Fecha: 28/11/2013
Hora: 21: 00
Teatro Circo
Murcia
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Rocío Molina – Danzaora & Vinática en el Teatro Circo Murcia
Vinática es un espectáculo de 2010, que tuvo vida propia y una evolución constante a lo largo de los últimos años. Al final de este proceso de transformación, Danzaora y Vinática surgió como un recital flamenco que, por un lado, ya no quería proponer integralmente el universo visual y narrativo de la pieza anterior; por otro, no sabía renunciar a parte de los humores poéticos que la habían vertebrado. Y puesto que Vinática representaba algo así como la pieza seminal en la que Rocío Molina se enfrentaba a su propia metamorfosis de bailaora en «danzaora», emborrachándose de infancia para asumir su derecho a los excesos y desequilibrios de la madurez existencial y artística, el nuevo Danzaora y Vinática mira a esa iniciación, a ese ritual de pasaje, desde la dimensión pragmática y experimental, verdadero ruedo de una lucha adulta en contra (y a lado) del lenguaje, que es el universo más sucinto, más severo del recital. Danzaora es, más que una escuela, una actitud, una filosofía que concibe el universo bailable donde son tan importantes los elementos que lo componen como la interrelación e integración que se establece entre ellos para crear ese todo, ese nuevo universo, ese nuevo lenguaje; un lenguaje que resume así su mirada personal en el baile y en la danza. Ana Olabarría. Noviembre, 2010 Hay una palabra, un murmullo o una vibración, a la que se ha dotado del poder para transportarnos al gélido mausoleo del pasado, cuyas bóvedas parecen remitirnos el presente apenas como un eco. Hay dejes, rebotes, esquirlas de sonido. Hay Intermitencias, vahos y olas. Desde luego que llaman «resaca» por esa facultad que tiene de arrojar la espuma del pasado (nostalgia, frustraciones, ensoñaciones) a una orilla de perfil borroso, siempre por rehacer, que es el presente después de emborracharse. ¿Acaso bebemos para olvidar? ¿O no será que bebemos para recordar? ¿Para que la borrachera de la memoria le ladre al presente? ¿Acaso no acechan un regusto amargo, un insistido «no», en el eco de todo vino? ¿No es todo espectáculo de flamenco la ensoñación felizmente etílica, la devolución al universo de las imágenes, de un universo que halla en las figuras del baile de recital su dimensión diurna, su labor, su trabajo? Por eso, hay recitales que se proyectan hacia un futuro hipotético, que hacen figura de no ser aún la obra, el delirio que anida en ellos. Y hay recitales que «ya no son» esa obra, sino el despertar y la resaca de la obra que fueron: todavía empapados de las imágenes inexactas del sueño recién acabado, apresurados con contarlas, por muy quebradizas y evanescentes que sean, antes de que desaparezcan con la próxima marea. Roberto Fratini COMPAÑÍA. Rocío Molina, baile Eduardo Trassierra, guitarra José Ángel «Carmona», cante y mandola José Manuel Ramos «Oruco», palmas y el compás Miguel Ángel Ramos «El Rubio», palmas y el compás Idea original y coreografía: Rocío Molina Asesor dramatúrgico: Roberto Fratini Dirección musical: Rosario La Tremendita Música original: Eduardo Trassierra Percusionista asesor: Álvaro Garrido Asesoramiento de cantes y arreglos: Rosario La Tremendita Diseño de iluminación: Rubén Camacho Realización de vestuario: Mai Canto Diseño y construcción de atrezzo: Israel Romero PREMIO NACIONAL DE DANZA 2010