Rafael Manjavacas
No pasa el tiempo por Diego Carrasco, el artista jerezano que ha pasado por todas las épocas del flamenco, desde que debutó con 12 años en la Fiesta de la Bulería a la actualidad, ahora celebra 50 años en la profesión.
“No m’arrecojo” es una declaración de intenciones en sí misma, un claro aviso de que todavía le queda mucho que aportar al arte y al flamenco. “Mas claro el agua, ‘No m’arrecojo’ una expresión muy jerezana, y es que son muchos años, algo que no me podía imaginar nunca, pero sin darse uno cuenta ahí están”.
Y es que Diego siempre ha estado acorde a los tiempos que le ha tocado vivir, dice que debutó en la I Fiesta de la Bulería con 12 años acompañando a Vicente Soto Sordera al cante y con Diego de la Margara al baile. De ahí fue a la “Caracolá de Lebrija” tocando nada menos que al Tío Gregorio Borrico de Jerez.
Hace un par de semanas se celebró el 60 aniversario de Pepe Habichuela, y ahora Diego celebrando sus 50 años en familia, y ¡tan jóvenes, tan modernos!, “eso forma parte de mi forma de ser, estar de acuerdo con la época que se vive” y respecto a la juventud nos dice “la música es capaz de hacerte sentir joven siempre, con la suerte que tengo de estar con la Carrasco family, con mis hijos, mis sobrinos que me llenan de vida y energía, ¡cómo no me voy a sentir joven!”.
Diego también es consciente que, “hay que acordarse de dónde venimos, mirar también para detrás, ver las columnas y los pilares del flamenco para no perderse”, y recuerda que nació en un barrio emblemático de Jerez, “ser gitano del barrio de Santiago, moverte por allí, en familia es lo más bonito que te puede pasar”. En esa época, Diego Carrasco era un “niño más” que iban a tomar clases con Rafael del Águila, “allí fuimos todos, los Moraos, Paco Cepero, Gerardo Núñez, … era uno de los bohemios más grandes que he conocido, allí nos reuníamos todos”.
Diego, empezó como guitarrista flamenco, hasta el momento que se puso ‘alante', “yo soy una persona inquieta, hay cosas que me aburren cuando se convierte en cotidiano, la guitarra ha sido mi alma, pero no es el instrumento que he estado machacando, a través de la guitarra he podido compartir con otras músicas, abrirme a otros campos, investigar, aprender y beber de otras raíces”. Algo que se hace evidente, cuando se unió al grupo Guadalquivir “tuve el honor de estar con ellos y también grabar con Luis, Manglis, también con Miguel Ríos hice cosas, fue un movimiento muy bonito, eso que está ahora muy de moda, la fusión”.
Diego Carrasco, en sí mismo, es una escuela, una forma de creación, dentro de la fusión, aunque él se quita importancia, “si tú lo dices, pero no quiero ponerme medallas que no me corresponden, me gusta la guitarra, componer, versionar, ponerle música a los poemas, son muchas las inquietudes, quizás sea eso lo que me lleva a ser Diego Carrasco”. De alguna forma, existen muchos artistas en la actualidad que se han reflejado en Diego, “ahí están, parece que no les va mal”, pero insiste en lo del estilo o escuela “nacer ya sabiendo es muy difícil, antes hay que investigar, tener unos principios, a partir de ahí, se puede componer y crearse un estilo personal, pero antes hay que beber de las fuentes importantes del flamenco y de la propia música”.
Diego también ha vivido la época dorada de los festivales flamencos, cuando el estilo de Antonio Mairena imperaba en los mismos, “yo imagino que ellos me verían como una especie de niño rubio revolucionario, pero yo tuve la suerte de estar en muchas fiestas con la familia de Lebrija, he estado con Perrate, con Mairena, Tío Borrico, Chocolate, … los he tenido en casa, les he tocado la guitarra, sin pretenderlo, yo he estado con todos los grandes”.
Discográficamente, cuenta con un buen número de grabaciones, las más antiguas en RCA “Cantes y sueños tomados” (1984) y “Toma que toma” (1987) y luego, ya en Nuevos Medios otros dos clásicos como “A tiempo» y “Voz de referencia”, aunque reconoce que no se acuerda muy bien de las fechas. “Yo soy un desastre para esto, no sabría decirte en que años se grabaron, realmente no tengo ni un disco de los míos en casa, siempre los he ido regalando, ahora se me hace imposible encontrar los primeros”. Cuenta que en su primer día de grabación, estaba en el estudio para grabar temas compuestos por él, para otro cantaor, “como el cantaor no se presentó, me pidieron que lo hiciera yo, ¡si no he cantado en mi vida!, no tuve otra opción, así que puede decirse que desde ese día me puse como ‘cantautor flamenco’, una definición que me gusta más”.
Cantautor flamenco, con soniquete y compás, muchos le llaman “El gurú del compás”, “me han puesto muchos adjetivos, ese me lo puso José María Castaño, – de los Caminos del Cante-, y me sorprendió mucho, ya que es muy ortodoxo respecto al cante”. Y es que el ‘compás’ es fundamental en todo lo que hace Diego “es algo que se bebe desde pequeño, el sentido del tiempo, el biorritmo que tiene cada uno, influye mucho el haber estado acompañado a los mayores en las fiestas, eso se impregna”.
Posteriormente hizo dos grabaciones más con Nuevos Medios, “Inquilino del Mundo” y “Mi ADN Flamenco”, y se acuerda de Mario Pacheco, “que Dios lo tenga en su gloria, ese si fue un revolucionario del flamenco, él sabía lo que tenía que dar y quería que el mundo se enterara, de allí salió mucha gente que hoy es reconocida, la siembra ha sido fértil”.
Ahora en “No m’arrecojo” recupera 21 temas de toda su discografía, acompañado de un firmamento de artistas, flamencos o no, se han apuntado a la celebración de los 50 años de Diego Carrasco, “son la Champions de la música” apunta Diego. Andrés Calamaro le acompaña en “Libertad”, Alejandro Sanz “Pa mi manuela”, Joaquín Sabina en “Ratones coloraos”, Estrella Morente “Vida y gloria del gitano”, está su familia de Lebrija “Alahéa” con Dorantes, Pedro Peña, José Valencia y Pedro María Peña. Remedios Amaya en “Nana de colores” como originalmente se grabó, Tomasito y Makandé en “Olina”, Silvia Pérez Cruz “Mariposilla de colores”, “Poeta de Cai” con Javier Ruibal, Arcángel y Rocío Márquez en “El Sol, la Sal y el Son”, Miguel Poveda en “Alfileres de colores”, Miguel Rios con “Hippytano”, Manuel Carrasco en “Probe de mi”, y muchos temas más, con Macaco, los Gipsy Rappers, Maloko, Juan de la Morena, la Chirigota del Selu. “Y muchos que se han quedado fuera, con todo el dolor de mi corazón, la Macanita, Juana la del Pipa, el Pele… “ se lamenta Diego. “Hasta Manolo Sanlucar quería estar, tocando la guitarra eléctrica, imagina lo que hubiera sido eso”.
Un proyecto que no ha sido fácil, “reunir a tantos artistas ha sido muy difícil, cada uno con sus giras, que si uno en Argentina, otro en Ecuador, … pero ahí está por fin, y yo muy feliz de así sea”. Un proyecto que se presentará en directo en Jerez y en Madrid -por ahora- el 11 de noviembre en el Teatro Villamarta “estaremos con la familia y nos acompañarán muchos artistas, mi familia, que siempre está ahí, Silvia Pérez Cruz, Javier Ruibal, Farruquito y muchos más”. Posteriormente, el 29 de noviembre la fiesta será en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid acompañado de su familia y muchos otros artistas que participan en el proyecto e irán desgranando los temas de “No m’arrecojo” y celebrando esos 50 años de un artista único.