Rafael Manjavacas
Los hermanos Juan Manuel, Antonio y Manuel, con los apellidos Fernández Montoya, Farruquito, Farru y Carpeta, nietos del mítico Antonio Montoya Flores «Farruco», presentan en Madrid, el espectáculo Tr3s Flamenco los días 18, 19, 20 y 21 de enero en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid.
Farruquito: «Yo aprendo de lo bailaores que creen que aprenden de mi»
Tres hombres, tres hermanos, tres bailaores, tres gitanos, tres mosqueteros, hacen en “Tr3s Flamenco” un homenaje a sus raíces y a la escuela flamenca que ha dejado su abuelo Farruco. Los tres se suben juntos en un espectáculo por primera vez, vienen acompañados por las cantaoras Mari Vizárraga, Encarna Anillo, cantaores Antonio Villar y Pepe de Pura, con las guitarras de Raúl Vicenti y José Gálvez, Tomás al violín y Polito en la percusión.
En un escenario minimalista ambientado, en lo que es un estudio de baile, donde poco a poco se va mostrando todo el trabajo que hay detrás de un espectáculo, que no se trata sólo de llevarlo en la sangre. Durante 90 minutos, bailarán juntos los tres, de dos en dos y por separado, palos como farruca, tarantos, tangos, alegrías, seguiriyas e incluso una jota donde intentan recrear cuando los gitanos llegaron a Andalucía.
Los tres hermanos, además, impartirán clases los días 18, 19 y 20 de enero, para montar una coreografía sencilla con el fin de realizar un flashmob el 21 de enero en la Puerta del Sol de Madrid.
Con motivo de la promoción de este espectáculo, hablamos con dos de los hermanos, Juan y Antonio, Farruquito y Farru. Antes de las preguntas, le entregamos nuestro calendario flamenco 2017 que repasan mes a mes, con palabras cariñosas a los artistas que lo componen: Sara, el tio Juan “Habichuela”, ay mi Remedios Amaya, María Terremoto -que bien canta esta niña-, hacemos un repaso a los espectáculos que hay en cartelera estos días por Madrid, por Sevilla, incluso cuando les pregunto si están al tanto de la actualidad del flamenco, me retan “pregunta lo que quieras”, dejando claro que están muy pendientes de todo lo que se mueve en torno al flamenco.
“La misma casa, el mismo padre, la misma madre, pero el arte llega a un sitio más profundo que la vida cotidiana de una persona”
Farru tiene claro lo que supone “Tr3s flamenco”: “somos tres almas inquietas, que nos mueve para aprender y demostrar lo que hemos aprendido, y lo que estamos desarrollando en el mundo del flamenco, somos tres almas unidas, pero tres almas distintas, es un espectáculo que tiene muchas cosas especiales. La primera es que nos juntamos los tres hermanos como tres hombres, tres bailaores. Las ganas de mostrarnos de verdad, desnudos, -no hablo sin ropa-, desnudarnos el alma, demostrar cómo somos y porque hemos llegado hasta aquí”. Y lo que les queda, añade “no nos ponemos metas, queremos mostrar a la gente lo que hacemos y lo que seguiremos haciendo”.
Farruquito insiste “lo importante de este espectáculo es la unión de tres personalidades diferentes, con un mismo afán, aprender muchísimo uno del otro, y rescatar un poco lo que no hemos hecho en otros espectáculos, las parejas de baile, estar los tres juntos. Yo hago de pareja de baile con Farru, en una farruca homenajeando a Gades y a Faico, con música de Roman Vicenti y arreglos nuestros. También bailamos una soleá muy bonita que le hacemos al maestro Farruco, utilizando su sombrero como símbolo, y una luz cenital, minimalista, una luz y un cante”.
Se habla siempre de que cada uno de los hermanos baila de forma diferente, pero todos siguen la escuela del abuelo Farruco, por lo que Juan explica cómo cada uno llega a adoptar su personalidad en el baile: “hay que basarse en lo que el maestro Farruco decía, la personalidad, el arte era una expresión de lo que uno es, una expresión del alma, no se puede bailar igual que otra persona, si eres fiel a tu sentimiento, nadie siente igual, incluso siendo hermanos, nos hemos criado en la misma casa, el mismo padre, la misma madre, pero el arte llega a un sitio más profundo que la vida cotidiana de una persona, saca los sentimientos que tenemos, aunque no lo sepamos, bailando se cuentan cosas que no se pueden contar con palabras. No podemos parecernos, si verdaderamente somos fieles a interpretar nuestros sentimientos”.
El abuelo Farruco, el que creó el estilo, ha sido el espejo en el que mirarse por parte de los miembros de su familia y de otros bailaores, pero ahora, de alguna forma, Farruquito, ha tomado el testigo y se ha convertido en la referencia de muchos bailaores, Juan intenta justificarlo “No lo sé, la verdad, pienso que la gente lo puede ver así, quizás mi abuelo no tuvo la oportunidad de que le conocieran a fondo, como bailaor o artista, era un genio, no para mí, sino para los entendidos, era un creador, que es lo difícil, interpretar, con todos mis respetos es más fácil. Farruco, empezó a crear a partir de sus propias vivencias, no tuvo la oportunidad de aprender con nadie. Ahora en la época de la información hay muchas más oportunidades de que la gente te vea y durante más tiempo, por eso, quizás me vean a mí como referencia, pero que quede claro que toda la filosofía la hemos aprendido del maestro”.
¿Ser el espejo de una generación de bailaores es una responsabilidad muy grande? “No, es que, yo no me lo tomo así, yo lo tomo como un aprendizaje, yo voy a ver a muchos bailaores y aprendo de ellos, de los bailaores que creen que aprenden de mí. Aquí en Madrid tengo muchos amigos como José Maya, Alfonso Losa, Nino de los Reyes, Paloma Fantova, Gema Moneo, también Karime Amaya, son muchos bailaores que me dicen cosas y yo aprendo de ellos. En el arte no se es mejor o peor, va en cuestión de gustos. Aprender, pero no imitar, realmente yo no creo que a mí estén imitando, las cosas que los bailaores hacen de mí, a simple vista, no son mías, son de la escuela de Farruco, él sí que creó una escuela, nosotros lo que hacemos es interpretar esas creaciones a nuestra manera”.
Y Farru, desde el segundo puesto, por edad, ¿en quien te fijas? “Yo pienso, que mi abuelo era muy inteligente, ya veía el futuro, él nos marcaba mucho la personalidad, nunca nos explicaba los pasos, sólo nos decía, escuchar la letra por solea y ya veis lo que os sale, levantáis el brazo, pero nunca nos mostraba un paso concreto”. Continua Farru, “Estar en segundo puesto, y Carpeta en el tercero, ya contamos con una salvación, pero tenemos una manera distinta de interpretar el baile”.
“El hecho de hacer contemporáneo no quiere decir que sea evolucionar en el flamenco. Nos consideramos bailaores flamencos, y ahí tenemos que evolucionar, otra cosa es mutar”.
Farruquito insiste en la idea de la filosofía Farruco: “eso ya le pasó a mi madre, La Farruca y a la Faraona, ambas hijas de Farruco, ambas aprendieron con él, pero si les ves bailar, ya me dices qué tiene que ver una con otra. Vienen de la misma ‘maera’ pero la expresión de cada uno es distinta. Mi abuelo no nos enseñó a bailar, sino a entender el baile, a conocer su filosofía y nos ofrecía un camino”. Nos cuenta una anécdota cuando le preguntaba cómo salir a bailar por Soleá, “mi abuelo me decía, que me imaginara un puente de madera viejo, hay que pisarlo con firmeza, para que no se tambalee, pero no con más fuerza de la cuenta para que no se rompa y cayera al precipicio, ¿Qué precipicio, le pregunté?, el de la soleá, ¿te parece poco?”.
Respecto a que el flamenco se lleva en la sangre, en el ADN, el de la familia Farruco, ambos sonríen y desmienten, “somos veinteypico nietos de Farruco y sólo bailamos cuatro, sí es cierto que lo tenemos más fácil porque lo tenemos cerca y lo hemos vivido, pero una cosa es salir a bailar en Nochebuena, y otra el forjarse una profesión y una carrera artística, sacar adelante un espectáculo”.
Farru cuenta que ellos no solo beben de la familia, “nos gusta la danza, Nureyev, Julio Bocca, Michael Jackson, Fred Astaire, aprendemos de directores musicales, de escena, escenografías, luces, disciplina, vestuario, la búsqueda de un hilo conductor en una obra, hay que estudiar mucho para montar un espectáculo”.
A vueltas con la “Filosofía Farruco”, le preguntamos su parecer por lo que hacen otros por otros compañeros de profesión como Israel Galván o Rocío Molina. Farruquito incide “que nosotros estemos sujetos a la filosofía de Farruco no quiere decir que no estemos sujetos a la filosofía del Flamenco, nos gusta poder identificar lo que estamos viendo”. Y pone ejemplos: “si hacemos un guiso de garbanzos, no quiero que nos sepa a lentejas. Nuestros compañeros a los que admiramos y respetamos, nos consta, trabajan muchísimo, en el estudio practicando movimientos, son dos pedazos de artistas y bailaores, ellos empezaron haciendo flamenco y ahora van más por el contemporáneo, no creemos que evolucionar sea salirse del flamenco”. Farru insiste: “Julio Boca nunca bailó por soleá, era un bailarín clásico, el hecho de hacer contemporáneo no quiere decir que sea evolucionar en el flamenco. Nos consideramos bailaores flamencos, y ahí tenemos que evolucionar, otra cosa es mutar”.
“En su tiempo, estaba la moda de Mario Maya en su apogeo”, continua Farruquito, “todos los bailaores flamencos estaban intentando ser clásicos, haciendo contemporáneo, pero con una rítmica flamenca en algunos momentos. Si esos movimientos contemporáneos se mezclan con algún zapateado a ritmo de bulería, el que no sabe, puede pensar que es flamenco evolucionado, pero el que entiende, sabe que es un baile contemporáneo con una mezcla de flamenco a ritmo de bulerías, son cosas diferentes, pero los garbanzos son garbanzos y las lentejas, lentejas”.
Ambos, además de bailaores, también se atreven con la música de los espectáculos, Farruquito suele escribir también letras, Farru toca la guitarra con buen criterio e incluso canta: “nos gusta mucho el cante y la guitarra, nos aporta muchos recursos a la hora de bailar, hay que ser aficionados ante todo”. Le preguntamos a Farru su experiencia junto a Paco de Lucía en las giras que realizó con él: “de las mayores enseñanzas que he tenido en mi vida, como artista y como persona, Paco podía haber sido lo que hubiera querido ser, pero se sentía flamenco y compartía su música con los demás”. Continua Farruquito: “Paco nunca cambió su identidad, y pasó por todas las harmonías musicales más bellas, siempre se las trajo al flamenco, esa es la evolución para nosotros, la de Paco de Lucía y Camarón”.
Ya saben, los herederos naturales de Farruco, con 34, 28, y 19 años, respectivamente, Farruquito, Farru y Carpeta, “Tr3s Flamenco” en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid, del 18 al 21 de enero.