Pablo San Nicasio Ramos
«Los artistas han despreciado a la flamencología»
Buceando en bibliografías flamencas encontramos su nombre más que el de ningún otro flamencólogo o experto. Y aún con los años y los achaques, no para. A pesar de encontrarse todavía en plena fase de recuperación de una prolongada convalecencia, a José Blas Vega (Madrid, 1942) se le ilumina la mirada cuando se pone a enumerar los proyectos en los que anda pensando. Otra cosa es cuando le hablamos del panorama flamenco actual… dice entonces que prefiere quedarse en casa, a lo suyo. Escribiendo, recopilando material, preparando conferencias. Trabajando en lo que luego a otros le servirá para comprender de qué música viven…
Obligado a parar por causa mayor… aunque creo que mucho reposo no ha guardado Caracol ha sido quizá el más olvidado de los grandes… Lleva hablando y escribiendo de los grandes desde hace mucho La obra de José Blas Vega no sólo se ciñe al flamenco, hay temas más “escabrosos” aún… “Sí. Creo que refieres a la literatura erótica. A mí siempre me ha interesado mucho la historia de la literatura erótica y pornográfica en España. Y era algo que, por lo demás, no tenía apenas material publicado en nuestro país. Así que en ese tipo de estudios también he sido pionero y así se me ha reconocido”. “Mucho se habla de la “Movida” madrileña de los ochenta, pero yo he vivido otra anterior, en las ventas de la carretera de Aragón en los cincuenta y sesenta, donde el arte flamenco y la canción española eran el pan nuestro”. ¿Cómo trabaja José Blas Vega? Creo que en mi caso partía de una idea que venía sola, de la propia necesidad de saber de alguien, y luego iban saliendo otros proyectos durante esa elaboración. Ha sido todo sobre la marcha. Además, repito, el no contar con recursos bibliográficos de referencia le hacía a uno buscarse la vida mucho más que ahora, que contamos con un buen material al alcance de todos. Las conversaciones con mis amigos artistas me supuso, quizá, la principal fuente para ir haciéndome idea de la verdadera talla de los artistas a los que estudiaba o la importancia de un estilo, por ejemplo”. Madrid ha sido un tema importante dentro de su obra Aquí, en Madrid, es donde ha surgido todo el movimiento del flamenco como arte que mueve dinero, que genera oportunidades a artistas. Mucho se habla de la “Movida” madrileña de los ochenta, pero yo he vivido otra anterior, en las ventas de la carretera de Aragón en los cincuenta y sesenta, donde el arte flamenco y la canción española eran el pan nuestro”. Tendría Ud. antecedentes familiares flamencos habiendo empezado a trastear con él desde los años cincuenta.
Y luego todo viene rodado, ir a ver a las figuras del flamenco al Teatro Calderón, conocer y leer el libro de Fernando el de Triana… lo fui viendo claro. También un punto interesante en mi carrera fue el hecho de entrar en Hispavox en las tareas de producción de discos. Ahí me metí de lleno en la elaboración de un material que, si no recuerdo mal, llega a los trescientos discos, con todo tipo de artistas: Manolo Cano, Carmen Linares, Fernanda y Bernarda, Serranito… Todo ayudó para ponerme sobre la idea de hacer obras cada vez más grandes y llegar a las antologías o enciclopedias del flamenco, donde creo que dejé lo mejor de mí”. Estamos hablando de obras esenciales. ¿Se las puso como meta en sus inicios? Además, yo trataba de no ser un mero transcriptor de las biografías o anécdotas del flamenco. Lo interesante es ir más allá, hay que hacer un estudio de los estilos de cada artista, la evolución de sus cantes, sus aportaciones reales, documentándolo todo…y creo que ahí es donde sí se puede decir que marqué una tendencia”. “Si bien muchos artistas son grandes, otros muchos son impresentables, no han estado a la altura, se han despreocupado de la evolución, el estudio de su arte…” ¿Y no se ha quedado con algo por hacer? Lo veo difícil pero… ¿Hoy como se investiga? ¿De una manera muy diferente a como cuando empezaba Ud.? Se empezó a hacer uso de las hemerotecas y se sacó un material muy relevante para las investigaciones. Me viene a la mente el caso de José Luis Ortiz Nuevo, que se volcó con la prensa sevillana y de ahí extrajo información valiosísima. De lo que se trataba era de documentar las cosas tal y como había sucedido. Nada de tradición oral, rumorología o falta de fundamento. Así hoy día hay muchos puntos de arranque válidos cuando queramos analizar un aspecto del flamenco. Hay archivos, discografía, instituciones que cuidan este material…etc.” ¿Y los artistas, se documentan tanto como ustedes los investigadores? Me atrevería a decir que, si bien muchos artistas son grandes, otros muchos son impresentables, no han estado a la altura, se han despreocupado de la evolución, el estudio de su arte…otros sí, claro. Ahí están Fosforito, que siempre que puede acude a conferencias, se preocupa por estas cosas, el mismo Mairena en su tiempo, que recopiló material, renovó y recuperó cantes, impulsó a artistas, José Menese, Morente… esa gente siguen siendo casos excepcionales. Ya digo que lo normal no es que se interesen mucho por esto. Creo que los artistas flamencos hoy escuchan más que leen. Desde su casa pueden acceder a los cantes que quieran, otra cosa es que luego los sepan desarrollar bien…” “Hoy día el flamenco suena de otra manera, una tendencia a mezclarse con otras músicas, a hacer fusión, con más confusión quizá…más acorde con lo que demanda la juventud. También hay gente actualmente que procura tener cosas de ambas tendencias y contentar a todos…el acompañamiento con guitarra ha dejado paso a otro tipo de instrumentaciones, se dan más desafinaciones, se grita, se ha introducido el cajón…”
¿Ha comparado las épocas que le ha tocado vivir? A partir de la flamencología se reconstruye mucho, mitad de siglo, pero también queda todo un poco marcado por la huella del laboratorio, es una especie de Renacimiento que casi llega hasta nuestros días. Hoy día el flamenco suena de otra manera, una tendencia a mezclarse con otras músicas, a hacer fusión, con más confusión quizá…más acorde con lo que demanda la juventud. También hay gente actualmente que procura tener cosas de ambas tendencias y contentar a todos…el acompañamiento con guitarra ha dejado paso a otro tipo de instrumentaciones, se dan más desafinaciones, se grita, se ha introducido el cajón. No digo que este flamenco sea ni mejor ni peor…es un concepto totalmente diferente a cualquiera de las etapas anteriores”. ¿Pero esas innovaciones no se han dado siempre? Hábleme de su negocio, la Librería del Prado, ¿Vienen muchos flamencos? No vienen muchos flamencos, la verdad, el flamenco sigue siendo muy minoritario y más en los libros. Tengo mi archivo, mi sección de libros antiguos de flamenco por si viene algún curioso y tal…pero no es lo normal que vengan preguntando por ellos”. ¿El flamenco le ha aportado una filosofía de vida? Fenómeno que sería digno de tratar por la flamencología, lo mismo ha condicionado en parte la producción del último flamenco… “Desde los setenta veía como funcionaba el asunto… (las drogas) y lo cierto es que a nivel flamenco no influyó mucho, pero arruinó físicamente a tantos artistas…les ha recortado sus trayectorias una barbaridad…pero a nivel estilístico no lo veo tanto, quizá no se ha analizado.” No se le ve mucho por los conciertos Deje la firma maestro
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