DeFlamenco
Cardamomo, de bar de copas a tablao flamenco.
El famoso “Cardamomo”, cerca de Plaza Santa Ana, en la mítica calle Echegaray, local de referencia en la noche madrileña, para flamencos y otras aves, hace ya unos años se reconvirtió a Tablao Flamenco.
Sin duda, uno de los locales más carismáticos de Madrid, de ambiente flamenco, flamenquito, rumbas, etc. fue un punto de reunión importante de artistas y aficionados del género, en lo que al ambiente nocturno y de copas se refiere. Aquellos maravillosos años, pasaron a la historia, con una etapa de transición, donde el tablao se hizo hueco antes de la medianoche, pero conservando sus jam sessions, conciertos flamencos, Raimundo Amador, Cigala, Tomatito, Paquete, Negris, eran habituales en el “Carda”.
Actualmente, desde hace unos años, la dirección apostó en exclusiva por la fórmula de Tablao Flamenco, así que ha pasado de abrir sus puertas en la medianoche, a cerrarlas a dicha hora en la actualidad, pero antes, han debido pasar en torno a 500 personas para disfrutar de su espectáculo de Flamenco en sus tres pases diarios, 18:00, 20:00 y 22:00h.
Y parece que les funciona bien, se están haciendo hueco entre los tablaos históricos de Madrid, con un buen espectáculo flamenco y un gran trabajo de marketing y difusión, innovando en muchos aspectos sobre lo establecido en el sector. En el recién remodelado Mercado de San Miguel, cerca de la Plaza Mayor, disponen de un “corner” para dar a conocer el tablao y punto de venta de entradas a los turistas, hasta campañas publicitarias en los autobuses urbanos de la capital. También les vino muy bien la reseña que tuvieron en el New York Times, donde recomendaban el tablao, tanto es así, que es el “leiv motiv” de todas sus acciones.
Espectáculo
En la dirección artística están los bailaores Kelián Jiménez y Paloma Fantova, junto a la dirección del local, son los encargados de montar una estructura de espectáculo flamenco, al que se añaden los diferentes artistas invitados. Un total de 10 artistas, todos ellos de reconocido prestigio, guitarristas como David Jiménez o Carlos de Jacoba junto a los cantaores como Rafita de Madrid, David de Jacoba o Antonio el Ciervo, sustentan un cuadro flamenco con garantías, donde se suman además hasta 5 bailaores. La noche que estuvimos, estaban Kelián Jiménez, Rober el Moreno, Saray García, Claudia Cruz y Marina Perea, todos jóvenes y contrastados artistas. Cada mes entran y salen algunos artistas del espectáculo, van cambiando según disponibilidad y oportunidades, pero manteniendo la estructura del espectáculo ideada.
Aunque también se ofrecen cenas, existen diferentes menús ya configurados, que ofrecen 45 minutos antes del comienzo del espectáculo para no interferir en el mismo. Son conscientes de que no es un restaurante al uso y la prioridad se la tiene el flamenco.
Es curioso, que además de las mesas, dispuestas para las cenas, tienen instalada una especie de gradas, a modo de teatro, que, sin duda, facilitan la visibilidad del espectáculo, pero se ven raras engalanadas de rojo y gualda, chocan con el estilo moderno de sus paredes de ladrillo visto y fotografías de flamenco del mejor fotógrafo de Madrid, Paco Manzano.
En definitiva, una buena alternativa a los tablaos históricos, una visión diferente y moderna, pero con un espectáculo flamenco de calidad.
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