Farnaz Ohadi es una artista cuya trayectoria ha estado marcada por la fusión de culturas y la búsqueda de su propia voz dentro del flamenco. Criada en Irán, en un entorno donde la música era un acto clandestino, su pasión la llevó primero a la música clásica occidental y, más tarde, al flamenco, al que se ha entregado con absoluta devoción. En esta entrevista, Ohadi nos habla de sus raíces, de su formación en Sevilla y de «Breath», su nuevo disco, donde entrelaza el flamenco con la música persa.
Farnaz, cuéntanos sobre tus inicios en la música.
Desde pequeña la música ha sido parte de mi vida. Mi padre tocaba el acordeón, mi abuela el violín, y en casa la música era una presencia constante, a pesar de estar prohibida. Todo se hacía en secreto, lo que la convertía en algo mágico. Mi formación fue en música clásica occidental: Beethoven, Chopin, ópera… Pero cuando me mudé a Canadá en 1990, empecé a bailar flamenco. No fue hasta 2001 que decidí empezar a cantarlo. Y en 2010 entendí que mi flamenco necesitaba tener una voz propia.
Para profundizar en el flamenco, decidiste venir a Sevilla. ¿Cómo fue esa experiencia?
Fue un cambio drástico en mi vida y en mi forma de entender el flamenco. En Canadá solo tenía acceso a profesores itinerantes y a videos de Internet, pero en Sevilla comprendí el alma del flamenco. Aprendí sobre la flamencología, sobre por qué cada palo tiene una estructura y un significado específico. Esos detalles eran los que me hacían falta y que me han nutrido desde que llegué aquí. Ha sido la mejor decisión para mi crecimiento como artista.
En «Breath», tu nuevo disco, fusionas el flamenco con la música persa. ¿Cómo logras equilibrar ambas tradiciones?
Es imposible para mí elegir entre las dos. Amo tanto el flamenco como la música persa, y cuando pienso en una, inevitablemente llego a la otra. Flamenco es el vehículo perfecto para expresar mis vivencias y emociones, pero no podría hacerlo sin integrar mi esencia persa. He trabajado mucho para que la fusión funcione de manera orgánica.
Las letras de tus canciones son muy personales. ¿Cómo abordaste las letras de los temas?
Mis letras no son traducciones del flamenco tradicional. Son historias propias que elegí contar con mucho cuidado. En el caso de las seguiriyas, por ejemplo, para mí simbolizan el ciclo de la vida, la resurrección, y por eso titulé una de mis canciones «Resurrección». Mi idioma natural es el farsi, y aunque no canto flamenco en inglés, sí traduciría a Lorca, porque siento una conexión profunda con su poesía y con los conflictos que narra, tan similares a los de mi país.
Has trabajado con Antonio Najarro en el videoclip de «Longins». ¿Cómo fue colaborar con él?
Siempre lo he admirado y nunca imaginé que podría trabajar con él. Cuando aceptó, le pregunté por qué y me dijo: «Porque nuestras luchas no son tan distintas». Ambos hemos enfrentado muchos «no» y hemos seguido adelante. Fue un honor que aceptara bailar en una sevillana tan especial para mí, que trata sobre la pérdida y el amor. Es un tema profundamente personal, pero a la vez muy flamenco y universal.
«Breath» es un título muy evocador. ¿Qué significa para ti?
La respiración es la primera acción que hacemos al nacer, el primer acto de vida. Este disco es un testamento a mi elección de seguir adelante a pesar de todas las dificultades. Es mi forma de reclamar mi espacio como mujer iraní, mi derecho a cantar, a existir, a hacer algo que muchos consideran imposible.
¿Cuál es el público que esperas que reciba mejor tu trabajo?
Quisiera que la gente comprendiera que el flamenco es tan profundo y fuerte que puede acoger nuevas ideas sin perder su esencia. Es más que un arte: es una expresión del alma. Mi conexión con el flamenco es sincera y ha cambiado mi vida. Me ha salvado. Y si mi música puede hacer sentir algo similar a otras personas, habré cumplido mi propósito.
Farnaz Ohadi nos recuerda que el flamenco es un lenguaje universal, capaz de abrazar otras culturas y seguir evolucionando sin perder su raíz. «Breath» es su testimonio de resistencia y pasión, un puente entre Oriente y Occidente tejido con duende y autenticidad.
Fotografías de la presentación de su disco en la Hacienda de Oran – Utrera (Sevilla)
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