Texto: Pablo San Nicasio Ramos
Fotos: Rafael Manjavacas
«Lo más importante: ser coherente»
Es como una madre, una tutora para los flamencos. Y sin perder la compostura llana, sencilla. Aquí no hay regusto en dictar cátedra con cada frase, y podría. En Carmen Linares no hay más pretensiones cuando habla que las de pasar un rato agradable. Como cuando sale al escenario. La Señora del cante estrena formato discográfico con “Remembranzas”, primer directo que además saca a la luz una nueva apuesta en forma de sello propio. De las emociones de aquella noche de febrero y de una trayectoria laureada recientemente hablamos con una persona que inspira aún más naturalidad en el trato directo. ¿Cómo es que ha habido que esperar tanto tiempo para ver un directo? “Creo que hace unos años, quince o más, hice un directo en Colonia, que organizaba la casa de la radio alemana y luego se editó en una colección de músicas del Mundo, creo recordar con el sello Network. Salió bien y tal, a pesar de que lo hicimos a las once de la mañana… que vaya horas… Hubo cositas interesantes, se hizo con los hermanos Cortés a la guitarra y quizá Miguel, mi marido, esté más al corriente de dónde fue a parar aquel disco. No es que no me gusten los directos, de hecho tengo muchos grabados, lo que ocurre es que lo más probable es que no estén en buena calidad. Ahí me tendría que haber preocupado más en conservar o grabarlos en las mejores condiciones posibles. En este caso mi hijo el mayor se preocupó de se grabara con la mejor calidad posible, siendo además un concierto tan especial como fue. Y el resultado por suerte ahora es muy bueno, porque muchas veces para que un disco en directo salga bien hay que hacer una selección de seis o siete recitales. Además la muerte de Enrique, diez días antes del concierto también acababa de morir mi madre…tuve que hacer un gran esfuerzo. Mis compañeros me apoyaron muchísimo, Javier Barón, los guitarristas, José Luis Ortiz Nuevo…era el flamenco en estado puro, a flor de piel”.
¿Hubo algún recurso extra del que tuviste que tirar dadas las circunstancias? “Yo no quería que aquello se convirtiese en un suplicio. Estaba muy por la labor de cantar, pero sabía que si alguien me recordaba algo, o si me ponía a llorar tendría que salirme del escenario. Así que el esfuerzo fue mayúsculo. Empecé poco a poco, escuchar a José Luis Ortiz Nuevo me hizo levantar el ánimo, ver a todos así conmigo…uno siempre tiene una profesionalidad y entre eso, mis ganas y el apoyo de todos, superamos las dudas”. El entorno familiar es vital para ti. Tu cercanía a la afición flamenca también se ve impulsada por eso, por lo accesible y familiar de tu condición natural “Pues claro. Es que no puede ser de otra manera. Yo estoy con mis hijos, que son tres hijos maravillosos que no me han dado ningún problema y que no me dan más que satisfacciones, y mira que no les inculqué que fueran artistas. El mayor, Miguel que hizo Comunicación pues se vuelca conmigo, Eduardo que es guitarrista, ahora está en el conservatorio y le veo que cada día toca mejor; y Lucía, que ha hecho arte dramático es estupenda y ayer mismamente estuve de compras y ayudándola en un proyecto laboral que tiene. Y claro, mi marido, con todo lo que sabe y le gusta el flamenco… Pero ya empezando desde mi padre, que estaba orgullosísimo de que su hija tuviera la afición al flamenco que tenía. Mira que lo que se llevaba en aquella época es que no se dejase a las hijas cantar, que si era un mundo de putas… toda esa mala fama que tenía. Era super abierto de mente.” “Yo no quería que aquello se convirtiese en un suplicio. Estaba muy por la labor de cantar, pero sabía que si alguien me recordaba algo, o si me ponía a llorar tendría que salirme del escenario. Así que aquella noche el esfuerzo fue mayúsculo” ¿Qué te diría hoy? “Estaría contentísimo por todo lo que me ha pasado. Estaría así de gordo de contento. Porque además era una persona que se alegraba de cada cantaor que salía, le encantaba Morente. Como le gustaba tanto divertirse tampoco renegaría del flamenco actual, le gustaba la tradición…pero no aborrecería nada.” La labor de tu hijo Miguel empieza a ser destacada “Sí, la verdad es que tanto en el sello nuevo que ha sacado como lo que hace en el festival “Flamencos por Gambo”, que empezó siendo una iniciativa con pocos medios y se ha convertido en una cita para mí obligada, es ya alguien con peso específico. Soy madrina y todo de la asociación que llevan él y sus compañeros. Me pidió un día que, por favor, cantase gratis para esta causa…y se ha llegado muy lejos en pocos años. Con el apoyo de todos se han hecho cosas muy bonitas, Comisiones cede el auditorio, que es una pasta, uno de los miembros de la Asociación “El Alto” es farmacéutico y ayudó mucho en la creación de la farmacia en Gambo… y todos mis amigos artistas vienen y me apoyan, como los medios, Juan Luis Cano presenta…” Y el sello discográfico, Salobre “Sí, también es idea de Miguel. Yo iba a grabar con Universal, pero al final el contrato con ellos no salió adelante, no me interesó. Oye, que en el futuro nunca se sabe, puede que volvamos a tener un contrato, no digo que no, pero el caso es que ahí estuvo al quite mi hijo, su empresa Cabofaro, y sacamos el disco con Salobre.” ¿Y hay mucha diferencia? “Bueno, tienes que correr con unos gastos que antes no tenía y hay mayor trabajo, pero bueno mira, con recuperar lo que invierto me conformo. Porque a mí un disco me da después trabajo y prestigio. Y oye, además tengo más capacidad de maniobra, porque en otros discos en los que el diseño, la foto u otras cosas no me gustaban no podía hacer nada…así que por ahí mi opinión cuenta más.” ¿Y esa falta de atención es sólo con los flamencos? “Me da la sensación de que un ochenta por ciento de los artistas están igual. Salvo los que vendan millones y millones de discos, el resto…cuentan relativamente poco en este tipo de cuestiones. A mí me gustaría por ejemplo, recuperar el master de mi disco de Lorca, que está descatalogado. Porque además ahora canto todo de otra manera y habría que refrescarlo…” “Ahora tengo más capacidad de maniobra, porque en otros discos en los que el diseño, la foto u otras cosas no me gustaban no podía hacer nada…así que por ahí mi opinión cuenta ahora más” De eso hay que hablar, del disco, un contenido largo, extenso y variado “Y bueno, no está todo el recital, que duró más de dos horas. Los Peregrinitos ha gustado muchísimo, también canté de Lorca el Zorongo y el Café de Chinitas, pero no había tiempo para todo en el disco. Se trataba de hacer un repaso de toda mi carrera, haciendo cosas especiales. Claro, toda una trayectoria de cuarenta años no se puede resumir en un concierto, pero bueno. Empezamos por las Canciones de Lorca, parte de la Antología donde cogí a los hermanos Cortés de guitarristas…” ¿Cómo se te hizo cantarle por siguiriya a tu madre? “Lo que decía antes, muy duro, con toda la profesionalidad que pude. Aunque no lo dije, porque mi madre no era una persona conocida y fue más interiormente. Es que tampoco quise coaccionar a la gente, que en su mayoría desconocía que ella acababa de fallecer…pero sí, fue duro de verdad.” Y te acordaste de los poetas “Efectivamente, y luego parte del espectáculo “La Luz, el Júbilo y la Melancolía”, donde José Luis Ortiz Nuevo fue un perfecto hilo conductor y está sembrado”. Ese gusto por los poetas da que pensar sobre los letristas flamencos actuales ¿no? “Letras de flamenco se hacen muchas, pero superar las populares… es que son la vida misma, la ley. Luego algunas métricas de autores clásicos o poetas se adaptan muy bien al flamenco y hay que aprovecharlas, la verdad, son estupendas. Pero bueno, he cantado letras de Caballero Bonald, Fernando Quiñones, Manolo Ríos Ruiz… hablando de los de ahora, que son gente especialmente válida”. Morente hizo algo parecido, el disco es también una evocación al amigo “Nos conocimos en la peña Charlot… fueron muchos años de convivencia y aprendizaje de una manera natural. Él aprendió con Rafael Romero en Zambra… es que tuvo unos maestros…hoy lo tienen mucho más difícil los jóvenes, que tienen que lanzar un disco y ser un pelotazo desde el principio, costearse esos gastos…” Como aquella peña Charlot parece que hay pocas ya “Efectivamente. Pero no era una peña como tal, era una tertulia flamenca donde se hablaba de cante, una reunión de aficionados. Yo vivía muy cerca, en la Plaza de Santa Ana. Iba con mi padre, y me ponía en un rincón a escuchar. Lo mismo te encontrabas a Manolo el Sevillano, que era el guitarrista de Pepe el de la Matrona. Era un sitio de mucho respeto, no se permitía entrar a gente borracha, o de cualquier manera. Había una solemnidad grande, donde se escuchaba mucho, cante y las lecciones flamencas de gente como Matrona, que era un privilegio para los que estábamos allí. Y luego pagábamos todos a partes iguales, me acuerdo de cuando decían “todos a ocho pesetas”… después podíamos ir a la Casa de Córdoba, a la de Granada…que las casas regionales tenían también mucha actividad.” “Yo vivía muy cerca, en la Plaza de Santa Ana. Iba con mi padre, y me ponía en un rincón a escuchar. Lo mismo te encontrabas a Manolo el Sevillano, que era el guitarrista de Pepe el de la Matrona. La Peña Charlot era un sitio de mucho respeto, no se permitía entrar a gente borracha, o de cualquier manera”
¿Crees que la cosa degeneró? “Si una peña es formal, hay respeto, no se va a comer o marujear… y hay un círculo de peñas que está muy bien. Luego hay otras donde no se escucha el cante, se fuma y habla mucho, no se puede cantar como se debe…” ¿Los jóvenes de ahora conocen el flamenco? “Hay de todo, pero Arcángel, José y Encarnita Anillo, Marina Heredia, Segundo Falcón…gente así conocen el cante, y me dejo muchos, no me gusta decir nombres, pero los hay. También están los que hacen temas o canciones aflamencadas, que es diferente. Pero el tiempo pone a cada uno en su sitio, y se sabe lo que es un tema efímero y lo que es “Omega”, que permanecerá siempre, pese a las modas.” Morente y tú sois cantaores con legiones de guitarristas cerca. ¿No se hace complicado cambiar el chip de uno a otro? “No, que va, en absoluto. Yo es que soy también muy aficionada a la guitarra y cada uno me aporta cosas. Si estás siempre con el mismo guitarrista vas a cantar igual. Y cambiar de guitarrista implica que tú cambies también. Y si yo digo…voy a ver qué está haciendo el Niño Josele, y le llamo, o este otro…y tienes que abrirte porque además con el nivel que tienen mejoras tú como artista”. Te han dado un premio a una trayectoria. ¿Qué es lo que más cuenta a la hora de seguir en la pelea tantos años? “Estoy contentísima, que me lo den mis compañeros es para mí un orgullo. Y con respecto a lo segundo lo tengo claro: ser coherente. Si yo no estoy de acuerdo con lo que hago, ¿cómo van a estarlo los demás?, también hay que ser fiel a uno mismo y ser una artista de tu tiempo. Saber lo máximo de tu arte, su evolución, no anclarse en el pasado, buscar la calidad siempre y tratar de ser consciente de que la base de todo es la raíz. Y bueno, aprender de los errores, que no pasa nada por meter la pata alguna vez y ya está. Yo tenía claro con veinte años que me gustaba cantar por soleá y a la vez me decían que sí, que yo era muy mona, que cantase también canción ligera y tal, que hacía una gira por Soria y me forraba, como dice el chiste…pero es que si no me gusta pues no lo hago. Ni se me pasaba por la cabeza hacer un pelotazo y salirme del flamenco, sólo quería aprender de cante jondo. Oye, si las necesidades económicas o la coyuntura hubiera sido otra, pues no sé, pero vamos, si no lo hice entonces, cómo lo voy a hacer ahora.” “Ni se me pasaba por la cabeza hacer un pelotazo y salirme del flamenco, sólo quería aprender de cante jondo. Oye, si las necesidades económicas o la coyuntura hubiera sido otra, pues no sé, pero vamos, si no lo hice entonces, cómo lo voy a hacer ahora” En la gala se hizo mucha mención al flamenco, Melchor, Carmen Linares, Morente…se dieron cuenta del tiempo que habían estado dejando de lado el flamenco, o eso parece ¿no? “Pues más vale, porque la generación actual está huérfana de información flamenca. En los mismos medios de comunicación. Mi marido, que tantos programas de flamenco ha hecho, me lo dice. Que no ha podido hacerle ni un programa a Rocío Molina o a la Yerbabuena o Belén Maya. En el cante se quedó con el joven Morente o con Naranjito de Triana. Esta generación carece de programas de flamenco en la televisión estatal, cosa que sí pasó antes.” ¿Se parece la gloria en el flamenco a lo que habías pensado en tus inicios? “Es que yo no pensé ni imaginaba nada cuando empezaba. Sólo quería cantar porque me lo pasaba divinamente conociendo gente, viajando… luego lo de ser figura… hombre, cuando ves que tu carrera se va afianzando pues sí puedes plantearte cosas, pero vamos… cuando me hice un sitio ya había llegado, había un recorrido hecho y ni me dí cuenta.” Y en estos segundos cuarenta años de carrera, ¿por dónde tienes pensado tirar? “No lo sé, muchas cosas que leo me dan pistas, y sin buscarlas. Es como si digo, mira qué letra tan bonita de Gloria Fuertes, o esta música de tal…no busco nada, encuentro. El mismo José Luis Montón, que ha hecho una cosa preciosa para los niños…la escuchas y dices…qué bonito, podría hacer yo algo así… no lo sé, la verdad”.
Extracto de la entrevista en video: |