Eduardo Serrano ‘El Güito’
«Hay muy poca gente que pueda estar cuarenta años de figura»
Eduardo Serrano «El Guito» es actualmente uno de los bailaores que más tiempo lleva en activo y tras más de cuarenta años en los escenarios sigue en la brecha bailando y llevando una compañía. Para muestra ha montado un nuevo espectáculo «Mis recuerdos» dedicado a la que fue su maestra, la prestigiosa Pilar López, que formó a grandes artistas de baile flamenco «Pilar López ha sido mi maestra y una de las mejores bailarinas que ha habido en España y como es una señora mayor, le han dado homenajes, pero ninguno de los que hemos ido con ella hemos hecho nada y quiero dedicarle este espectáculo» afirma el Guito. Está previsto que el montaje se estrene en mayo en Madrid y consiste en un recorrido por diversos palos del flamenco «soleá, seguiriya, martinete, bulería, farruca, tangos, taranto, una dinastía de todos los bailes» explica este bailaor madrileño que debe su apodo artístico a su hermana «mi hermana era muy rubia, nos llevamos dos años y cuando éramos muy pequeñitos le decía a mi madre «mama que neguito es» porque yo era muy negro «que neguito» y mi madre decía «sí hija sí, que tiene la cara de un guito» y de ahí salió y ya me empezaron a llamar Guito» y por este nombre se reconoce a una de las máximas figuras del baile flamenco masculino.
¿Qué supuso Pilar López para su formación?
– Ibamos Antonio Gades, Mario Maya… Ella fue la que nos enseñó a todos. Para nosotros ha sido todo, nos preparó y nos educó muy bien, como teníamos que ensayar, estudiar… Y ella sacó a cada uno nuestra personalidad, nos dejaba ir con mucha vista y creo que ha sido la mejor coreógrafa que ha habido y como maestra en hombre, creo que ha sido la mejor.
¿También habrá que tener talento para la enseñanza además de bailar bien?
-Pilar lo que tenía es que ella veía entre 20 bailaores quien podía ser y quien no, esa visión la tenía porque a mi me cogió con catorce años.
Nosotros los de ahora, cuando damos clases consultamos con el guitarrista o con el cantaor, fíjate la que está en la izquierda ahí ¿verdad que baila bien? Ya le ves que es distinta es una cosa que se nace.
¿Qué le intenta inculcar a sus alumnos?
– Sobretodo que estudien bien y que el baile ha sido siempre de zapatear pero de colocarse muy bien, de tener bien colocados los pies, de bracear muy bien y la cabeza es muy importante, los hombros, que es lo que creo que falta un poco ahora.
«El baile ha sido siempre de zapatear, pero de colocarse muy bien, de tener bien colocados los pies, de bracear muy bien … «
¿Incluye en su nuevo espectáculo su soleá, qué es su palo emblemático?
– Es que si la quito ¡me matan! Sí, va al final, hago la farruca también, una seguiriya con Mary Paz Lucena y bailo dos veces por bulerías.
Esa soleá por la que especialmente se le recuerda tapa un poco su interpretación de otros palos ¿no le importa?
– No, porque a mi me ha pasado y me sigue pasando, que siempre están hablando de mi soleá, hombre hablan también de la seguiriya, la farruca, pero hablan sobretodo de la soleá, pero es bueno porque tener un baile personal de uno es muy difícil, es más que bailar todo bien, siempre habrá un baile que lo harás mejor que otro, porque lo sientes más o lo dominas, es importante.
Ha habido mucha gente, porque Carmen Amaya bailaba con bata de cola, porque la gente se cree que solo bailaba de hombre y sacaba una bata de cola que media cinco metros y bailaba por soleá divinamente y bailaba orquesta, pero todo el mundo ¿con qué se ha quedado? con la alegría que hacia de hombre y por eso se la ha conocido, porque yo creo que mandan muchas fuerzas en ese baile.
Tener un baile personal de uno es muy difícil, es más que bailar todo bien..
Lleva mucho años de carrera y en activo. Hay gente que desea retirarse antes y artistas como usted o Manolete siguen en la brecha manteniendo un nivel
¿cuál es la clave de llevar un compañía y seguir bailando durante tantos años?
– La clave está a parte de que te guste, porque yo no he sabido hacer nada en la vida más que bailar, y luego a mi me siguen gustando los viajes, llevar la compañía, todo ese ambiente, después de trabajar que nos vamos todos a cenar, hablamos, charlamos, porque sino la vida es para nosotros triste. Luego que hay muy poca gente que pueda estar cuarenta años de figura, porque no los aguanta el público, porque ya vamos teniendo idea de algunos que estaban hace cinco años en toda la cúspide y ahora ya no están tanto y tienen 30, 35 años y 40.
¿Y por qué cree que es eso, se dosifican mal?
– Porque ha habido algunos que a lo mejor bailando flamenco bailaban muy bien y luego se han metido a hacer obras griegas, no sé que rollos contemporáneos y han perdido el estilo que tenían bailando y llega un momento que se vuelven locos.
¿Pero usted también ha hecho obras?
– Si, pero siempre en una base de flamenco. He hecho «El Amargo» de García Lorca, cosas, pero siempre basándome en como yo bailo, no quiere decir eso que no me guste renovar, porque si no lo hubiese hecho no podría seguir bailando, pero no perder la personalidad de uno y hay quienes la han perdido por meterse en tanto lío. …se han metido a hacer obras griegas, no sé que rollos, contemporáneos y han perdido el estilo que tenían bailando»
¿Qué piensa de que las nuevas generaciones quieran renovar el flamenco?
– A mí me parece muy bien, siempre y cuando sea bueno me parece fenomenal. La música está sensacional en esta época, porque hay grandes músicos y se hacen unas músicas que es una de las cosas del flamenco que más ha evolucionado, no quiere decir que saques un violín, un cajón, una flauta y que estén todo el rato, pero eso en un baile en un momento dado si le va muy bonito, ahora si lo pones durante hora y media de espectáculo llega un momento que te suena todo igual.
Además no está cerrado a introducir instrumentos, porqué los ha metido.
– Sí, pero para algunos bailes. Yo nunca metería en mi soleá un violín o una flauta, la tiraría por tierra en cambio en una farruca yo he metido un violín y una flauta ¿por qué? porque la música le va.
Igual que comenta que Pilar López tenía alumnos favoritos como Gades o usted ¿tiene alguno preferido?
– Han estudiado conmigo muchas bailaoras que tiene su nombre como Beatriz Martín que la cogí muy joven y estuvo conmigo cuatro o cinco años, María Vivó la hija de Luisillo, Manuela Heredia. He sacado más bailaoras que bailaores, es curioso, pero ha sido así y de bailaores han salido, pero les es muy difícil coger mi estilo, porque se aburren y empiezan a pum, pam, lo suyo, es una pena ¿pero?
Es muy difícil tener una personalidad en el baile.
– La forma de bracear, de colocarte de todo eso, pero es porque hemos tenido buenos estudios.
¿También han creado estilo con su grupo con María Maya?
– Era la escuela de Pilar López, porque no nos parecíamos ninguno.
¿Dúos de ese tipo ahora los hace mucha gente?
– Pero aquel trío Madrid de Mario Maya, Carmen Mora y mío marcó época porque no lo habían visto nunca en un tablao flamenco, como si fuera un teatro, con sus luces y en teatros lo hemos hecho, pero aquel grupo era una maravilla al igual que el de Matilde Coral, Rafael «el Negro» y Farruco, también era… y ahora rehacen muchas cosas que hacíamos antes, lo de las sillas que hacíamos Mario Maya y yo, se hace ahora en todos los sitios.
Ahora juntarse tantas figuras en más difícil.
– Nada, porque cobramos mucho (ríe)
Es una pena.
– Sí porque yo he tenido épocas que he estado en Torres Bermejas y estábamos Camarón, Pansequito
y el trío Madrid y a parte un cuadro flamenco, que entonces era una cuadro flamenco de bailaores y bailaoras
buenos. Eso ahora mismo sería imposible, vamos, para una sala grande sí, pero en un tablao imposible.
¿Se ha perdido mucho lo de los tablaos?
– Ya nada, ya nada, ya no, hay dos sitios que a mi me gustan que son Las Carboneras y el Patas, pero ya ir a un tablao, ya no.
¿Por ello la gente joven pierde aprendizaje?
– Lo que pasa es que antes se enseñaban a bailar en el tablao por estar todos los días y ahora no se trabaja
tanto esto y antes por lo menos cualquier bailaora o bailaor tenía que estar en un tablao tres años y después
empezar por donde quisiera.
«…es muy difícil coger mi estilo, porque se aburren y empiezan a pum, pam, lo suyo, es una pena ¿pero?»
¿Por qué cree que se le considera el bailaor más emblemático de Madrid, había pocos bailaores madrileños?
– Ha habido. Había una familia que les llamaban los Pelaos, que era Faico y toda esta gente, el Gato que bailaba antiguo que bailaba muy bien, pero aquí de verdad bailaores no y yo tuve la suerte de que estando con Pilar me dieron aquel premio de París y fui figura muy pronto con 16 años y luego mi forma de baile a los andaluces les gusta mucho, porque voy a la Bienal y conmigo se vuelven locos para ser madrileño, que ellos es distinto no lo cogen muy bien eso, pero a mi no. Estoy yendo a Jerez, a Cádiz, no lo sé por qué, pero nunca me han tenido en cuenta que yo sea madrileño.
Es que siempre surgen más bailaores en Andalucía.
– Es que Andalucía es la masa y aquí o como en Barcelona o Zaragoza es la minoría. Es que allí lo da la tierra, porque salen por todos los lados, cantaores, bailaores, guitarristas de todo.
Yo nunca metería en mi soleá un violín o una flauta, la tiraría
por tierra,
¿Y como le dio por dedicarse al baile, tenía alguien en la familia?
– No en mi familia no tenía a nadie pero de pequeño ya me gustaba bailar y mi madre me enseñaba a moverme.
Yo tenía tres, cuatro años y me empezaron a llamar para las películas que se hacían entonces con cinco, diez años y de esa forma mi madre me llevó a una academia y estuve con Antonio Marín y luego con Pilar López que vino a verme a la academia, le hice una audición y le gusto mucho.
Pero siempre ha sido muy aficionado al flamenco ¿por qué también canta un poquito?
-Yo cuando iba con Pilar cantaba y bailaba por bulerías también y después lo he hecho lo que pasa es que a los críticos aquí en Madrid no le gusta que cante y baile a la vez, porque me ven un bailaor muy serio,
pero al público le encanta y lo voy a hacer además aquí.
Sonia Martínez Pariente