Entrevista: Sara Arguijo
«En el compás flamenco hay que correr menos y mantener más el pulso»
No hay aficionado flamenco que no los conozca, los artistas se los rifan y seguramente sus nombres son los que más se repiten en los programas de mano de la Bienal de Sevilla y en cualquier festival que se precie. Aunque los de Google casi no se hayan percatado de su existencia.
Son Antonio y Manuel Montes Saavedra o lo que es lo mismo, 'Los Mellis'. Dos hermanos de 32 años de Huelva que desde que despegaran profesionalmente de la mano de Arcángel, su padrino artístico, han revolucionado el atrás del flamenco imponiendo una nueva forma de hacer compás pausada y precisa, alejada del estilo frenético de generaciones de palmeros anteriores.
En marzo del pasado año revolucionaron además un Palacio Imperial de Viena (Austria) a rebosar cantando algunos de los temas rumberos que suelen hacer en sus actuaciones en solitario y ya los han llamado para repetir este mes de febrero de 2015. No necesitan ni mirarse para que sus manos den el golpe en el momento exacto, siempre buscando los matices. Son sencillos, responsables, currantes y dos horas antes de salir al escenario piden dos tazas de leche manchada con sacarina y dos tostadas de jamón york…
-¿Antonio?
-No, yo soy Manuel.
-Vale, contaba con que esto pasaría. Menos mal que estarán acostumbrados…
-Risas. Y tanto, nos pasa siempre.
-Además de ser mellizos, ¿os teletransportáis para estar en todas partes?
– La verdad es que no paramos. Ayer nos vinimos a Sevilla para acompañar a Eduardo Trassierra. Esta mañana hemos estado grabando para el próximo disco de Lya. Ahora estaremos con Dani de Morón y cuando terminemos nos vamos con el Farru. Mañana sábado y el domingo tenemos una cosa en Huelva y otra en Jerez pero ya los dos cantando nuestras cositas…
-Porque, en realidad, ¿de dónde salen Los Mellis?
-Nuestros comienzos fueron con un grupo de Huelva que se llama Manguara, pero nuestra afición nos viene de familia. Nuestros padres eran vendedores ambulantes y siempre hemos escuchado a nuestra madre cantiñear y a nuestro padre llevar un disco sonando en el coche. De hecho, siendo muy chicos nos metieron en un grupo de percusión, Los Activos, y ahí ya empezamos a hacer compás. Luego nos llegó la edad mala y nada más que queríamos amigos y motos. Menos mal que nos animamos de nuevo.
“Para que los artistas te llamen tienes que ser muy profesional y adaptarte a lo que te pidan”
-¿Y qué tienen de especial para que todos los artistas les llamen?
-Sobre todo profesionalidad. Hoy día no basta con ser bueno. Es imprescindible ser responsables, cumplir con los ensayos y dar lo máximo. Se necesita mucha concentración y desde luego sería imposible si nos fuéramos de fiesta cada vez que estamos con un artista. Es cierto que además, tenemos la facilidad de adaptarnos a lo que nos piden y quedarnos rápido con todo.
-Porque ¿alguna vez dicen Los Mellis que no?
-Nunca. Lo que nosotros queremos es trabajar y aprender de todos los compañeros. Nunca nos hemos negado a acompañar a ningún artista. Como decíamos, nos adaptamos a cada persona.
-De hecho en vuestro currículo se acaba antes si se pone le nombre de los artistas con los que no han estado…
-Risas. Al respecto nos dijo una vez el Lombo que no es artista el que no haya ido todavía con Los Mellis… Risas. Pero sí, desde que hemos empezado hemos estado con casi todos los grandes…
-¿Y a qué artista les encantaría acompañar y aún no lo han hecho?
-Hombre, que ya no esté Paco de Lucía. Y de los que están Vicente Amigo o cantaores como Antonio Reyes o Jesús Méndez.
-¿Hay truco para poder hacer vuestro trabajo y no salir mal parado ni ganarse enemigos?
-Es verdad que en este mundillo no es fácil moverte pero nosotros procuramos llevarnos bien con todo el mundo. Hacer nuestro trabajo lo mejor posible y respetar a todos como son. No nos metemos en nada.
-Bueno y si tuvieran que mojarse… ¿con qué artista se quedan?
-Seguramente con Arcángel porque es con quién empezamos de forma profesional y del que más hemos aprendido con diferencia.
-En concreto, ¿qué les ha servido más de lo que les ha enseñado?
-En lo artístico, algo que referimos mucho es el trabajar con un volumen bajo en monitores que además solemos recomendar a todo el mundo.
“El palmero no puede ponerse nunca por encima del artista”
-En los corrillos de aficionados y críticos flamencos se habla que han traído un nuevo concepto de hacer compás… ¿lo sienten así?
-Respetando a los grandes maestros como Bobote, Torombo o tantos otros de los que aprendemos todos los días sí que es verdad que sabemos que hacemos nuestro trabajo bien. Vemos que algunos compañeros piensan mucho en correr y lo más importante para nosotros es mantener el pulso. No se trata de estar como una claqueta pero no nos gusta abusar de las continuas bajadas y las subidas.
-Entonces, ¿qué es fundamental en un palmero?
-Es fundamental tener muy buen oído. No puedes estar pegando palmetazos como loco, tienes que concentrarte en tocar las palmas y dar los cortes pero sin dejar de escuchar lo que está haciendo el cantaor, el guitarrista o el bailaor para ir todos a una. No podemos ponernos por encima del artista, ni subir el volumen en un momento de su lucimiento. Nuestro sello quizás está en la búsqueda de matices.
-¿Consideran que su papel está lo suficientemente valorado en el flamenco?
-En general cada vez está más valorado y se le da más importancia. En la medida en que el flamenco se profesionaliza se empieza a dar importancia al papel que cumplimos todos, nosotros o el técnico de luces porque está claro que todo es muy necesario. Un palmero puede hacer crecer a un artista en el escenario o deslucirlo.
-¿Cómo surgió la experiencia de cantar frente a 3.500 personas en Viena?
-De una forma totalmente casual. Estábamos cantando en un chiringuito de Punta Umbría y estaba allí Javier Rodríguez Mañas, de la embajada española en Viena, que nos propuso ir a cantar como dúo con canciones rumberas que allí conocen más. La verdad es que la experiencia fue muy emocionante porque salimos y todo el público se puso a cantar y a tocar las palmas.
-¿Veremos pronto el lanzamiento de Los Mellis en solitario?
-Está en mente. No queremos dejar de hacer nuestras cosas pero acompañamos a artistas enormes y vemos lo difícil que lo tienen para labrarse una carrera y cómo después de mucho tiempo y esfuerzo están esperando a que los llamen de una sala, con mal sonido y en malas condiciones. Así que de momento preferimos seguir como estamos.
-Una última pregunta, ¿quién era Manuel y quién Antonio?
-Risas.