«Para cumplir tu sueño hay que echarle mucho valor»
Cecilia Gómez es una mujer “en la cresta”. Del flamenco y de la fama. Quizá con dolor para ella porque fueron los medios no flamencos los primeros en alzarla a las portadas. Pero nunca es tarde y ahora confiesa a esta revista sus sensaciones desde las alturas, en el camerino, antes de una de sus comparecencias capitalinas como Cayetana de Alba. Su debut como cabeza de cartel repite en Madrid vistiendo medio mes los Teatros del Canal. Era momento de que saber cómo, dónde y cuándo llegó al flamenco puntero esta gaditana que ya puede presumir de haber cumplido sueños.
Somos los primeros medios flamencos especializados en entrevistarte. A una flamenca de toda la vida quizá pueda dolerle eso… “Es extraño. En el flamenco nos conocemos todos, y todos sabemos de la profesionalidad de cada uno. En mi caso ha habido prejuicios, por ese tirón de prensa rosa del pasado, como si yo llevase cuatro días en esto y no es así. Cuando, además de mí, todo mi elenco es gente muy reconocida en el flamenco aunque anónima fuera de él. Gente maravillosa que al igual que yo llevan toda la vida en esto…y ellos por lo menos se merecen esa atención. Por eso ese “ninguneo” no es solo a mí, es sobre todo a ellos. En mi anterior presencia en Madrid, el año pasado en Gran Vía, cuando estrené este espectáculo, invité a todo el mundo, especializados y no, y todos sabían quién era yo. Y las críticas del momento no fueron hacia el espectáculo, fueron sobre todo a la persona, lo que había era prejuicio hacia mí, muchas veces sin ver el espectáculo siquiera. Sin embargo se llenó, al público le gustó, tuvimos un eco increíble y no puedo decir más que me siento orgullosa de aquello.” ¿Cómo empezó tu andadura? Porque quizá ese prejuicio viene de tu salto a escena como cabeza de una compañía propia así, sin más, o por la famosa relación… “Bueno, yo tenía esto en mente, tenía el libreto registrado y mi admiración hacia la protagonista ya venía de largo. Sin embargo quería esperarme a que Sara, con quien llevaba ocho años trabajando, (por Sara Baras) empezase su parón para ser mamá. Pero a la vez comenzó a filtrarse por la prensa rosa este proyecto a raíz de mi relación con una persona, en fin, lo de siempre. Luego fue ya rodado el proyecto, con Jesús Quintero, la ayuda de Vittorio y Lucchino y todo lo demás. Que es mucho, con Guadiana, José de la Tolea, esa ayuda genial de Paco de Lucía cediéndonos un tema… Explicar todo me pareció rocambolesco, aunque no se hubiera tenido tacto ninguno por parte de los medios. Se dijo de todo, y no me esforcé en dar explicaciones o desmentir. No era mi cometido. Me limité a trabajar y preparar el proyecto. Tiene más valor eso que ponerme a replicar ciertos rumores. Mi horizonte y esto estaban por encima. Y ahora, con el tiempo, me siento orgullosa de que el espectáculo aguantase, tenga tirón y siga vivo. Oye, si la prensa no especializada ha dado publicidad gratuita a esto y la taquilla no se ha resentido, pues mira, adelante. El otro día lo hablaba con Pepe Viyuela, que está aquí al lado con “El Pisito”. Me decía que ahora estamos como hace un montón de años, viviendo de la taquilla, algo súper complicado. Y aquí seguimos.” “Se dijo de todo, y no me esforcé en dar explicaciones o desmentir. No era mi cometido. Me limité a trabajar y preparar el proyecto” Parece que tienes ya compañía para rato “Es compañía fija y estamos pensando en el futuro. Vamos a girar con esto por Suramérica, Valladolid, Málaga, Roma… a pesar de que un día digan negro, otros días blanco… y pensando ya en lo siguiente”. En este espectáculo, lo decías, hay nombres bestialmente grandes “Lo de Paco de Lucía viene a través de “Viejín”, que ponemos un tema de su disco en el que toca Paco, y nos lo deja sin problema, cosa que para nosotros es un honor. Antonio Canales nos ayuda en la dirección escénica. Su visión de espectáculo es para mí fundamental, independientemente de que como bailaor sea un maestro. Luego hay cosas de Diego Carrasco, de “El Viejín”, como digo…” El domingo lo sacaste a saludar “Porque lo merece. Es un genio. Le dice al guitarrista haz esto, lo otro, en los tangos toca por aquí…desprende tranquilidad y bondad por todos los lados. Ese día hubo un problema de sonido y en vez de decir nada, él me tranquilizó y me apoyó. Le da la vuelta a todo y saca lecturas positivas. Fíjate…después del concierto nos quedamos una hora aquí en el camerino bailando…increíble. Los niños le respetan mucho y si podemos le pedimos consejo en cada cosa” El futuro del que me hablabas será… “Será otra cosa. Tendremos que reinventarnos y seremos algo más libres, porque aunque aquí no me transformo completamente en Cayetana, es algo que puede condicionar a la hora de expresar. Trataré ahora de ser más yo en cuanto a dar mi sentir auténtico, mi forma de bailar. Quiero despojarme de lo comedida que haya podido estar aquí. Me han dicho que a veces parece que estoy pidiendo perdón por bailar, como a la defensiva. Algo que me he quitado en parte cuando he visto la reacción del público”. Lo digo por si tienes previsto dar en la boca a los que se meten con lo cañí de esto, que si los toros, la pintura, la nobleza… porque supongo que tendrás gatos en la barriga a estas alturas “Pero más típico que Carmen no hay nada y se lleva haciendo toda la vida. Lo que sea, que se haga bien, eso es lo que cuenta. Aquí lo que no dice nadie es que bailo por alegrías con un vestido de princesa, y es dificilísimo hacer eso con ese vestuario. O que la bata de cola es de pasarela, no de escenario para bailar, y eso es otro mundo…ahí la gente no ha sido objetiva. Y luego, por ejemplo, la Duquesa de Alba ha hecho mucho por el flamenco. En cuanto a realzarlo y aludirlo como el arte más grande de este país. Ella ha posado con los más grandes fotógrafos bailando flamenco, cuando podría estar perfectamente poniendo la cara y punto. Ha ido detrás de los flamencos y los ha admirado, no sería justo no resaltarlo”. “Quiero despojarme de lo comedida que haya podido estar aquí. Me han dicho que a veces parece que estoy pidiendo perdón por bailar, como a la defensiva. Algo que me he quitado en parte cuando he visto la reacción del público” Sara Baras dijo de ti que eras “una más” de la compañía ¿Viste eso como un desprecio? “No, lo que hizo fue quitarme presión, que la gente no me diese tralla. Y no dar coba a posibles ataques, verme como una profesional del flamenco a la misma altura que las de la compañía, que era puntera en esto”. ¿Ha sido duro el cambio de estar en el cuerpo de baile a ser cabeza de cartel? “Hombre…pues sí. Más que artísticamente ha sido un cambio empresarial. Ahora entiendo las noches sin dormir, alguna reacción de la gente…pero…siempre compensa cuando ves al público levantarse…” [En este punto para de hablar, Cecilia se emociona, se entreven algunas lágrimas] “Me emociono, perdona. Es que es complicado… parece como que yo no tengo el peso suficiente para llevar el peso de una compañía. Y el ataque gratuito a lo personal, no a lo artístico…eso duele. Pero cuando ves a la gente emocionada, comunicándote que te ha entendido desde las butacas…pues eso me vale y ya con eso merece la pena poner dinero, ser como Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como…no es fácil. Y tampoco te vas a poner a explicarle a la gente que vienes de pelearte con el banco o haciendo esfuerzos muchos meses. He tenido que leer que me ha patrocinado la revista “¡Hola!”…pero bueno…no me puedo indignar más. No se trata de enrabietarme y perder la salud más. Yo no le he hecho nada malo a nadie, solo trabajar. Esto es muy caro y cuesta mucho trabajo amortizarlo, y el público, repito, el público, es el que da y quita. Pueden decir lo de que si soy mediática, pero mira, esos que aludían a mi ex…ahora digo yo… cuando el toro sale no sabe de mediáticos o no. En el flamenco el público no sabe de mediáticos, solo sabe lo que le gusta y lo que no. No puedo paralizar mi vida por mi vida privada, me niego, aunque les pese a muchos”. ¿Cuál es la coraza que te pones para que te resbale eso? “Pues saber que podré pagar a todos, que estamos todos a gusto y nos salen improvisaciones maravillosas en el escenario. Donde y como tienen que salir, con un buen rollo bestial, conociéndonos bien. Y sabiendo que tampoco sería un problema si un día no viene la gente. Habré cumplido mi sueño, y para eso hace falta valor.” |