por Rafael Manjavacas
Charlamos con el guitarrista de Algeciras José Carlos Gómez a su paso por Madrid con motivo de la presentación de su disco «Origen» en el Círculo Flamenco de Madrid. Repasamos con él su carrera, hablamos de guitarra flamenca y de su disco.
«Guitarristas, hay muchos, lo que falta es creatividad».
José Carlos Gómez, de Algeciras, guitarrista precoz, comenzó a tomar clases de guitarra desde los 6 años. “Di clases con Flores el Gaditano primero, y luego con Salvador Andrade que venía de la escuela de Antonio Sanchez, padre de Paco, y me enseño todas las falsetas”. No se le deba nada mal, a los 11 ya daba algunos conciertos, y a los 16 llegó a acompañar al mismísimo Canela de San Roque.
A Madrid llegó a trabajar con la compañía de Merche Esmeralda “gracias a José María Bandera, que me conocía de Algeciras y se quitó él de un bolo en los Veranos de la Villa para darme la posibilidad a mí”. Ya en Madrid, entró a formar parte de la nómina del Ballet Nacional de España –“entré en el año 91, y estuve 6 años, viajé mucho, y empecé a componer música, fue un aprendizaje increíble, pero al final también mi encierro”. En esa época, tuvo la oportunidad de participar como segundo guitarrista de Serranito, y compartir giras con el maestro. Un problema de salud, -necesitaba un trasplante de riñón- le hizo replantearse su vida dejando atrás la estabilidad del BNE, y regresando a Algeciras.
Ya en Algeciras, le llamó Alejandro Sanz para participar en el disco “Cañaílla” de Niña Pastori donde hizo las alegrías “Sobre la arena” y “Manolillo el Canastero”. Esa participación le permitió realizar una larga gira con María, y la posibilidad de trabajar con otros muchos artistas. “A raíz del éxito de Cañaílla tuve la oportunidad de trabajar para Duquende, Sara Baras, Marina Heredia, El Pele, Armando Manzanero, Serrat y por supuesto con Alejandro Sanz”
En su carrera, José Carlos también llegó a grabar un par de discos cantando: “es algo que no sabía que podía hacer, pensé que para cantar hacía falta un vozarrón, pero me convencieron que con poquita voz también se podía transmitir”. Al fin y al cabo quien le gusta componer canciones y crear letras necesita plasmarlo en discos.
En “Origen” siente la necesidad de volver a la guitarra flamenca, pero “no resulta fácil volver, implica tocar 8 o 9 horas todos los días”. Reconoce que este proyecto lo tenía en mente durante mucho tiempo, pero que fue “cuando nos dejó Paco de Lucía me decidí encerrarme, agarrarme a la guitarra, como una forma de estar más cerca de él, y agradecimiento”. Un disco “desnudo” que deja a la guitarra como protagonista “no lleva cante, no hay bajo, sólo guitarra, palmas, algunos nudillos y un pelín de acompañamiento de percusión en una rumba y un tanguillo”.
Un disco que estaba por hacer: “es el disco que yo quería escuchar, ahora en la guitarra hay muchos discos que ya no suenan a flamenco, parecen desvirtuados, yo quiero escuchar una soleá que suene a soleá, una granaína que suene a granaína, pero que también cuente cosas nuevas, que vuelva al origen contando algo nuevo”.
Origen también es Algeciras y Campo de Gibraltar, “una zona en la que no se le ha tenido mucho en cuenta, quiero reivindicar a los artistas de mi tierra. Cuando acompañaba a Canela, los veranos en la playa del Rinconcillo compartiendo experiencias con José Maria Bandera o cuando Pepe de Lucía vino con Potito de 11 años o cuando tuvo la oportunidad de trabajar con Moraíto o Tomatito”.
Una generación de guitarristas marcada por Paco de Lucía, al igual que pasó en el cante respecto a Camarón, hace que sea difícil mirar más allá, José Carlos reconoce “un guitarrista con una personalidad tan fuerte ha sido mi único referente durante mucho tiempo, últimamente estoy escuchando a Borrull, Luis Maravilla, Sabicas, Montoya,… descubriendo mucho de lo que aportaron a la guitarra flamenca”.
Y si preguntamos que queda después de Paco, la respuesta es “hay un vacío enorme, un vacío que cuesta asimilar, guitarristas, hay muchos, lo que falta es creatividad y que esta sea flamenca. Paco estuvo toda la vida creando sin dejar de ser flamenco. Ahora se habla de tronos, de quien va a cubrir el sitio de Paco, pero nadie llegará a ese nivel, lo que queda es intentar trabajar cada uno a su forma, para mí es muy difícil hablar de Paco”.
Conseguir un estilo propio, personal, es lo que siempre se intenta buscar, algo complicado en el baile y el cante, imaginaros lo que supone en la guitarra flamenca. “Es algo dificilísimo, además casi todos los guitarristas de ahora, se puede decir, que estamos bajo el manto de Paco de Lucia, a veces, me dicen que me reconocen en mi toque, pero eso sale sin darse cuenta, imagino que depende de las personas con los que has trabajado y en las músicas que te has medido, el estilo no se busca, es el estilo el que te viene a ti”.
La guitarra flamenca siempre ha sido la cenicienta del flamenco, “siempre digo que los guitarristas somos los pringaos, lo que más tenemos que currar, el trabajo más difícil, además de que hay estar muchas horas al día para mantener un nivel, toca montar la música para el baile, estar pendiente del cante y luego en las programaciones aparecemos en pequeñito. A pesar de que Paco dignificó mucho la figura del guitarrista, seguimos estando detrás”.
Por otra parte, en lo referente al tipo de formato establecido para los conciertos de guitarra flamenca, aparte de los grandes como Vicente Amigo, Tomatito, muchos de los guitarristas tienen que buscar la fórmula para trabajar, José Carlos Gómez lo tiene claro, “tal cual es este disco, «Origen», yo lo que me gusta es el formato de guitarra flamenca, con unas palmas, algo de nudillos, tener a la guitara como protagonista, a veces, para seguir avanzando mezclando con otras cosas se pierde la identidad, y si es así nos quedamos sin nada”.
Si hablamos del mercado discográfico, en los tiempos de la autoedición y autopromoción, José Carlos ya lleva ventaja, puesto que empezó hace años grabando sus propios discos: “lo bueno de ello es la libertad que tienes, lo malo es que hay que estar pendiente de todo, tienes que tener dos trajes, el de artista y el de ejecutivo”. Y en el tiempo de las redes sociales, ha cambiado el escaparate “ahora lo que funciona es llamar a atención, no sólo hay que ser creativo, hay que ser original e intentar que se fijen en uno, ahora cualquiera se pone de artista, le graban un video cantando en el escalón de su casa y ya quieren grabar un disco”.
«Irenea» en directo en el Círculo Flamenco de Madrid.