Eran sus últimas horas de promoción en Madrid… Alicia Gil llevaba hablando de su nuevo disco “Cantaora de bareto” tres días seguidos, así que con el sol del mediodía y una cerveza delante, dejamos un poco apartado ese trabajo para conocer algo más a la Alicia Gil que vive día a día en su barrio de Pino Montano, y que es esposa, madre, hija y, por supuesto, artista.
¿Qué pintaba una flamenca en una notaría? (Ríe) Cuando terminé de estudiar administrativo me puse a trabajar directamente en una notaría y en ella me llevé ocho años compaginando con el cante, porque los inicios siempre son más complicados. Por el día trabajaba en la notaría y por la noche en los baretos de Sevilla. Fue una etapa muy bonita, la verdad, porque es cuando una estaba empezando. Lo único, que no podía trabajar muy lejos de Sevilla porque tenía que trabajar al día siguiente.
¿Pero tenías claro que querías ser profesional del cante o llegó un momento en que tuviste que elegir entre una vida u otra? Bueno, mi primera actuación la hice con 16 años. Después vino la etapa de compaginar las dos cosas, pero cuando me quedé embarazada hace ocho años decidí darme una oportunidad. Dejé la notaría y me dediqué por completo al flamenco.
¿Y qué tal te ha ido en estos años? Gracias a Dios no me ha faltado trabajito. Voy muy poquito a poco, pero creo que con paso firme, que es lo importante.
“En Sevilla hay muchos baretos donde se escuchan a muchos y a muy buenos artistas. Este homenaje es más que merecido para la gente que hemos empezado en los baretos”
¿Qué es un bareto? ¿Cómo lo definirías? Un bar con mucho arte. Todos los bares no son iguales. En Sevilla hay muchos baretos donde se escuchan a muchos y a muy buenos artistas. Este homenaje es más que merecido para la gente que hemos empezado en los baretos.
Elegiste ser cantaora “de alante”… ¿es más difícil siendo mujer? Es complicado, porque hacerse un hueco en el mundo del flamenco es difícil, pero pienso que trabajando se consiguen las cosas. Quizá salga más trabajo cantando en una compañía, y también lo he hecho, pero a mí me gusta mucho cantar “alante”. También disfruto cantando al baile, pero estoy trabajando más por hacer mi camino de esta forma.
¿Autodidacta? Autodidacta total. Escucho lo que me gusta y hago lo que me gusta. Hay cantes que no me gustan y no los hago. Me considero tradicional, pero también en mis discos hago otro tipo de cosas que puedan sonar más en la radio. Pero mi cante es tradicional.
Van dos discos ya… ¿Nos queda mucho que descubrir de ti? Creo que sí, pero poquito a poco, porque el primer trabajo –que fue producido por Paco Ortega- era más de pop que de flamenco. En este segundo hemos intentado volver un poquito más a las raíces y creo que es bastante más tradicional.
“Tan pronto me subo a un escenario como me pongo a hacer un puchero para mis niñas”
Eres madre y las madres siempre decís que para vosotras todos los hijos son iguales ¿Para ti son iguales todos los discos? Cada disco tiene su momento. A mí me gusta mucho mi primer disco y lo veo muy entretenido, pero también es cierto que me desvié de lo que son mis raíces. De hecho me costó mucho trabajo, porque de estar en una silla cantando por soleá a tener que cantar con una banda de 7 u 8 músicos detrás, la verdad es que fue complicado. Pero ese trabajo me ha servido mucho para poder tener hoy una puesta en escena con muchos músicos y poder hacer diferentes tipos de espectáculos además del recital tradicional.
¿Qué vida llevas? Muy ordenada. Llevo mis niñas al colegio, hago la comida, estudio un poquito, ensayo… En fin, muy normal. Nada del otro mundo. Cuando estamos preparando un espectáculo o hemos estado preparando el disco sí le dedico más tiempo a mi profesión, pero normalmente soy una mujer normal que lleva a sus niñas al cole y va a la plaza a comprar pescado.
Veo que tus letras están muy cuidadas ¿Te gusta contar cantando? Por supuesto. A mí me gusta que cada letra tenga un mensaje. En cada tema tengo en mi mente la imagen de esa letra. Cuido mucho las letras. Me gusta que digan cosas.
“Voy muy poquito a poco, pero creo que con paso firme, que es lo importante”
Hay una letra que es tuya y que dice “voy a dejar este oficio, la vida no me compensa, ni para pagar los vicios que tienen los sinvergüenzas”… ¿es eso cierto? Tanto como verdad no. Es solamente una letra.
Además de tus letras, además de tu voz, además de tu interpretación… ¿qué más hay de ti en este disco? En este trabajo está todo mi corazón. Además, es un disco hecho totalmente entre amigos. Todos los que han colaborado en este disco son amigos míos de toda la vida, gente con la que he “andurreao” por Sevilla, gente que he conocido en los baretos, y gente que también tienen que tener su momento.
Lito Espinosa está más presente en este disco que en el anterior. Mucho más. Para empezar, es productor junto a Fran Cortés. Además, el tema que le da título al disco, “Cantaora de bareto”, es suyo. También toca en la soleá que hago con Chiquetete… Está muy presente porque es la persona que siempre ha estado conmigo, la que me más me apoya y me ayuda… Y tenía que estar presente.
¿Hay que empujarle? Al revés. Lito es el que me empuja a mí. Es una persona muy constante, un gran músico y el que siempre tira p’alante con todo.
Me refiero a si le cuesta cobrar protagonismo en tus trabajos. Él prefiere siempre que yo esté por delante, pero a mí me gusta que él esté presente en todo lo que hago porque, como te digo, es mi gran apoyo.
¿Tiene Lito un sello especial? Es la persona más crítica que tengo al lado. Sabe lo que puedo dar y cuando estoy más floja me dice “hoy no vales”.
¿Qué les parece el disco a tus hijas? Están encantadísmas. A ellas les gusta mucho la música.
¿Ya lo cantan? Sí, si. Además, date cuenta de que allí en casa se escucha mucha música y les gusta mucho toda la música en general, y no solo el flamenco, lo cual es más interesante todavía. Mi Carmela, que tiene 8 años, lleva ya 2 años estudiando piano, que es lo que a ella le gusta. Y lo mismo te la ves escuchando a Django Reinhardt que a Camarón. Esa cultura musical es muy importante para los niños.
“Me gusta que cada letra tenga un mensaje”
Si quieren dedicarse a la música ¿les animarías? Si ellas lo tienen claro y quieren dedicarse con seriedad a la música, es decir, no que un día quieran ser una cosa y al siguiente otra, entonces yo sería la primera que las apoyaría, por supuesto. Pero tendría que ver esas ganas y ese empeño.
Y a tu padre ¿qué le parece el disco? También está muy contento. En realidad ni familia no es familia de artistas y les ha costado entender que yo me quisiera dedicar a esto. Para ellos quizá era mejor que tuviera mi trabajo fijo en la notaría. Pero me ven que poquito a poco voy consiguiendo lo que quiero, así que van estando más tranquilos porque quieren lo mejor para mí. Ven que llevo bien mi carrera y que la carrera de artista de hoy no es lo mismo que hace 50 años. Así que están muy contentos con este proyecto. Y ven que también yo voy bien y que tan pronto me subo a un escenario como me pongo a hacer un puchero para mis niñas o las saco al parque.
¿Qué les cantarías a tus hijas? Les he cantado muchas nanas.
¿Y a Lito? Por soleá.
¿Y a tu padre? También por soleá
¿A tu madre? A ella le gustan más unos tientos de la Paquera que hago y que llevo en mi espectáculo “Cantaora de bareto”.
¿De quién son tus ojos? ¿de tu padre? ¿de tu madre? De ninguno de los dos. Son de mi abuela.
¿La sonrisa? De los dos
¿El empeño? También de los dos, porque si mi padre siempre ha sido una persona que ha luchado siempre por sacar a toda la familia adelante, y somos seis hermanos, mi madre no se queda atrás. Ella se ha partido el pecho por nosotros en cada caso.
¿Cuál es el espectáculo soñado? “Cantaora de bareto”. Ese es el espectáculo que tengo en mi cabeza y en mi corazón desde hace mucho tiempo.
¿Te compensa todo el esfuerzo? Sí, sí. Hombre, hay momentos de bajón cuando las cosas no salen pero para eso estamos Lito y yo luchando para salir adelante y cuando a uno le da el bajón, ahí está el otro para apoyarlo.
“Escucho lo que me gusta y hago lo que me gusta. Hay cantes que no me gustan y no los hago”
¿Cómo vives el cante? ¿Te gusta cantar entre amigos, por ejemplo? Sí, pero según el día. Yo organizo muchas fiestas. Por ejemplo, un cumpleaños de mis hijas es una fiesta y yo estoy ya todo el día desde por la mañana con un potaje y hasta por la noche. Para nosotros, cualquier cumpleaños o cualquier historia parecida es un motivo de fiesta. Pero hay días que una está esaboría del todo y hay otros que te tomas una cerveza y te tiras tres días cantando. Eso es como te coja el cuerpo.
foto: Rafael Manjavacas
La familia… la música… ¿En qué orden? Una “rebullasca”… todo mezclado… Porque para mí la familia es muy importante, pero mi música soy yo. Mi música es mi verdad y con mi verdad voy p’alante donde sea… ¿qué deíto me corto que no me duela?…
Cuéntame tu sueño Ahora mismo estoy viviendo mi sueño, con un disco nuevo, con un espectáculo muy bonito… Mi sueño es poder presentar este trabajo en buenos teatros y en festivales para que la gente pueda conocerlo.
¿Qué quieres ser de mayor? Cantaora. De todas todas.