan que son “World music”. Son pasteladas que para qué…y confunden a la gente. Yo he producido a flamencos, acompañado a cantaores de todo tipo, incluso grandes, como Eulalia Romero “La Gallina”, hermana de Rafael Romero…es decir, que no soy un “flamenquito” de esos, que ronean con lo aflamencado. Mira, es que además la palabra flamenco en este disco tampoco sería muy acertada, porque yo sé lo que es el flamenco y no quiero que se frivolice con esa palabra. A pesar de que hay toques puros”. Entonces tu evolución tirará más al rock “Sí…me estoy desflamenquizando…y en el futuro… pues sí, iré más al rock”. |
Veo también influencias de “El Bicho”
