Entrevista a Gerardo Núñez – Revista El Olivo

El Olivo
«No me considero un superdotado
técnicamente. La técnica no es cuestión
de horas de estudio, sino de calidad de estudio»
«Un teatro programa
a un pianista clásico y nadie dice nada, pero
cuando se trata de guitarra flamenca te exiges espectáculo»
«Sólo entro
en un proyecto cuando algo me ilusiona para hacer un
buen trabajo y tengo libertad»

A Gerardo Núñez se le amontona
el trabajo. Acaba de publicar disco en el sello Resistencia,
que recoge el concierto Cruce de Caminos ofrecido
en la pasada Bienal de Arte Flamenco junto a Perico
Sambeat y otros músicos amigos, y actualmente prepara
con Carmen Linares el nuevo trabajo discográfico de
la cantaora. «Va a ser un disco del estilo de Carmen,
un trabajo clásico enfocado por un guitarrista que
ve las cosas de manera personal». Personalidad marcada,
y una guitarra fascinante de la que pueden esperarse
creaciones musicales de impresión.

EL COMIENZO

Pero lograr su posición como prestigioso
concertista y compositor de guitarra flamenca no fue
objetivo sencillo. Desde los 11 años tratando
con la guitarra, en una época donde nada era
fácil:
«Con
esa edad mi padre me llevó al único
profesor de guitarra flamenca que había en
Jerez, Rafael del Águila. Él llevaba
una vida muy bohemia y se levantaba a media tarde.
Como en invierno oscurece muy pronto y yo era un crío,
tenía siempre que molestarle para que me diese
pronto las clases y aguantar su riña por despertarle.
Tenía un aspecto muy desaliñado y sucio,
por lo que me imponía bastante. Tras esperar
que desayunara, me daba la lección a 50 ptas.
por clase, que en aquella época era algo. Dos
ratitos enseñándome un trocito de falseta
entre los que me mandaba a otro cuarto a estudiarla.
Después cogía la bicicleta y me marchaba
a casa con la guitarra colgada al hombro».

Al mismo tiempo, comenzaba a iniciarse en el acompañamiento
al baile, con el que mantiene desde entonces muy estrechos
vínculos:
«Mi
relación con el baile ha sido y sigue siendo
muy especial. De hecho, sigo tocando para bailar porque
me gusta, y no creo que sea denigrante. Además,
he tenido la suerte de acompañar durante algún
tiempo a grandes bailaores como Mario Maya, El Güito,
Carmen Cortés, Israel Galván…».

Y pese a dominar a la perfección los secretos
del acompañamiento al cante en la actualidad,
tampoco resultó cómodo aquel primer
contacto con las peñas, locales exclusivos
donde poder desarrollar la disciplina por entonces:

«Familiarizarme con el
cante me resultó un poco más duro, pues
en aquel tiempo mis amigos y yo escuchábamos
a grupos como Pink Floyd o Deep Purple y asistíamos
a conciertos de rock andaluz que estaban de moda entonces.
Pero ellos nunca me acompañaban a las peñas
cuando tocaba a cantaores. Fue en la Cátedra
de Flamencología donde me fui soltando como
acompañante, su director Juan de la Plata me
programaba con cantaores para actividades con diferente
suerte, dado que yo era muy joven entonces. Pero esto
hizo que con sólo 13 años ya tocara
en recital a El Mono, Alfredo Arrebola, Terremoto
o Tío Borrico, al que con 14 años acompañé
asiduamente por las peñas de Andalucía.
Me gustaba mucho tocar al cante y creo que absorbí
toda la esencia de los cantes de Jerez y de la forma
de ser de los flamencos».

LA TÉCNICA

El nombre de Gerardo Núñez es para
muchos guitarristas sinónimo de técnica
descomunal. Alguno incluso tercia que técnicamente,
Gerardo podría considerarse un superdotado.
Él defiende una teoría mucho más
simple al respecto:
«Sé
que mucha gente dice eso, pero yo no me considero
un superdotado ni mucho menos. Cuando doy clases en
los seminarios que organizo en Sanlúcar, los
alumnos me preguntan acerca de la técnica y
de cómo he llegado a desarrollarla. La verdad
es que no es cuestión de horas de estudio,
sino de calidad de estudio. Cualquier instrumentista
puede considerarse un deportista en este sentido,
aunque el símil no me guste mucho para un tocaor.
Pero estamos utilizando músculos y tendones
al fin y al cabo, por lo que creo que es muy importante
un buen calentamiento previo. Por ejemplo, creo que
Sabicas llegó a tocar muy bien a una edad avanzada
precisamente porque tenía esa paciencia del
calentamiento.
Aparte, un guitarrista también debe sentir
sus manos, percibir que el sonido lo produce todo
el cuerpo, no sólo la mano derecha que es la
que pulsa. A partir de asimilar estos conceptos, el
camino es mucho más rápido y agradecido».

LOS CONCIERTOS

La guitarra de concierto en España, pese
a tímidos avances, aún vive tiempos
difíciles. Guitarristas brillantes a duras
penas encuentran su sitio y aquellos que lo tienen,
deben asumir trabas irracionales para desarrollar
su trabajo. Gerardo nos resume la problemática
con bastante acierto:
«Siento
que la mayoría de mis conciertos son fuera
de España, donde llevo algún tiempo
incluso tocando hasta tres o cuatro veces al año
en países como Alemania, por ejemplo. La cuestión
es que aquí en España, cualquier teatro
programa a un pianista clásico y nadie dice
nada; éste llega, toca su concierto de piano
y todos contentos. Pero cuando se trata de guitarra
flamenca te exiges espectáculo, que significa
incluir baile, cante… y a lo mejor en ese momento
tienes un concierto montado solo de guitarra y no
lo programan porque dicen que no es atractivo para
el público».


Foto: Paco Sánchez.

EL LADO HUMANO

Fruto de los innumerables encuentros musicales
en los que ha participado, especialmente en incursiones
con el jazz, Gerardo Núñez mantiene
desde siempre una estrecha relación con Estados
Unidos. Su último disco solista, Calima, incluso
sería editado allí antes que en España.
La triste situación del país tras los
atentados del 11 de septiembre animan sensibilidades
y plantean retos inmediatos:
«Es
una tragedia que nos ha tocado a todos y nos demuestra
cómo se hace cada vez más patente que
tenemos que construir un solo mundo y respetarlo en
sus diferentes formas y culturas. Y acabar de una
vez con la pobreza y la idea de segundo mundo, tercer
mundo… Si no respetamos al de al lado nos encontraremos
con estas situaciones. La arrogancia no trae nada
bueno; también la persona pobre sigue siendo
persona».

LOS PROYECTOS

Tras su trabajo con Carmen Linares se esperan
nuevos proyectos. Entre otros, su próximo disco
solista, en el que afirma estar ya trabajando. Pero
respecto a colaboraciones similares con otros artistas
no es demasiado concreto. Eso sí, algo tiene
seguro:
«sólo
entro en un proyecto cuando algo me ilusiona y me
motiva para hacer un buen trabajo. Y cuando tengo
la suficiente libertad». Y a la pregunta de si
le pediría a Paco de Lucía una colaboración
para su disco, responde tajante: «Nunca se lo
he pedido, por respeto».

LADILLOS

No me considero un superdotado
técnicamente. La técnica no es cuestión
de horas de estudio, sino de calidad de estudio.

Un teatro programa a
un pianista clásico y nadie dice nada, pero
cuando se trata de guitarra flamenca te exiges espectáculo.

Sólo entro en
un proyecto cuando algo me ilusiona para hacer un
buen trabajo y tengo libertad.

 

 

 

 



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